Ana María Aldón amaga entre lágrimas con abandonar 'GH Dúo'

Cada vez son menos y lo de las parejas se ha ido al garete. Cada uno pelea por separado en 'GH Dúo', título que ha perdido todo su sentido. Con todo, hay parejas que, aunque entraron como trío, lo mismo se cruzan reproches que se cuidan mutuamente. Lucía y Manuel aterrizaron con resquemores en el formato. Fueron novios hasta que 'La isla de las tentaciones' les separó y el rencor continuaba. Pero el tiempo y la tele lo curan todo. Los andaluces han limado asperezas y ahora, como amigos, se protegen, aunque aún hay resentimientos. Lucía le pidió a su ex que, cuando salieran del concurso, hablara con el padre de su hija, y Manuel se evadió. «Y ahora te pido un favor y tú me das una patada en el culo. Si me tuvieras cariño me harías el favor. No quiero hablar más contigo», bramaba la joven enfadada.

Ya en el confesionario, Manuel abrazaba a Lucía tratando de calmar las aguas. Lo que no se esperaba era la reacción de ella. Tras decirle que se siente sola, afirma que siente que él la está utilizando en el concurso. «¿Lo crees de verdad?», preguntaba incrédulo el joven. «Sí, porque ya lo has hecho más veces. ¿Tú en la calle te habrías acercado a mí a tener cualquier relación conmigo? No. Lo haces aquí», le echaba en cara. Manuel estalló. «Con las personas que guardan tanto rencor y no olvidan, hay que marcar un antes y un después», espetaba abandonando muy enfadado la habitación. Ella se quedaba llorando, y susurrando: «No me fío de nadie». Poco duró el rebote. Poco tiempo después, la pareja volvió a encontrarse. «¿Estás menos mosqueada ya?», consultaba con tiento Manuel. La aludida esbozaba una sonrisa. «Es que me has dicho que no me vas a hablar», lanzaba. «A mí, lo que me da pena es que te creas que yo me acerco a ti por quedar bien», argumentaba él. Un abrazo zanjó la cuestión. «Simplemente creo que tenemos diferente percepción de la amistad y ya está», resolvía.

La que lo está pasando muy mal es Ana María Aldón. Marta López no le pasa una y, para colmo, desde plató le recriminaron que solía tirar de victimismo. ¿Y qué hizo la ex de Ortega Cano? Llorar. La diseñadora admite que se siente culpable de la expulsión de Marc Florensa. «No he visto ni una pizca de cariño, salvo el numerito lacrimógeno cuando estaban las cámaras en directo», opinaba Marta. Ante los ataques, Ana María se vino abajo y le dejó caer a Ion Aramendi que lo mejor era que le expulsaran a ella el jueves. El presentador le preguntó si lo decía en serio y ella recogió cable. «A ver, yo me merezco estar aquí como cualquiera. Y aquí me quedaré hasta que la audiencia lo quiera», matizaba. Y volvió al llanto. Marta, su rival directa, la vio tan mal que se acercó a ella y le tendió la mano. «Si yo soy la causante de que te sientas así, no te voy a hablar. Estate tranquila. Prefiero verte cantando y bailando», animaba la polemista.

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