Ana María Aldón, al borde de un ataque de ansiedad en 'GH Dúo'

«No soporto a esta gente, de verdad», se lamentaba Lucía Sánchez refiriéndose Finito y Keroseno que están incendiando 'Gh Dúo'. La joven se planteaba incluso abandonar el concurso ante la difícil convivencia con los hermanos. Y Manuel González se posiciona junto a la andaluza. «Me sale la vena protectora», avisa ante los continuos comentarios malintencionados de sus rivales. «Siempre llora y, como es tan pequeñita, eso da pena. Y se victimiza», opinaba Keroseno sobre Lucía. Y Maika Rivera, la tercera en discordia, tiene una teoría. «Realmente pienso que Finito es el peor de los dos. El otro es el altavoz, pero Finito es que el que mete toda la mierda», analizaba. Ante tanta animadversión, Manuel se venía arriba. «Los voy a desquiciar», amenazaba.

Finito, que no da puntada sin hilo, asegura que Manuel «va de partebragas, de Julio Iglesias», mientras a Efrén Reyero le llama «don Juan Tenorio». Los hermanos están nominados y ya miran al futuro garantizando que, si se salvan, van a arrasar la casa. Pero no hizo falta esperar, una broma de Manuel la lio. Haciendo de vidente, dijo que los hermanos iban a acabar peleándose. «Al colega se le va a acabar el rollo. Él es el primer manipulador narcisista que utiliza a las personas psicológicamente. En su mente está que me voy a pelear con mi hermano. Lo lleva claro», protestaba Finito que animaba a su hermano a buscarle la boca al andaluz. «Vas con esa carita de perro pachón…», arrancaban. Manuel no se amilanaba. «Tú tendrás carita de otra cosa que no te la voy a decir. Si estás acostumbrado a discutir con la gente y que agachen la cabeza, yo no lo voy a hacer. Para que lo sepas», advertía. Y avisaba al personal: «Esa gente no sabe que yo puedo darles un recital. Puedo con los dos y con cinco más como ellos. Han entrado aquí como los teleñecos y no llegan ni a teletubbies».

Llegada la hora de pronunciarse, la bronca estalló. Lógicamente, la gran mayoría comentó que prefería que fuera Finito el expulsado de esta semana. Y el aludido respondió liberando gases. «Se ha tirado un pedo que huele fatal, es una falta de respeto», bramaban sus compañeros alejándose de él. Y lejos de disculparse, los hermanos reían a carcajadas. «Esto es libertad anal», proclamaban con sorna. Ana María Aldón sucumbió a las provocaciones y tuvo que ser atendida en el confesionario al borde de un ataque de ansiedad. «Nunca sabes por dónde te van a salir. Le he dado la oportunidad de conocerle y, de buenas a primeras, te mira y te sorprende», decía con la voz rota señalando a Finito. Temblando, la ex de Ortega Cano se echaba a llorar. «No quiero que me vea nadie así, por favor», suplicaba tapándose el rostro. Ion Aramendi trataba de calmarla. «Respira, entiendo que tienes que recuperarte», le comentaba el presentador. Las cámaras se retiraron y la mujer se recuperó al cabo de unos minutos.

Aldón está viviendo una montaña rusa de sensaciones que pasan de la zozobra al romanticismo. Esto último se produce al lado de Efrén. «Si me voy, a la que más voy a echar de menos es a ti», afirmaba el tronista. «No sé si creerte. Igual no me echas tanto de menos como yo», replicaba ella. Y bajaba la mirada. «No te quiero mirar a los ojos porque me recuerdas mucho a Eladio», declaraba Ana María sonrojada. Y Efrén levitaba. «Aquí hay tema que te quema», descubría. Aldón se lanzaba entonces. «Tiene unos músculos…», observaba palpando a Efrén. Y cuando éste le animaba a tocar, ella suspiraba. «Está muy duro, todo fibra. ¡Qué mono es!», ponderaba la colaboradora de '¡Fiesta!' sin pudor.

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