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Iñigo Linaje
Viernes, 18 de abril 2025, 21:07
Lídia Jorge (Boliqueime, 1946) es una de las escritoras más importantes y traducidas de la literatura portuguesa actual. Filóloga de formación, ha vivido en Angola ... y Mozambique -donde se dedicó a la enseñanza- y ahora reparte su tiempo entre su Algarve natal y la ciudad de Lisboa. Autora de novelas como 'Los tiempos del esplendor', 'Estuario' o 'Los memorables', en su libro más intimista y personal, 'Misericordia' (La Umbría y la Solana), narra la vida de su madre a partir de las grabaciones que esta hizo -a modo de diario- durante sus últimos meses en una residencia de ancianos.
Dentro de ese microcosmos encontramos a una mujer sola que dialoga con la noche, y que en la intimidad que le ofrecen la soledad y el silencio rememora fragmentos de su vida. Pero, sobre todo, asistimos a la relación que mantiene con los otros residentes, con las cuidadoras y con las personas que la visitan, unos vínculos en los que busca siempre las epifanías cotidianas de una vida en el filo del adiós. Y donde se dan cita -además- todas las pasiones humanas, que abarcan desde el amor más fraternal a la envidia y la traición. Todo un fresco existencial -narrado con pulso firme y una prosa preciosista y coloquial a la vez- en el que conviven la deshumanización y la empatía más solidaria.
- ¿Es la primera vez que construye una novela a partir de un suceso personal, en este caso el relato de los últimos meses de vida de su madre?
- Si tuviera que dar una respuesta vaga diría que sí, pero siendo sincera diré que todos mis libros están basados en hechos personales. Escribí dos novelas sobre la Revolución en mi país porque viví intensamente aquella época. La Guerra Colonial, que seguí de cerca, dio como resultado 'La costa murmurante' y se basa en la experiencia directa que viví en África. En 'Misericordia' permití que el vínculo con la realidad estuviera más presente.
- ¿Qué le permite como narradora ese subgénero tan en boga en la actualidad denominado autoficción?
- 'Misericordia' poco tiene que ver con la autoficción. Es un libro sobre la resiliencia de un grupo de personas mayores que se enfrentan al enigma de la existencia, contado a través del diario de uno de ellos. En este caso, la señora Alberti es el hilo conductor de la narración. Cuenta la historia de una mujer que atraviesa el siglo XX y se acerca al destino común de las mujeres europeas de su tiempo, que tuvieron la ambición de desempeñar un papel en la vida que no pudieron lograr. Lucharon para que sus hijos estuvieran formados culturalmente y tuvieran un destino diferente.
- ¿En qué medida 'Misericordia' es un libro de Lídia Jorge y en qué medida lo es de su madre? ¿Podríamos decir que es un libro escrito a cuatro manos?
- Es un libro escrito solo por las manos de su autor. La relación de la voz de mi madre se transfiguró de manera que el testimonio dejado fuera cercano a la verdad. En cierto modo, la advertencia con la que se abre el libro llama la atención sobre el hecho, cuando se refiere a que la voz del escritor fue superpuesta a las grabaciones. Lo que agradezco a mi madre es su vida entera, y el hecho de que su vitalidad me haya contagiado para escribir. Su fuerza no solo se refleja en este libro. Su fuerza me condujo al oficio de escribir.
- En un momento de la narración la protagonista dice que «el dolor no se puede describir». A lo largo del libro hay un deseo de resaltar las epifanías cotidianas (esos momentos de alegría en un lugar como es una residencia de ancianos). ¿Es deliberado ese intento de resaltar la dicha en un entorno hostil?
- No es deliberado. Corresponde a mi manera de ver el mundo. Con la literatura intento hacer lo que hacen los compositores con la música, encontrar las notas adecuadas para promover el canto humano. La canción humana no siempre es de felicidad, pero siempre es un intento de encontrarla, aunque a veces solo quede la dolorosa pregunta sobre la dificultad de vislumbrar la luz.
- Las pasiones humanas están muy presentes a lo largo de la novela. Triunfan el amor y la empatía sobre el odio y el desdén. La realidad, por desgracia, no siempre es así…
- Creo que 'Misericordia' es un libro sobre el valor sustancial de la lucha humana por encontrar el significado de la supervivencia. Y esto sucede a través de momentos de fraternidad compartida frente a las dificultades de la vida. Los ancianos de este libro se mueven en un escenario cerrado, pero están en medio del mundo. Por otra parte, el discurso de la señora Alberti con la Noche la sitúa ante el enfrentamiento con lo absoluto. No creo que el libro tenga el sentido romántico de los buenos sentimientos triunfando sobre el mal. Pero me alegra esta interpretación, porque quizás algún plano narrativo ofrece esta sensación de armonía.
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