Héctor Abad Faciolince o morir en Ucrania
Ensayo ·
Una excepcional reflexión del escritor colombiano sobre el misil que cayó en una pizzería ucraniana y cambió su vidaLos testimonios personales en relación con una tragedia colectiva tienen un gran valor por sí mismos, pero se agradece si la voz que los aborda ... lo hace con una estimable calidad literaria. El artificio de la técnica o el del estilo no tienen por qué rebajar sino al contrario, pueden intensificar los registros dramáticos del relato. Fue ese el caso de 'Paz, amor y death metal', la novela sobre el atentado yihadista del Bataclan que publicó tres años después, en 2018, uno de sus supervivientes, el español Ramón González, o 'V13', la crónica del proceso judicial por ese mismo atentado terrorista que siguió de forma presencial el escritor francés Emmanuel Carrère y del que nos brindó una versión novelada en 2022 por la cual desfilaban los testigos, los familiares de los fallecidos, los impostores que se hicieron pasar por víctimas y los ciudadanos que tuvieron un comportamiento heroico en medio de la masacre. Por esa razón, el caso de 'Ahora y en la hora', el libro testimonial que ha escrito Héctor Abad Faciolince sobre su trágica experiencia en el escenario ucraniano merece, sin duda, un lugar destacado en el género.
El escritor colombiano viajó a Ucrania como invitado a la Feria del Libro del Arsenal, en Kiev, a mediados de 2023, cuando ese país llevaba más de un año en guerra haciendo frente a la invasión rusa. Tras una serie de actos no ajenos a su compromiso político y humanitario, asistió, en una pizzería de la ciudad de Kramatosk, situada en la región del Dombás, a una cena de despedida con varios colegas relacionados con el mundo de la edición; entre ellos, la joven novelista y poeta de Leópolis Victoria Amélina. Fue esta una de las trece víctimas mortales que se cobró el misil que cayó aquella misma noche en el centro del establecimiento, y de cuya explosión Héctor Abad Faciolince salió milagrosamente ileso. A sus 37 años, Victoria Amélina era la que más edad tenía de los fallecidos, cuya media apenas sobrepasaba los 20 años, y entre los que se hallaban dos hermanas gemelas de 14 que compartían mesa con su propio padre, único de los tres que logró salir vivo.
'Ahora y en la hora' es un texto excepcional y desgarrado que gira en torno a ese hecho traumático del cual el autor, que en aquellas fechas aún se estaba recuperando de una grave intervención quirúrgica a corazón abierto, ha querido dejar constancia escrita, venciendo un desánimo que en estas páginas es absolutamente palpable y a la vez brindándonos una amplia serie de reflexiones en las que trata de buscar un sentido a lo que no lo tiene. Reflexiones que le llevan a reparar en que esa experiencia de la muerte cercana en Ucrania, él la vivió cuando tenía 65 años, exactamente la misma edad que tenía su padre cuando la labor de activista en favor de los Derechos Humanos le llevó a ser asesinado en 1987 por los grupos paramilitares que habían llenado su país de sangre. Reflexiones sobre la vida y la muerte, sobre la Justicia imposible y la impunidad habitual de los genocidas; sobre un más allá de este mundo y un Dios en los que no cree; sobre nuestra insignificancia y la banalidad de las última palabras que pronunció Victoria Amélina antes de morir y con las que el escritor no puede dejar fatalmente de recordarla: «No te preocupes, parece zumo de manzana».

Reflexiones sobre el mal, que para él no es, ni puede ser nunca, una abstracción, ya que siempre se presenta como el atributo de seres de carne y hueso. Aquí Faciolince va mucho más allá de lo autobiográfico para adentrarse en la interpretación de las grandes atrocidades históricas y señalar la responsabilidad esencial que en ellas tiene indefectiblemente el individuo. Coincidiendo con Vasili Grossman, afirma que «el mal es una persona con un rostro y un nombre». Fiel a ese axioma, sostiene que ni los crímenes nazis ni los comunistas que asolaron el siglo XX fueron fruto de la fatalidad, sino de sujetos concretos como Hitler y Stalin, sin los cuales Alemania y Rusia habrían sido otras. Como el presente ucraniano hoy sería otro sin la existencia y la sed criminal de Vladímir Putin.
El libro es un homenaje, pero también un estremecedor réquiem por Ucrania. Y, en éste, el escritor no se deja nada en el tintero. En ningún momento elude el compromiso con la verdad. Va del trágico, reciente y amnésico pasado del siglo XX marcado por el estalinismo y el nazismo hasta el hoy y el ahora, cuando el delirio imperialista de un fanático ha segado a toda una generación que tenía una vida por delante, aunque la prensa apenas muestra misteriosamente las fotografías de sus rostros que la harían visible.
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'Los cuchillos largos' Irvine Welsh
Un thriller absoluto
J. Ernesto Ayala-Dip

Es probable que a muchos lectores de estas páginas les suene el nombre de Irvine Welsh («Ah sí, el autor de 'Trainspotting'» y seguramente se estarán refiriendo a la película sobre la novela del mismo título). Los letraheridos de siempre habrán seguido leyendo más novelas de Welsh, con películas o sin ellas, sencillamente porque sus historias calan mucho. Pues bien, ahora tendrán la oportunidad de disfrutar con otra novela suya, un thriller, (un thriller sociológico lo llamaría yo, tal vez un pelín demasiado sociológico para mi gusto). Se trata de 'Los chuchillos largos'.
La nueva novela de Irvine Welsh transcurre durante en Edimburgo una semana. Comienza con un prólogo y termina con un epílogo. Escrita en tercera persona, esta voz alterna con otra en primera, incluso el autor se ocupó de que su tipo de letra se remarcara para diferenciarla de la voz omnisciente que nos relata el grueso de la historia.
Todo empieza con la descripción de una castración espeluznante. Unas manos llevan a cabo la macabra operación mientras una segunda persona observa, ayuda y filma.«Un adversario es alguien a quien quieres derrotar. Un enemigo es alguien a quien quieres destruir», precisa un texto al comienzo de la novela. «Con los adversarios, los acuerdos son virtuosos: después de todo, el adversario de hoy puede ser el aliado de mañana. Pero, con los enemigos, alcanzar acuerdos supone una conciliación insatisfactoria. En nuestra época, se está perdiendo la distinción unos y otros». Esta sentencia es crucial para entender el desarrollo de la trama. Y de su centro moral y político.
Una vez que el lector conoce la castración como si la estuviera viendo en directo, con toda su crueldad y dolor, entra en acción el inspector Ray Lennox, que como reza la contraportada del libro, es un viejo conocido del lector. Lennox tendrá que investigar este asunto y otro anterior con el que quiere relacionarlo. La víctima actual era un conocido político sospechoso de varias prácticas, todas alejadas absolutamente de lo exigible moralmente a un representante de la ciudadanía que le votó y de la que no le votó.
Los tramos dedicados a la descripción de la violencia son casi cinematográficos, sin que ello signifique una prosa deshumanizada. Al contrario, la escritura es la de un estilista que pone mucho cuidado en transmitirnos sensaciones entre el horror, el asco y la admiración. Lennox además arrastra algunos problemas consigo mismo, droga y alcohol, perniciosos elementos que desactivarían a otras personas y en cambio en él activan la pericia y la intuición infalible. He sugerido más arriba que la novela iba un poco sobrada de mensaje edificante en sus tramos más sociales o políticos. Pero 'Los cuchillos largos' está tan magníficamente escrita (y traducida) que ese defecto, en caso de serlo, podría perfectamente disimularse.
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'Nuestros días serán infinitos' Claire Fuller
Sola en el bosque
Pablo Martínez Zarracina

Dos novelas publicadas en Impedimenta -'Tierra inestable' y 'La memoria de los animales'- nos presentaron a Claire Fuller como una maestra en esa clase de distopía que toma forma a escasos milímetros de la realidad, generando una inquietud particular y profunda. Publicada en Reino Unido en 2015, 'Nuestros días serán infinitos' es la primera novela de la autora inglesa y funciona como una introducción perfecta a su universo. Al tiempo, confirma la sensación que transmitían sus libros posteriores: la de encontrar una de las fuentes realmente originales de una de las corrientes que definen la narrativa de los últimos años.
La protagonista de la novela es una mujer llamada Peggy Hillcoat. Al comienzo del texto observa una foto en la que aparece sus padres en torno a la treintena, la edad que ella tiene en el momento de la narración. La mujer se fija especialmente en su padre y siente la extrañeza de verlo joven y despreocupado. Lo que parece una típica epifanía familiar se transforma pronto en algo más extraño. «El verano en que fue tomada la foto, mi padre reacondicionó la bodega para convertirla en un refugio nuclear». Así comienza una fábula siniestra: cuando Peggy tenía ocho años su padre, un preparacionista fanatizado, la secuestró y se la llevó a una cabaña perdida en los bosques, convenciéndola de que algo terrible había pasado en el mundo y ellos eran los únicos supervivientes. Aquello fue la traslación de una crisis matrimonial a un apocalipsis colectivo, algo que puede no llegar a distinguirse desde la perspectiva de una niña.
Lo que viene después es la reconstrucción de una pesadilla: durante años, el padre de Peggy transformó la vida de su hija en una fantasía delirante (el hombre llega a construir un piano de madera para que su hija disfrute de la música inexistente) y llama a la pequeña 'Punzel' por Rapunzel, la protagonista del cuento de los hermanos Grimm. Como en la versión original de esos cuentos fundacionales, la historia de Claire Fuller es cruel, pero no maniquea. Al contrario, aspira a un reflejo completo de la verdad humana: ni la madre de la protagonista ni ella misma son ajenas a la maldad que su padre rezuma. A eso hay que añadirle que la escritura de la autora británica es un alarde de desnudez para entender lo que 'Nuestros días serán infinitos' tiene de versión contemporánea de un cuento infantil perverso en el que entran en juego elementos como el divorcio o el pánico nuclear. Entre los atractivos de esta novela, su afán por avanzar sin estruendo en las direcciones prohibidas. Por ejemplo, la que explora la posibilidad de que una niña secuestrada durante años y sometida a una realidad aislada y ficticia pueda no ser ajena a la felicidad y el descubrimiento.
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'Aubrey Beardsley' Luis Antonio de Villena
Retrato de un pintor maldito
Iñigo Linaje

Luis Antonio de Villena es un escritor al que siempre le han seducido los creadores periféricos o malditos. Lo ha demostrado en su trabajo como crítico literario a lo largo de décadas, pero también en libros de poemas como 'Marginados' (donde retrata con maestría los bajos fondos de la noche de Madrid) y en novelas como 'Fuera del mundo', en la que dibujaba a un personaje tan seductor y atractivo como fascinado por la decadencia y la derrota.
Ahora, de la mano de Fórcola, y en su faceta de ensayista, rescata la figura del pintor inglés Audrey Beardsley (1872-1898). Fue un transgresor y un personaje excesivo para su época que satirizó a la sociedad victoriana en la que vivía. Partiendo de esa premisa, se adentra en su personalidad y traza un pequeño perfil de su vida y su obra. La semblanza literaria del pintor es ajustada en páginas (apenas cincuenta) y el volumen se completa con una nota de Rubén Darío y un apéndice con incontables litografías y cuadros del artista.
A través del relato del escritor podremos seguir los pasos de este niño prodigio que murió de tuberculosis a los 25 años y que destacó sobre todo como pintor e ilustrador. Y también el oscurantismo que rodea su sexualidad, la relación con su hermana y su amistad con Oscar Wilde. Pero, sobre todo, los pormenores de su trabajo como pintor y los diversos artistas coetáneos con los que se relacionó.
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'Literatura, lengua y lugar' Jaume Subirana
Literatura y termodinámica
Iñaki Ezkerra

La RAE define la termodinámica como «parte de la física en que se estudian las relaciones entre el calor y las restantes formas de energía». Esta disciplina científica ha inspirado a Jaume Subirana, catedrático de Literatura Catalana en la Universitat Pompeu Fabra, para su ensayo 'Literatura, lengua y lugar', en el cual establece una relación teórica del concepto termodinámico de entropía con el arte que cultivaron Shakespeare y Cervantes. El libro parte de una coincidencia: en mayo de 1865, el físico prusiano Rudolf Clausius expuso en Zúrich esa gran aportación a la Ciencia y la Historia de las Ideas mientras el joven Jacint Verdaguer recogía, vestido de payés, en el Saló de Cent de Barcelona los premios de unos juegos florales a los que había presentado su poema 'Dos màrtirs de ma pàtria'.
Subirana contempla como un fenómeno extemporáneo el estudio tradicional de la literatura basado en una 'combinación de exégesis textual y vidas de santos' que, al tratar el hecho literario como un ente estable, aislado y cerrado, ya no sirve para explicar el activo, acelerado y cambiante papel social de la escritura y de la lectura. Frente a lo que considera un anacronismo, nos propone pensar la literatura en términos de energía, de procesos y de esa misma entropía que define como 'la medida del desorden de un sistema' o 'la energía no utilizable para realizar un trabajo'. Aunque el ensayo pivota en torno a las letras catalanas, el autor piensa que su tesis es aplicable a todas las literaturas.
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'Muñagorri, el conde y las condesas' Eugenio Ibarzabal
De la Ilustración truncada a la intransigencia carlista
Julio Arrieta

Cuenta Eugenio Ibarzabal que una reflexión planteada por Julio Caro Baroja es el origen de 'Muñagorri, el conde y las condesas'. «¿Cómo es que, habiendo tenido el siglo XVIII gentes tan admirables y ofrecido un camino tan prometedor, se pudo caer luego en un siglo tan atroz?», se preguntó el antropólogo hace 45 años en una conversación en Itzea. Ibarzabal, veterano periodista y escritor, entrega ahora su respuesta a esta incógnita y su principal derivada, cómo y por qué comenzó lo que se ha dado en llamar 'el problema vasco', en un denso volumen de 704 páginas. Asegura el autor que «no estamos ante un libro de historia; tan solo he pretendido contar una historia a través de sus protagonistas». Lo segundo es cierto, no así lo primero. Estamos ante un libro de historia y de hecho ante uno basado en una labor de documentación imponente, pero hilado como una narración, lo que aligera notablemente su lectura, sin que pueda llegar a ser calificada como una novela histórica propiamente dicha. El relato, estrictamente cronológico, se inicia con el regreso a Azkoitia de Manuel Ignacio Altuna Portu en junio de 1745 y concluye en diciembre de 1839. Es una historia guipuzcoana en esencia en la que se acumulan numerosos personajes históricos, entre los que destacan los cuatro mencionados en el título: el escribano José Antonio Muñagorri; Manuel José de Zavala, tercer conde de Villafuertes; Escolástica de Salazar, condesa de Villafuertes; y Pilar Acedo, condesa de Echauz.
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'Garrincha y su Beretta' Juan Infante
Nadie puede con el gangster de Olabeaga
Óscar Beltrán de Otálora

Óscar Beltrán de Otálora
Tengo que reconocer que soy un fan de las historias del gánster de Olabeaga, de ese Garrincha otoñal que protagoniza las novelas más recientes de Juan Infante. Cada vez que leo uno de sus libros creo que Garrincha es un personaje real, que sus aventuras han sucedido o suceden en el Bilbao que se describe de una forma tan verosímil que puede olerse y que este peligroso antihéroe está ahora tomándose un negroni en algún lugar de postín mientras alguien le suplica su ayuda.
En 'Garrincha y su Beretta', Juan Infante nos sumerge en una trama fascinante, en la que una familia bilbaína de rancio abolengo se ve envuelta en una oscura historia con incendios, crímenes y mafias internacionales. Hay muertos frente a la torre Iberdrola, emboscadas en Vitoria y citas peligrosas en el parque de Doña Casilda. Infante ha creado un nuevo personaje en este libro, la periodista Bárbara Alberdi, una reportera de raza que puede ser tan certera como el propio Garrincha a la hora de aclarar la ola de crímenes que sacude un Bilbao hipnótico de garitos y clubes con sillones de cuero. Este remedo de la ya clásica Lisbeth Salander es un hallazgo que todavía hace más interesante la historia.
Infante ha escrito una novela magnífica y original. Ha roto el esquema clásico de un policía ante un crimen para crear historias corales en las que ese peligroso y honrado bandido, Garrincha, sobrevive pese a tenerlo todo en contra. Si tienen problemas, búsquenlo.
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'James Joyce' Edna O'Brien
Una exacta biografía de Joyce
Jon Kortazar

Hace un año reseñamos la biografía de Byron que la novelista Edna O'Brien dibujó con pulso certero. Llega ahora a las librerías el retrato de un autor del siglo XX: James Joyce. Un título directo, sin adornos. Una señal de lo que vamos a encontrarnos en sus páginas.
Edna O'Brien aplica un tratamiento casi novelesco a la representación del escritor que trae a sus páginas. No hay datos novedosos, pero tampoco una serie de citas. Más bien la autora ha considerado al personaje tras leer lo que se escribió sobre él, para ofrecer una visión personal y muy vívida del autor del 'Ulises'. De la lectura del libro parece desprenderse un interés por la configuración de la imagen del artista, más que una atención sobre los pequeños datos de su vida, que tampoco faltan. Si Edna O'Brien considera que debe detenerse en alguna peripecia vital, será porque ese dato mantiene una carga de significado que ayuda a comprender a la persona.
Son destacables los capítulos que la autora dedica a la relación entre el escritor y su mujer, Nora, con las referencias a las cartas que se cruzaron entre ellos, que dan cuenta de su intimidad, así como aquellos en los que desarrolla la escritura del 'Ulises' y esboza una clarificadora lectura de la novela. Es probable que en la biografía no haya datos nuevos, lo que sí destaca es la mirada con la que Edna O'Brien descubre la amplia sombra del gran novelista que fue y es James Joyce.
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'Al otro lado del mar' Amado Gómez Ugarte
Por el universo de Pinilla
Elena Sierra

Hay ecos de la obra de Ramiro Pinilla, el gran escritor bilbaíno que convirtió a Getxo en universo literario, en esta novela del alavés Amado Gómez Ugarte que ganó el 38º Premio Gabriel Sijé de Novela Corta. Y el autor lo reivindica desde esa dedicatoria a Pinilla de la primera página en la que escribe «del que todos aprendimos tanto». En 'Al otro lado del mar' hay campas junto al Cantábrico, personajes del baserri que se cruzan con los grandes terratenientes e inversores del principios del XX. Hay señor y señorita, maestra, cura, criadas, todo muy de la época, y hay hasta algún sucedido extraño, como esa carta que llega por error desde Inglaterra hasta las manos del aldeano Zacarías Ipurdi, el personaje motor de la historia. Desde ese momento, el campesino empieza a poner los ojos en otro lado, en algo más grande. Su historia es la de alguien que ambiciona, desea más, se niega a quedarse con lo que se quedaron todos los suyos antes que él. Hay una ruptura con su pasado y con su árbol genealógico, un choque generacional. Mientras Zacarías va tejiendo, en connivencia con algunas mujeres, estrategias para aumentar su patrimonio -para quitarle al señor lo que en realidad nunca debió de ser de él -ahí está la lucha de clases- se desarrolla la vida de todos a su alrededor. Gómez Ugarte lo cuenta en tono casi de cuento, ligero, sin detenerse mucho en ningún momento, avanzando a buen ritmo por 40 años de existencia en un rincón de Getxo.
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