David Guetta revela en 'El Hormiguero' lo que más odia de sus fans

Hijo de un marroquí sefardí que regentaba un restaurante y de una psicóloga, David Guetta siempre quiso ser Dj. Con trece años se compró una mesa de mezclas y transformó su habitación en una cabina de 'pinchadiscos'. Hoy está considerado uno de los mejores profesionales del mundo en lo suyo, aunque poco se conoce de su vida privada ya que tiene bastante fobia a los medios de comunicación. A todos, menos a 'El Hormiguero'. «Me pongo muy nervioso en los shows de la tele, pero aquí me siento a gusto», le aseguraba a Pablo Motos con una sonrisa que no se disipó en toda la velada.

'I'm good' es su último éxito. «La historia de esta canción es increíble. Estaba en Londres a punto de grabar y la hicimos solo para divertirnos. Se quedó en un cajón y solo la pinché una vez haciendo de Dj. Pero una persona grabó el show y lo utilizo para TikTok. Y aquello se viralizó. Sin esta persona, esta canción seguiría en un cajón», contaba Guetta emocionado aseverando que no ha llegado a conocer a quien aupó el tema.

El músico lleva décadas trabajando y ha vivido en primera persona la evolución de un oficio que ha cambiado notablemente en los últimos tiempos. «Estamos en una época diferente. Ahora la gente elige. Ya no me pongo nervioso a la hora de sacar un disco, hago lo que me gusta y la gente escoge. Es todo más democrático. Las casas de discos ya no tienen el control, lo tiene la gente», reflexionaba. Y añadía: «Me parece una época interesante. A veces veo en Instagram a un Dj desconocido que a mí me parece que tiene talento y le mando un mensaje directo».

El compositor francés está considerado como el mejor Dj del mundo, aunque lleva con tiento la gloria. «La obsesión con el éxito es muy mala. Cuando estás arriba la motivación es el miedo a caer y la creatividad no funciona con el miedo, funciona con el amor y la pasión. Y ahora solo quiero hacer cosas que me gusten a mí. Y lo increíble es que, ahora que no busco éxitos pop, es cuando más los consigo. Lo bueno es ser auténtico», opinaba sincero. Lo que no puede evitar es que su notoriedad le persiga. «Lo peor es que cuando me voy fuera de casa y quiero tomarme un poco de tiempo para no pensar en el trabajo, llego a un sitio y el Dj pone todos mis éxitos. Es tremendo», descubría.

Ante Trancas y Barrancas, el invitado confesó que sus inicios no fueron muy 'glamourosos'. «Empecé pinchando en bodas, bautizos y comuniones. Para mí los mejores Dj son los que tienen más experiencias con la gente. Cuando sabes cómo hacer que la gente lo pase bien en un cumpleaños, todo va a ser fácil después», subrayaba. Y tiene muy claro qué es lo que peor lleva de su oficio: las peticiones de canciones. «Eso es lo peor, lo odio», remataba.

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