«En una obra maestra el resultado supera la suma de las partes»
Ha publicado el DVD de 'L'enigma di Lea', su primera ópera, que se estrenó en el Liceu
L'enigma di Lea' fue un debut doble: el de Rafael Argullol como libretista y el de Benet Casablancas como autor de la música de una ópera. El compositor de Sabadell (1956) había experimentado con la voz y se puso a hacer una obra de estas dimensiones y ambición cuando vio «que era el momento». Ahora, la grabación de la ópera, estrenada en el Liceu de Barcelona, ha salido al mercado en DVD y Blu-Ray y Casablancas habla de lo que ha supuesto en su trayectoria.
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- Dos años y medio de trabajo dedicados casi en exclusiva a componer una ópera. Parece mucho tiempo.
- Fue ese tiempo, cierto, aunque podría haber sido menos. El asunto es que tuve que parar para escribir un cuarteto para el Casals, son amigos y no podía decirles que no, y además me coincidió con una residencia en Alemania. Si se piensa bien, no es mucho tiempo para una obra de casi dos horas, con once solistas, un coro y una gran orquesta. Todo eso requiere tomar muchas decisiones, hablar con mucha gente y cumplir unas exigencias de calendario de todo el mundo.
- ¿Partió de un encargo?
- Sí, porque un proyecto así no tiene sentido de otra manera. Sería quimérico dedicar tanto tiempo a una obra si no hay viabilidad en cuanto a su estreno. De todas formas, es una empresa un poco temeraria porque en medio hubo una gran crisis económica y cambió el director artístico del Liceu, lo que obligó a avalar el proyecto de nuevo.
- Argullol y usted debutaban en la ópera. ¿Eso añadió dificultades?
- También eso es temerario. Pero se puede ver de otra manera: siempre hay una primera vez. Aunque yo ya había trabajado con la voz y en una ópera de cámara, había hecho dramaturgia sobre textos de Shakespeare... y Rafael también tenía experiencia escénica.
- Los críticos han sostenido que sigue una tradición que va de Monteverdi a Schoenberg. ¿Se identifica con eso?
- No sé si del todo. La ópera está en italiano porque nos parece que es la lengua franca del género y del Mediterráneo en toda su extensión y porque además la dominan todos los cantantes. Y Monteverdi es una referencia en cuanto al equilibrio entre la música, el texto y la escena. Yo intenté que la obra tuviera una arquitectura muy potente porque lo requiere una partitura de cerca de dos horas. Por eso la diseñé casi como una sinfonía, con introducción, scherzo y adagio. Y cada una de esas partes tiene un gran coro.
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«No hay comparación posible entre un estreno operístico y otra cosa»
- Ha hablado de la suma de música, texto y escena. ¿Esa es la gran dificultad?
- Y todavía hay más elementos, la luz, por ejemplo. Si todo eso no cuaja... En una obra maestra se produce el efecto de que el resultado es más que la simple suma de las partes.
- La ópera está escrita en italiano, menos los coros, que cantarán en el idioma del lugar en que se represente. ¿Por qué lo han hecho?
- Óperas actuales con diferentes lenguas hay muchas. En la primera parte, el coro es clásico, como un coro griego, intemporal; en la segunda, contemporáneo o distópico, si se quiere; y en la tercera, interpela a los espectadores. Por eso tiene sentido que les hable en su lengua. Su razón de ser es puramente dramática.
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Suma de talentos
- ¿Cómo le ha resultado trabajar con tanta gente de distintas disciplinas y que tantos elementos se sumen a su creación en el producto final?
- Es un reto estimulante. Yo nunca había pensado, por ejemplo, en cómo es una discusión cantada que va en un dúo. Tienes que pensar incluso en cuánto durará, cuántos compases serán... y luego verás lo que haces.
- ¿También es distinta la emoción del estreno que si se trata de un cuarteto o una sinfonía?
- No hay comparación entre un estreno operístico y otra cosa. El director, Josep Pons, dijo que hemos dejado una referencia para quienes vengan detrás.
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- ¿Ya tienen programadas funciones en otros lugares?
- De momento, no. Algunos títulos que en su época se abandonaron o se consideraron inejecutables, hoy se tocan de forma rutinaria. Creemos que la publicación del DVD debería hacerla más conocida y de esa manera suscitar interés sobre posibles nuevos montajes.
- Algunos de sus colegas dicen que, por la necesidad de conjugar tantos aspectos, a lo que más se parece hoy una ópera para un compositor es a la música de cine. ¿Está de acuerdo?
- No exactamente. La música de cine es más propensa al subrayado o el contrapunto. Hitchcock y Kubrick son modélicos en la colaboración con los compositores o en el uso de la música ya existente, en cada caso. Pero en general, la música de cine tiende a reforzar la imagen. Por eso no aguanta bien la prueba de escucharla sin las imágenes. En la ópera hay otro nivel de relación. Tiene una grandeza y una dificultad muy específicas. ¿Y en otras obras? Pues también un cuarteto es una peripecia en el tiempo.
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- ¿Escribirá más óperas?
- Tengo otro proyecto en marcha. Me han quedado ganas de hacer más cosas, sí. Podría ser una ópera de cámara. De momento, tengo varias cosas pero en dos o tres años tomaré una decisión sobre eso.
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