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Eduardo Iglesias se encuentra en fase de revisión de los héroes de sus antiguas novelas. El Correo
Las críticas de la semana

Iglesias o la distopía de la prohibición

Novela. ·

El escritor donostiarra nos pinta con melancolía una metrópoli sin bares ni bibliotecas, ni museos, ni salas de conciertos

Sábado, 25 de octubre 2025, 18:37

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Si la generación del mayo francés abrazó el 'prohibido prohibir' como lema, la deriva que ha seguido la política en las siguientes décadas no ha ... sido muy fiel a esa consigna. A la cultura de la restricción clásica, que aquella juventud podría identificar con el gaullismo y la moral conservadora, le ha seguido un nuevo prohibicionismo de signo progresista que le hace la pinza a la sociedad de las libertades, esta vez apelando al bien común y a una ética utopista. El resultado de ese cerco al libre albedrío es un modelo social cada vez menos lejano al que Curzio Malaparte definió irónicamente como la dictadura perfecta: «Régimen en el que lo que no está prohibido es obligatorio». Es esa deriva la que justifica el creciente auge de la literatura distópica, que se nutre figurativamente de los totalitarismos que asolaron el siglo XX, en cuya imaginería jugaba un definitivo papel la ilusión del mañana: tanto el comunismo como los nazifascismos rindieron un gran culto a la ciencia, a la técnica y a la estética futurista. De esa deriva híbrida, que no nos permite distinguir si 'el mundo feliz' de Huxley era de izquierdas o derechas, se hace eco la nueva entrega del escritor donostiarra Eduardo Iglesias. 'La ciudad amurallada' nos lleva a un territorio carente de libertad donde se hallan proscritas todas las modalidades de placer, incluidas las artes, que todavía, en nuestros días, constituyen la felicidad en el reino de este mundo.

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