Los tebeos no son solo cosa de niños
Salón del Cómic de Getxo. ·
La 23ª edición acoge entre los días 3 y 5 de octubre un certamen que confirma la pujanza de un sector que cuida su catálogo con más olfato y empeño que nuncaPensadores incontestables de nuestra historia reciente, como Román Gubern o Umberto Eco, por citar dos nombres propios con entidad, de sobrada trayectoria, se revelaron como ... grandes defensores de la historieta, como arte y medio de expresión. Citar ambos nombres de prestigio es un recurso tan obvio como indispensable para reforzar la importancia del cómic en nuestras fronteras, donde no siempre se le trata como merece, culturalmente hablando, a diferencia de otros países como la cercana Francia. Las viñetas no son sólo cosa de niños, un mensaje evidente que, a día de hoy, hay que continuar subrayando. Hay cómics que merecen el mismo respeto que grandes clásicos de la literatura o el cine, disciplinas artísticas con las cuales es inevitable comparar el creciente calado de un medio en constante movimiento que sortea crisis tras crisis manteniendo una frescura envidiable. El pasado lunes se entregó el Premio Nacional a Candela Sierra, por su recomendable obra 'Lo sabes aunque no te lo he dicho', publicada por Astiberri, y este año el Ministerio de Cultura se ha acordado del gremio y ha lanzado varias sustanciosas ayudas para la creación, además de la proliferación de becas para el desarrollo de ideas. Paso a paso, nos vamos acercando al placer de leer tebeos de forma natural, porque son parte fundamental de nuestra cultura y memoria emocional. Se ha recuperado al lector adulto, las editoriales están cuidando su catálogo más que nunca, nutriéndolo con lanzamientos publicados con mayor olfato y mejor empeño. Además, esta apertura de miras en la política de edición ha dado un interesante empuje a obras de lectura compleja dirigidas a un público maduro.
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Una buena manera de disfrutar del efervescente panorama creativo de la historieta es acercándose, del 3 al 5 de octubre, al XXIII Salón del Cómic de Getxo, el mayor evento en torno a las viñetas del País Vasco, un encuentro vital, tanto para profesionales del sector como para aficionados a las viñetas de ayer y hoy, que no se olvida de ese público potencial que está volviendo a comprar cómic tras abandonar su lectura en la niñez. Profanos, eruditos, coleccionistas, nuevos compradores y gente con inquietudes en general se dan cita en un festival cuya oferta va desde exposiciones a stands de venta al público, pasando por mesas redondas, encuentros, talleres y un largo etcétera.
Firmas de peso
Acorde al interés in crescendo del público, y a los sugestivos movimientos del panorama autóctono de la historieta, el Salón del Cómic de Getxo ha ido transformándose para adaptarse a los tiempos, afianzándose como una de las citas más importantes de la península con el arte secuencial como leit motiv. La Romo Kultur Etxea y las zonas adyacentes, en Las Arenas, acogerán el sarao getxotarra con la esperada visita de artistas de renombre como Laura Pérez, autora del cartel del presente año, o Paco Roca, un auténtico fenómeno imparable en el noveno arte. No serán las únicas firmas de peso presentes en el acontecimiento, también estarán, participando en diversas actividades y dedicando ejemplares de su trabajo, Beñat Olea, Jon Mikel Bañales, Sebas Martín, Marika Vila, Fernando Blanco, Raquel Gu, Irene Márquez, Álvaro Martínez Bueno, Mamen Moreu…
Este año el gran premio homenaje que otorga el salón recae en Rubén Pellejero, un artista de proyección internacional. Debutó en el mercado español con la serie 'Historias de una Barcelona', publicada en la revista Cimoc. Desarrolló una fructífera colaboración con el guionista argentino Jorge Zentner, destacando de su amplia y diversa bibliografía conjunta la serie 'Dieter Lumpen' (1985-1994) y el álbum 'El silencio de Malka' (1994), galardonado en 1997 con el premio Alpha-Art al mejor álbum extranjero publicado en Francia. A comienzos del siglo XXI, Pellejero colaboró con otros escritores como Denis Lapière ('Un poco de humo azul', 'El vals del gulag' y 'Un verano insolente'), Frank Giraud ('En carne viva'), Jean Dufaux ('Lobo de lluvia')… En 2015 el reconocido dibujante afrontó uno de los retos más difíciles de su carrera: continuar las aventuras del legendario Corto Maltés de Hugo Pratt junto al guionista Juan Díaz Canales ('Blacksad'), con varios álbumes publicados: 'Bajo el sol de medianoche', 'Equatoria', 'El día de Tarowean', 'Noctuno Berlinés', 'La línea de la vida'… El otro galardón estrella del Salón del Cómic de Getxo recae en la filóloga vasca e investigadora Josune Muñoz. Reconocida como crítica literaria feminista y especialista en cómic, es fundadora de Skolastika, cuyo principal objetivo es estudiar y difundir la cultura y la literatura de las mujeres, con una metodología propia.
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Para quienes disfruten con las exposiciones podrán contar con una selección de imágenes de 'Aventureras gráficas', comisariada por Paco Cerrejón, en colaboración con la Diputación de Sevilla, del 22 de septiembre al 26 de octubre, en la sala de Romo Kultur Etxea. Las cinco autoras incluidas en esta muestra son Natacha Bustos, María Medem, Ana Penyas, Laura Pérez y Nuria Tamarit. Todas buscan la aventura creativa en sus cómics, huyendo de lugares comunes y de recursos cómodos. Asumen riesgos a la hora de enfrentarse a la hoja en blanco. Son aventuras que nos llevan a lugares lejanos y a la calle de al lado, obras donde las protagonistas son, como sus creadoras, aventureras que hacen también al lector aventurero.
Talento de Jon Mikel Bañales
Jon Mikel Bañales (Bilbao, 1998) es una de las grandes promesas del momento. En Getxo presenta el lanzamiento de 'Little Batman' en nuestro mercado. Lleva tiempo trabajando para DC comics tras licenciarse en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco. De talento precoz, vive los salones de cómic «con un punto de nostalgia», según cuenta. «Para mí son lo que me conecta con ese medio con el que crecí desde pequeño. También es una forma de darle valor a un arte que es único, que tiene su propio lenguaje y que ha marcado a muchísima gente. Es como entrar en un espacio donde todo gira en torno a aquello que me hizo querer ser dibujante de cómics. También lo vivo con orgullo, porque me hace ver que esto sigue vivo y continúa atrayendo a la gente». Con tan solo 14 años, sus diseños fueron expuestos en la Feria Internacional del Mueble de Milán. «Lo que más me gusta de mi trabajo es el proceso de dar vida a algo que al principio solo existe como unas líneas en un guion», relata sobre su profesión. «Me fascina cómo, a partir de esas palabras, uno puede crear imágenes que cuentan la historia de forma totalmente visual. A veces el guion es muy detallado, otras veces más libre, y en ambos casos el reto es encontrar cómo escenificarlo. Me gusta comparar a los dibujantes con directores de cine: elegimos a nuestros actores, los personajes, y les damos forma según nuestro estilo personal de dibujo; pensamos en la fotografía para encuadrar y componer las viñetas, diseñamos el vestuario, los decorados, y nos encargamos de los efectos especiales, aunque los nuestros sean a base de lápiz, tinta y papel. Es un oficio muy completo y creativo, y eso es justamente lo que más me apasiona».
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«Para mí tiene un valor añadido que se celebre un evento así en el País Vasco», destaca Jon Mikel sobre el Salón del Cómic de Getxo. «Me parece importante y me ilusiona que existan cosas así aquí, con tanta proyección, ya que acercan el cómic a la gente de esta zona y, al final, es una oportunidad para que más personas se sumerjan en este arte tan rico y tan lleno de posibilidades». En 2021 empezó a trabajar para DC comics, en las historias de Batman, Harley Quinn, Joker y otros personajes.
La autora valenciana Laura Pérez (Valencia, 1983) es la autora del cartel del Salón del Cómic de Getxo de este año, además de participar en la exposición colectiva 'Aventureras Gráficas' que podrá verse en Romo Kultur Etxea. La responsable de 'Nocturnos', uno de los títulos del año, confiesa que le inspira la soledad. «Es una gran compañera», explica. «Hace falta buscar momentos de ausencias y no tratar de llenarlas para que aparezcan en esos huecos ideas que solo se escuchan y se ven si se les deja espacio». Esta sensación puede verse en la imagen que ha realizado para el evento getxotarra, con una mujer en el centro, leyendo con una máscara de un ciervo. La personal artista emociona con aquello que no vemos en sus historias ilustradas, con aquello que no necesita dibujar porque ya está ahí, en los personajes, en las miradas, en los paisajes o en la arquitectura.
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