Drama en 'El conquistador del Caribe' con el resultado de la prueba de expulsión

El equipo Atabey estaba en las últimas. Las verdes estaban echas polvo y se notaba. «Físicamente ya no respondemos», decía Line antes de empezar el juego de inmunidad. La prueba consistía en coger una cuerda de grandes dimensiones, cruzarla con un árbol y estirarla al máximo para que los concursantes fueran cruzándola en plan tirolina hasta el otro lado. El grupo que más integrantes lograra pasara ganaba. Nakor obtuvo una gran ventaja al ser el primero en conseguir la soga, pero a la hora de cruzarla surgieron los problemas. Primero se liaron con las cuerdas y luego solo Camino, tras varios intentos, fue capaz de superarla. De nuevo al campamento muy pobre.

Rojos y azules empataron al pasar cada uno a tres miembros del equipo, así que hubo desempate. Tenían cinco minutos para volver a la carga y esta vez los Corocote dieron una lección a los Yocahu. «¡Menuda racha!», ponderaba Julian Iantzi. David Seco prefería reprender a los colorados. «¡Vaya repaso os han dado! Habéis hecho una estrategia nefasta, peor imposible», regañó. «Estamos hechos una mierda», acertaron a decir los aludidos. Andrea, una de las capitanas rojas, saltó ante las provocaciones de Seco. «No te enfades, que estás enfadada todo el día», recomendaba el ciclista. Y la joven estallaba: «Es que estás todo el día conmigo, pinchándome. ¡Me tienes hasta los cojones ya!».

Otra líder cabreada es Nahia. Sus pupilas están en las últimas y la deportista explotó en la asamblea. «No quiero hablar. Hoy estoy harta. Me podré quejar las veces que me dé la puta gana», gritaba indignada. «Si tú no estás centrada, tu equipo no va a estar centrado», avisaba Iantzi. Pero Nahia no entraba en razón. «Que si, que no valgo para capitana y no pienso volver en mi puta vida. Me iré a mi puta casa. Me joden mis compañeras», manifestaba disgustada. Tanto que cuando el presentador les propuso darles un saco de comida a cambio de que una de ellas abandonara la aventura, la capitana no dudó en decir que ella se iba. Al final sus protegidas le convencieron de que no se rindiera.

Los azules nominaron a Camino, las verdes condenaron a Terete y entre Nahia y Aitzol decidieron que Aini sería la tercera duelista. Mientras, los rojos optaron por Iker. Julian avisó entonces a las verdes: «Si una de vosotras no vuelve, el equipo será aniquilado». Y el duelo fue impactante. Los que idean las pruebas de este concurso tienen la mente del diablo. Todos llegaron con antifaces al lugar. Iker libró a Aini del reto y compitió contra Camino y Terete. «Cuando se pierde un sentido hay que potenciar los otros», advertían los comunicadores. El trío tenía que encontrar a ciegas el banderín de su color y la única referencia que tenían era acústica. Seco tocaba una campana que les guiaba. Iker ganó y Terete llegó a lo alto de una pared donde tenía su enseña, pero al ver que Camino aún estaba en el agua dudó entre cogerla o no. «Si no lo coges, las dos para casa», anunció Seco. Y Terete agarró la bandera con lágrimas en los ojos. «Perdona, Camino. No quería que te fueras tú», le decía llorando a su compañera. Ambas se abrazaron y el momento evidenciaba el drama que se avecina. Las Atabey ya son historia.

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• El Conquistador del fin del mundo