La utopía humanista de 'Star trek' representa todo lo que Trump y sus seguidores detestan
Star trek. ·
Gene Roddenberry creó hace sesenta años un universo donde formas de vida y culturas diferentes persiguen el bien comúnNuestro conflicto también empezó con una lucha por las libertades. Lo llamamos Segunda Guerra Civil; luego, Guerras Eugenésicas; y, finalmente, Tercera Guerra Mundial», explica el ... capitán Christopher Pike a unos extraterrestres en el primer episodio de la serie 'Star trek: strange new worlds' (2022-). El predecesor de James T. Kirk (William Shatner) al mando de la Enterprise ilustra la lucha por las libertades, el detonante del holocausto atómico del siglo XXI, con imágenes de los seguidores de Donald Trump asaltando el Capitolio el 6 de enero de 2021. Más allá de esta anécdota, es lógico que los MAGA (Make America Great Again) aborrezcan 'Star trek'. Representa todo lo que detestan: la diversidad, la multiculturalidad, la libertad, la tolerancia, la igualdad, la justicia social…
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'Star trek' nace como un wéstern espacial. Con esa idea crea la serie el guionista Gene Roddenberry (1921-1991) a mediados de la década de 1960. La acción transcurre en el siglo XXIII. La humanidad ha superado las guerras, las tiranías, el dinero, la pobreza y los nacionalismos, y se ha lanzado unida a la conquista pacífica del espacio, un Oeste donde los indios son los extraterrestres. La caravana es la Enterprise, nave insignia de la Federación Unida de Planetas. La capitanea un yanqui, James T. Kirk, y en su puente de mando hay un ruso, un sanfranciscano de origen japonés, una negra y un medio humano, Spock (Leonard Nimoy), al que su parte vulcana hace que guíe la lógica.
Mujeres, negros y mestizos
En plena lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, el principal problema para Roddenberry es que la oficial de comunicaciones, Nyota Uhura (Nichelle Nichols), sea negra. En principio, la NBC se niega. Pero el escritor, que ha abandonado otra serie porque los productores no querían negros en pantalla, se sale con la suya. «Les dije que, si no tenemos negros y blancos trabajando juntos para cuando nuestra civilización alcance el año de la serie, no habrá gente». Sin embargo, no consigue que la mitad de la tripulación de la Enterprise sean mujeres.
Uhura y Spock personifican la integración del 'diferente', seña de identidad de la utopía de Roddenberry. No importa tu especie, tu aspecto, tu origen, tu sexo, tu orientación sexual, tu religión, tu pasado ni que seas un ser artificial, mientras abraces los principios de la Federación: libertad, igualdad, paz, justicia, progreso y derechos universales para todos los seres inteligentes. Los miembros de la alianza planetaria intercambian conocimientos y recursos, colaboran en la investigación científica y la exploración espacial, y acuden a la defensa de sus socios.
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La NBC estrena la serie original el 8 de septiembre de 1966. La mantiene en antena tres temporadas y en 1969, después de 79 episodios, la cancela por la baja audiencia. Para entonces, el espíritu de la Federación ha calado en un significativo grupo de espectadores, los 'trekkies'. Han seguido con pasión, semana tras semana, las aventuras de Kirk y su tripulación, enfrentados a veces a dilemas éticos propios de la sociedad estadounidense de la época, en tramas sobre la irracionalidad del racismo y del belicismo, y otras en las que asoman sentimientos antirreligiosos -propios de Roddenberry, un humanista secular- y antisistema.
Después de la primera temporada, Nichelle Nichols sopesa volver al teatro musical, donde se ha hecho un nombre. «Sigue haciendo lo que haces. Eres nuestra inspiración», le pide Martin Luther King, fan de la serie. Ella se mantiene en sus trece y, entonces, él le dice: «¿No entiendes que por primera vez se nos ve como se nos debe ver? No tienes un papel de negro. Tienes un papel igual». Se queda en la Enterprise. Uhura se afianza como personaje y se da con Kirk el primer beso interracial de la historia de la televisión.
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En 'Star trek: la nueva generación' (1987-1994), hay otros dos 'raros' en el puente de la nueva Enterprise: Data (Brent Spiner) y Worf (Michael Dorn). Data es un androide que, como Spock, ve a la humanidad desde fuera y se vuelve cada vez más humano. Worf es un klingon, especie enemiga de la Federación en tiempos de Kirk y Spock, y ahora aliada. Como en la serie original y en las posteriores, las visitas a otros mundos y el contacto con otras civilizaciones sirven para que nos veamos en esos espejos.
Sexo cambiante
Worf vive un romance peculiar en la estación Espacio Profundo Nueve, en la serie del mismo nombre (1993-1999), con Jadzia (Terry Farrel), una mujer trill que porta un simbionte de nombre Dax. Para vivir, su especie necesita un anfitrión humanoide con el que su mente se fusiona. Dax ha pasado por ocho anfitriones, el último un hombre trill del que Jadzia rememora agradablemente sus juergas y andanzas tras las mujeres. Uno de los viejos amigos de esa anterior 'encarnación' de Dax es Benjamin Sisko (Avery Brooks), comandante de la estación espacial y el primer capitán negro de la franquicia.
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La primera mujer que lidera una nave es la capitana Kathryn Janeway (Kate Mulgrew), en 'Star trek: Voyager' (1995-2001). Con una tripulación más diversa en cada serie, en la Voyager se incorpora un borg, los grandes enemigos de la Federación desde 'Star trek: la nueva generación'. Son cíborgs humanoides integrados en una mente colectiva. Han perdido su individualidad al integrarse en una suerte de colmena. Su único objetivo es que el colectivo asimile otras especies. Siete de Nueve (Jeri Ryan) es una humana, secuestrada de niña por los borg, a la que la capitana Janeway ayuda a librarse de sus implantes cibernéticos y recuperar su vida después de dos décadas luchando por ampliar la colmena. Hasta el enemigo más despiadado puede tener un lugar en la Federación.
Jadzia y otra mujer trill con simbionte protagonizan el primer beso lésbico de la franquicia en 1997; Siete de Nueve deja claro en 'Star Trek: Picard' (2020-2023) que es bisexual; en la tripulación de la nave de 'Star trek: Discovery' (2021-), hay una pareja homosexual estable y un trill no binario… Desde el trumpismo, se considera que las últimas series de 'Star trek' son demasiado 'woke', lo que demuestra su desconocimiento del universo creado por Gene Roddenberry.
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«'Star trek' fue un intento de decir que la humanidad alcanzará la madurez y la sabiduría el día en que empiece no solo a tolerar, sino también a deleitarse especialmente con las diferencias de ideas y de formas de vida. Si no podemos aprender a deleitarnos con esas pequeñas diferencias entre nuestra propia especie aquí, en este planeta, entonces no merecemos salir al espacio y encontrarnos con la diversidad que casi con toda seguridad hay ahí fuera», decía Roddenberry. La Federación Unida de Planetas es el reverso luminoso de la República de Gilead de 'El cuento de la criada' (1985), de Margaret Atwood, una teocracia puritana hacia la que el trumpismo parece el primer paso.
Relaciones extrañas
Hija de Mary Shelley y su 'Frankenstein' (1818), la ciencia ficción no trata abiertamente la sexualidad hasta bien entrado el siglo XX. Durante el bum estadounidense de 1920 y 1930, los directores de las revistas 'pulp' -en las que debutan autores como Isaac Asimov y Robert Heinlein- limitan el sexo a las mujeres ligeras de ropa de las portadas, amenazadas por monstruos, dada la moralidad de la época.
Al otro lado del Atlántico, Aldous Huxley retrata en 'Un mundo feliz' (1932) una sociedad donde los humanos se reproducen artificialmente y el sexo se promueve como actividad recreativa grupal. Y, en 'Juan raro' (1935), Olaf Stapledon crea un mutante que tiene relaciones con su madre y con un chico mayor, y al final renuncia al sexo con humanos por considerarlo bestialismo.
Uno de los primeros en tocar el sexo y la reproducción alienígenas es el checo Karel Capek en 'La guerra de las salamandras' (1936). En 1952, el estadounidense Philip José Farmer publica 'Los amantes', la primera novela de ciencia ficción con el sexo como tema principal, y en los cuentos de 'Relaciones extrañas' (1960) muestra ejemplos de sexo entre humanos y extraterrestres.
Desde finales de los años 60, el sexo es un tema más. Ursula K. LeGuin presenta en 'La mano izquierda de la oscuridad' (1969) a una especie humanoide cuyos individuos son macho o hembra aleatoria y cíclicamente. En 'Cuando cambió', que gana el Premio Nebula en 1972, Joanna Russ nos lleva a una colonia humana en otro mundo donde los hombres se extinguieron por una plaga y las mujeres han encontrado un modo de reproducirse sin ellos.
Extraterrestres de más de dos sexos; alienígenas y humanos o humanos y robots que tienen relaciones... Con más libertad que la televisión, la literatura de ciencia ficción abre el camino que recorren series como las del universo de 'Star trek'.
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