Es el camino

Hasta 2008, Jonathan Kolia Favreau -Jon- era el típico actor secundario de películas y series que te sonaba de algo pero no sabías muy bien de qué. Era el desahogo cómico. Al verle actuar, nadie, absolutamente nadie, escribió de él que estábamos ante una joven promesa llamada a revolucionar la industria. En 2008, cuando se estrenó 'Iron Man', muchos tardaron en enterarse de que el actor que interpretaba al mayordomo de Tony Stark era también el director de la película. ¿Jon?, preguntaban. ¿Pero ese no es el que salía con Keanu Reeves en la peli de fútbol americano 'Equipo a la fuerza'? ¿Ese no es el loco de 'Very Bad Things'? ¿El novio de Monica Geller en 'Friends'? ¿El payaso de 'Seinfield'?

Jon era el secundario. Pero eso no significa que no tuviera un sueño, una vocación, un camino que pretendía seguir pasito a pasito. Una carrera que, como todas las carreras de verdad, requería un esfuerzo continuo, formación y trabajo. Así pasó de ser un secundario graciosete al director que convirtió Marvel en una locura maravillosa y, después, al que hizo posible que 'Star Wars' recuperara el espíritu que lo vio nacer. Su nombre se convirtió en 'trending topic' mundial con el último episodio de 'The Mandalorian'. Y yo todavía tengo el vello de punta. Ese es el camino.