
Viviendas sí, ciudad también
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Hay que ampliar la oferta de pisos a precios asequibles pero sin desparramar bloques sobre un tablero. Las calles no son carreteras, sino espacios de vida socialJavier Cenicacelaya
Sábado, 25 de enero 2025, 00:00
Que la vivienda es un bien necesario está fuera de toda cuestión; estamos viendo cada día el problema de la escasez de viviendas para todos ... los ciudadanos y, ante la escasa oferta, los precios, de venta o de alquiler, se han disparado. Los gobiernos deben adquirir suelo para prepararlo y ponerlo a disposición de los diferentes promotores, públicos y privados, y crear una amplia oferta de viviendas a precios asequibles. Esto ya se ha hecho en Europa el siglo pasado.
Pero creo que esta situación debiera ser una oportunidad histórica para hacer no sólo viviendas sino también ciudad, o, más precisamente, edificios de viviendas que hagan ciudad. Y hacer ciudad implica que existan calles, definidas o enmarcadas por edificios de viviendas y de otros usos; las calles no son carreteras. En otras palabras las edificaciones abiertas, como objetos en una plantación de edificios autistas sin relación los unos con los otros, producen barrios de un carácter netamente suburbano.
Hace ya más de medio siglo que Jane Jacobs puso el grito en el cielo ante la destrucción de cientos de comunidades, que eran destrozadas por la política de trazar grandes infraestructuras viarias cayeran donde cayeran, y atravesando barrios bien articulados, que quedaron drásticamente partidos. Es recomendable su famoso libro 'La muerte y la vida de las grandes ciudades americanas'. En ese texto Jane Jacobs hace particular hincapié en la importancia de la calle.
La calle es el lugar de mayor interrelación humana, el ámbito de la vida social para todo tipo de actividades. Es, además, un lugar vigilado por los propios viandantes, y los comerciantes que pueden dar fe si han visto a alguien a quien su familia busca. Es el mejor complemento para la guardia urbana encargada de la seguridad.
La calle es la fachada pública de cómo es la ciudad, cada ciudad. De modo que la imagen de cualquier ciudad y su carácter se debe a sus calles, a sus espacios públicos, que es como decir a los ámbitos definidos por su arquitectura, que en un porcentaje muy alto está dedicada a viviendas
En España la política de creación de los ensanches, tan admirada en todo el mundo, fue particularmente exitosa. Algunos son muy conocidos, como es el caso del de Barcelona. No voy a detenerme en el tema de los ensanches que bien valdría una reflexión. Pero quiero señalar que el ensanche de Bilbao es, sin ningún género de dudas, el más equilibrado y el más sofisticado de cuantos se llevaron a cabo. No sólo por la habilidad de su trazado para conciliarlo con las preexistencias de la meseta de Abando, también por la proporción de las secciones de sus calles, y por un cúmulo de factores.
Construir bloques de viviendas desparramadas como quien tira dados sobre un tapiz es una pésima manera de hacer ciudad, una oportunidad perdida, y todos debiéramos tomar nota.
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