Sorprendente abandono en 'El conquistador del Caribe'
Tras una compleja selección de nominados para jugársela en el primer duelo de la nueva etapa, uno de ellos decidió retirarse en el último momento dejando al personal con la boca abierta.
La revolución que lo cambió todo la semana pasada afecta a los estados de ánimo de los que aún quedan en 'El conquistador del Caribe'. Rojos, verdes y azules han pasado a la historia, ahora son negros y amarillos los que compiten, aunque quedan rescoldos de la pasada convivencia que marcan, sobre todo a la hora de nominar. Y eso es lo que tocaba. Los primeros fueron los de Eneko, que debían condenar desde el campamento rico a uno de sus contrarios. El flamante capitán aconsejó apuntar a un contrincante potente y Unda fue en elegido, a pesar de que sus ex compañeros colorados hicieron lo posible por evitar el castigo.
Los Cuyaya habían sufrido una noche muy puñetera y encima debían enfrentarse a una asamblea. Unda aceptó de buen grado ver su nombre en el papel del equipo rival. «No me lo voy a tomar a mal, no se qué clase de alianzas o estrategias ha habido», opinó. Herrantxi fue el segundo candidato. «Te ha nominado la mitad del equipo», advirtió Julian Iantzi. Al de Bergara no le importó en exceso el número de votos. «Les va a costar echarme», bromeó. Pero aún quedaban sorpresas. El presentador reveló que serían tres los que participasen en el duelo final, así que a David Seco le quedaba la triste faena de sentenciar a otro de sus pupilos.
Regresar al campamento pobre fue un duro trago. Unda y Herrantxi ya conocían su destino, y el resto era consciente de que una soga pendulaba sobre sus cabezas. El líder amarillo afirmó que tenía muy clara su decisión, y fue entonces cuando Berako actuó. El donostiarra reflexionó acerca del reto final. «No competimos contra otros, sino contra nosotros mismos. Yo no arriesgaría a un fuerte», filosofó. Y su teoría, apoyada por varios compañeros y compañeras, motivó un cambio de rumbo en la mente de su dirigente. «Lo tenía ya pensado, pero he cambiado de opinión», dijo Seco antes de citar el nombre de Bego, la tercera condenada.
La prueba decisiva era una compleja autoascensión. Los concursantes debían vincularse a la punta de una cuerda y, solo tirando desde el otro extremo mediante una polea, levantar su propio peso e ir alcanzando banderines situados a distintas alturas. El primero en conseguir los cuatro ganaba el reto. Herrantxi sacó ventaja desde el principio, a pesar de que en una de las caídas su hizo daño en una rodilla que ya traía lastimada.
Con todo, su arrojo lo convirtió en ganador. «Esto que acabas de hacer no lo hace un débil», lanzó Iantzi a modo de piropo. Bego y Unda estaban empatados a banderines y el tiempo se acababa. Curiosamente, el chico animaba a su aba por ello. «¿A qué estás jugando? Es tu rival, si gana ella pierdes tú», reprochaba. Nadie imaginaba que, llegado el momento una sonada sorpresa iba a dejar a todo el mundo con la boca abierta.
Pasado el tiempo y con tres banderines cada uno, el conductor del programa avisó de que solo tendrían una oportunidad. Se lo iban a jugar todo a una única subida, el que más alto llegara, vencía. Y la actuación de Unda generó estupefacción. «Me retiro», soltó sobresaltando al personal. «Tengo que volver y aclarar algunas cosas», informaba el joven vizcaíno emocionado. Nadie creía la afirmación, pero el chico lo tenía muy claro. Bego trató de convencerlo, pero no hubo manera y así la mujer regresó a la aventura.
Y el de Ea, se explicó a medias: «Tenía pensarlo comentarlo en la asamblea, pero al verme nominado por los negros me callé. Llevo varios días con la cabeza fuera de aquí, mi mente está en Bilbao. No puedo esperar más, son motivos personales», explicó. «Es una falta de respeto al programa y a toda esa gente que quiere venir y no ha podido», reclamó Iantzi. «Pido perdón», se disculpó el concursante. Y se fue cabizbajo, no sin que antes Julian le deseara suerte para ese trago que debe afrontar de regreso a casa.