«Me interesan los detalles cotidianos, encontrar esa grandeza en lo pequeño»

El año pasado, la escritora Sara Mesa (Madrid, 1976; pronto se trasladó o la trasladaron a Sevilla, donde vive) volvía ganarse a la crítica y a los lectores con una novela. Tras títulos como 'Cuatro por cuatro', finalista del Premio Herralde; 'Cicatriz', Premio El Ojo Crítico de Narrativa y elegido entre los libros del año por muchos medios; 'Cara de pan', 'Un incendio invisible', 'Mala letra' y el ensayo sobre lo difícil que es no tener casa en España, que te convierte en alguien que no existe a muchos efectos, 'Silencio administrativo', llegaba 'Un amor'. La protagonista y narradora se iba a vivir al campo, habitaba una casa vieja, se echaba un perro, se sentía mirada con desconfianza por los vecinos y tenía muchísimas dudas... Y algo de eso, o mucho, hay también en 'Perrita Country', un relato largo o una novela corta publicada recientemente por Páginas de Espuma que es, sin embargo, muy distinto. Desde luego que 'Perrita Country' continúa trenzando muchos de los hilos con los que se construye la obra de esta escritora, pero el tono es un punto más amable, un poco más tierno. Puede que tenga que ver con el animal que le da título, y con el gato El Ujier, los dos compañeros de piso de la mujer que cuenta la historia; pero conste que este no es un libro sobre animales, sino sobre la convivencia.

- Este libro tiene mucho en común con 'Un amor'. ¿El proceso fue paralelo? ¿Cómo surgió 'Perrita Country'?

- Del paralelismo argumental -mujer que se muda sola, adopción de un perro…- solo fui consciente después, no fue algo buscado. De hecho, 'Perrita Country' surge de una primera versión de hace bastantes años, mucho antes de comenzar a escribir 'Un amor'. Mi cabeza a veces funciona así, explorando, casi inconscientemente, diferentes posibilidades narrativas de una misma historia. Y con esto no me refiero solo a variaciones de la trama, sino también de la extensión, del tono, etc. De modo que por muchas similitudes que se busquen, 'Perrita Country' es un libro muy diferente a todo lo anterior, con entidad propia.

- Tengo que preguntar si tiene perro/gato y si se ha dedicado a estudiarlos... Son habitantes de este mundo, y al mismo tiempo es como si fueran de otros, que es algo que está presente en otros de sus libros.

- Sí, los personajes animales que aparecen en el libro, incluida la cría de pájaro, surgen de animales reales que he observado a lo largo de años, mientras que los personajes humanos son todos inventados. Siempre me han gustado los animales y, es más, la literatura sobre animales, empezando por los libros de Gerald Durrell, que de niña me obsesionaban. Pienso también en las pequeñas estampas que Hebe Uhart y Lydia Davis escribieron sobre su estudio de los animales. Y por supuesto está la influencia de 'Mi perra y yo', de J. R. Ackerley, que utiliza el dibujo del animal para retratarse a sí mismo como personaje.

- Compruebo al leerla que cuando una tiene mascota y va al parque pasa como con las madres recientes: todo el mundo tiene algo que decirle... Ese choque con la intimidad recorre todo el relato.

- Sí, aunque suena a algo muy gastado, es cierto que la protagonista alcanza un grado de unión mayor con sus animales (observándolos, aceptando con humildad su desconocimiento) que con las personas que la rodean, que a menudo realizan inferencias erróneas sobre ella. Pero intento describir estos pequeños rasgos de misoginia con ligereza y humor.

- Aquí se presta atención a lo que a menudo nos pasa desapercibido, a los pequeños detalles. ¿Qué podemos encontrar en ellos, y en los márgenes?

- Dios está en los detalles, eso es algo sabido, lo dijo Flaubert y lo pensamos otros muchos. En este caso me interesaban además los detalles cotidianos, encontrar esa grandeza en lo pequeño. No en las conductas extravagantes de los animales (estas que van directas a YouTube), sino en las diarias, el modo en que se mueven, lo que miran, lo que (aparentemente) despierta su interés, sus rutinas...

- ¿Diría que es un libro sobre la convivencia? No me refiero a la de perros y gatos, que sí, sino en general. Hay mucho para reflexionar sobre ello en esta libro: la diferencia, el respeto del espacio y el ritmo del otro.

- Sí, es uno de los temas que se extraen del libro (teniendo en cuenta que yo jamás escribo a partir de temas abstractos, sino de historias concretas), junto con el de la aceptación del misterio que suponen otras especies para nosotros, el reconocimiento de nuestras limitaciones.

- Cuenta aquí con las ilustraciones de Pablo Amargo, colaborador de 'New Yorker', 'National Geographic' y otros medios de renombre, y ganador entre otros del Premio Nacional de Ilustración y varios Award of Excellence Illustration Annual en EE. UU. ¿Qué supone contar con ilustraciones de un artista tan reconocido?

- Es un lujo. Pablo Amargo tiene un talento indudable pero además lo que ha hecho en este libro es ser él todo el tiempo, no plegarse al texto, sino acompañarlo a través de la sugerencia y de su estilo propio. Fui yo quien sugirió que ilustrase el libro porque ya conocía su trabajo, pero una vez que aceptó no hubo más comunicaciones entre nosotros para no interferir en su proceso. Después sí, claro, y me consta que él también está muy contento con el resultado.

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