Alejandro la lía y Tania le abandona en el final de 'La isla de las tentaciones'

Unos juntos, otros a solas o acompañados por nuevas parejas. Así es 'La isla de las tentaciones' y así fue su despedida. Todo cambia aunque parezca que sigue igual. Zoe y Josué fueron los únicos que continuaron su relación después del terremoto isleño. Ambos coincidieron como la muñeca, vestidos de azul, y pese a los miedos que él tenía por sus «jueguecitos» con Tania –«la veo como una hermana», puntualizó Zoe- y los celos que ella sentía hacia Jennifer, Diriani y todas aquellas que se acercaran a Josué, acabaron juntos. «Eres el amor de mi vida», aseguró el muchacho abrazándola apasionadamente. Zoe, entre lágrimas, superaba su decepción. «Lo único que quería era que llegara este momento», desvelaba.

Lo de Gal.la y Nico fue una batalla sin tregua que culminó con gritos, reproches, ironías y risitas malintencionadas. ¡Hasta el saludo le negó ella al verle! «Mientes cuando dices que nuestra vida sexual no era increíble», recriminaba el futbolista. Ella echaba más leña al fuego: «Aquí dentro me he dado cuenta de que Nico ya no me pone como antes». Y el tono se iba elevando. «Eres un puto crío», calificaba la joven sin piedad. Y el chico insistía en que quería decir algo bueno sobre ella, «pero me lo tendría que pensar porque ahora no se me ocurre», confesaba hiriente.

Los gritos arreciaban y Sandra Barneda trataba de calmar el terremoto, pero no había solución. «¡Qué mentiroso eres!», despreciaba Gal.la afirmando sentirse orgullosa de su paso por el programa. Así las cosas, llegaba el momento de tomar la decisión definitiva. Estaba claro que la pareja se había roto, pero quedaba por saber si se iban solos o en compañía de otros. Mientras Nico optaba por darse un tiempo para pensar –«Miriam ha sido una chica muy especial, pero no estoy preparado para una nueva relación», aseveró-, Gal.la no obvió la realidad. «Mentiría si dijera que me quiero ir sola porque quiero irme con Miguel», comentó. Lo que no se esperaba es que su Miguel no lo tenía tan claro. «Necesitas tiempo para arreglar tus cosas», declaró antes de rechazar su oferta e irse solo de la isla.

Lo de Rosario y Álvaro fue un drama. «No voy a llorar más por ti nunca», afirmaba ella tras ver el trío que se había montado él. «Me quedo muerta, es lo último que me esperaba», exclamaba entre ofendida y sorprendida. «Es que no lo decidí yo», se disculpaba él sin demasiada credibilidad. Al final, tras disculpas más o menos aceptadas, llantos exagerados y abrazos más o menos sinceros, la pareja rompió su relación y lo hizo de forma dramática. Rosario se quitó el anillo que Álvaro le había regalado y lo tiró al fuego. «Sé que contigo no es un punto final», deseaba él que prefirió abandonar el programa en solitario. Ella apeló a Suso y Suso la recibía con los brazos abiertos. Nueva pareja, veremos cuánto dura.

La sorpresa llegó al final. Alejandro y Tania se habían guardado fidelidad, pero a él no le sentó nada bien que ella compartiera sus 24 horas con Stiven. Y al novio le explotó la cabeza. Primero mintió diciendo que él también había estado con una tentadora y había dormido con ella. «¿Qué sientes al perderme?», preguntaba con sorna Alejandro que se iba cavando su propia tumba sin darse cuenta. «Me amas, pero no me amas bien», reprochaba ella dolida. «¿Y tú eres bisexual o lesbiana? Porque los juegos que te trías con Zoe…», criticaba él perdiendo poco a poco los papeles. Las imágenes de Tania jugando con Stiven aumentaron la tensión. «¡Joder, qué bochorno!», proclamaba él al borde del ataque de nervios. «Eso es cachondearte de mí a la puta cara», continuaba. Y llegó el momento de que ella recurriera a la sensatez. «No confías en mí, te adelantas. ¿Sabes lo que supone para mí escuchar de tu boca que soy una puta cría? Desde la primera hoguera se rompió algo en mí. Para mí el respeto es fundamental y me he dado cuenta de que no me lo tienes. No puedo estar con una persona que es así», expuso la joven dejando sin habla a su prometido. Y se derrumbó su castillo de naipes. «Te amo con toda mi alma», pregonaba Alejandro hecho un mar de lágrimas. Pero ya era tarde, Tania decidió irse sola. «¡Por favor, te lo suplico, vente conmigo!», insistía pelma el muchacho. «Respeta mi decisión, necesito asimilar lo que ha pasado», respondía ella serena. Tania quiso zanjar la despedida con un abrazo, pero Alejandro se lo negó soberbio. «Me acaba de partir el corazón y la vida», resolvía el modelo poniendo punto y final a una edición que no ha llegado a la altura de sus predecesoras.

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