El Filantropismo educativo de Johann Basedow

Las escuelas elementales se multiplican y se mejoran cualitativamente métodos y contenidos. En 1763 se introduce el estudio de las ciencias naturales, la geografía y la historia. En las secundarias, gracias a la labor de pietistas como Johann Semler y Johann Hecker, se aboga por un nuevo tipo de institución, la 'Realschule', donde se da gran importancia a las materias científicas y modernas.

El llamado «nuevo humanismo alemán», que reacciona contra la excesiva influencia francesa y se remite al concepto griego de hombre integral (la inspiración viene de Winkelmann, Herder y Lessing), produce cambios notables en los 'Gimnasium', en los cuales se concede mayor espacio a la lengua y la literatura griegas y se procura realizar un desarrollo más amplio y armonioso de la personalidad juvenil, cuidando más la formación estética que los aspectos filológicos.

Pero el máximo impulso al progreso educativo alemán en dicho siglo se lo dio el movimiento pedagógico denominado Filantropismo, del que fue promotor Johann Bernhard Basedow, teórico y pedagogo de cuyo nacimiento en Hamburgo se han cumplido recientemente 300 años. Fue profesor de Filosofía y Elocuencia en la Academia danesa de Sor y en el gimnasium de Altonay, en el que la inspiración ilustrada asumía un calor casi religioso y se hacía apostolado de «filantropía», es decir, una acción encaminada a realizar la máxima felicidad de todos los hombres a través de la educación.

En sus 'Reflexiones a los amigos de la Humanidad y hombres poderosos sobre las escuelas, los estudios y su influencia en el público bienestar' (1768), apelando al patriotismo y a la conciencia de los deberes cívicos en favor de sus ideales humanitarios y, en el fondo, cosmopolitas, critica duramente el pasado y hace votos por una radical reforma escolar.

El 'Libro metódico para padres y madres de familia y países' (1770) y la 'Obra elemental' (1774) recogen también su ideario pedagógico y sus reformas. El eje de las mismas estaba constituido por grandes escuelas populares capaces de realizar una verdadera formación del ciudadano; la escuela burguesa que debía venir después de la popular y comprendía el estudio del latín, el francés, las matemáticas, la física (experimental), la música, el dibujo y la danza; y, por último, el 'gimnasio', último eslabón antes de la universidad.

El principio básico de la instrucción debía ser «no mucho y placenteramente» y la practicidad se convertiría en el alma de la enseñanza. Incluso las lenguas debían emplearse en determinadas materias (el latín para la filosofía natural y la historia, el francés para la moral, la política y la religión). En 1774, por encargo del príncipe Federico de Anhalt, fundó en Dessau un instituto llamado 'Filantropinum' en el que se admitía gratuitamente incluso a estudiantes pobres. Con una gran variedad de actividades y juegos, con una gran insistencia sobre los métodos de aprendizaje placentero, hacían singular contraste algunos aspectos disciplinarios como el uso de castigos corporales y minuciosísimos horarios.

El pedagogo alemán carecía de dotes organizadoras y pronto tuvo que abandonar la dirección de la escuela que se cerró a los tres años de su muerte, aunque discípulos como Christian Salzmann continuaron su labor fundando nuevos 'Filantropinum', en este caso en Schepfenthal (Turingia), en 1784.

Basedow abogó siempre por una educación regida por el Estado y de ahí la importancia que tenemos que concederle en el paso definitivo que se dio en Prusia para la total estatalización del sistema escolar. Los demás estados alemanes hicieron reformas análogas a las prusianas, aunque sin llegar a una completa estatalización. En las escuelas alemanas, ya para entonces en mayor número y mejor organizadas que las de cualquier otro país, se preparaba la generación de filósofos, científicos y literatos que a la vuelta de pocos años lideraron la cultura europea (Kant, Schlegel, Fichte, Hegel, Herder, Humboldt, Schiller, Hölderlin, Goethe, etc.).