Borrar
E. C.
La mirada

Entonces

Sábado, 7 de junio 2025, 00:04

Iniciábamos, confiados, ayudados por los libros, una espiral abierta de ideales, hallazgos y sensaciones que nos iban dando, poco a poco, cierta creciente seguridad íntima ... y discursiva. Eran también los efectos de la edad y la moda juvenil de entonces. Entrábamos en las librerías y las tiendas de discos con avidez, en busca de lo que había que leer y oír para hacerse una personalidad. Aspirábamos, siguiendo las pistas canónicas, a conformar nuestro propio criterio, es decir, aprenderíamos a distinguir y apreciar la calidad de una frase larga, de un adjetivo exacto, de un diálogo inspirado. Íbamos al cine, leíamos revistas -algunas inescrutables-, visitábamos exposiciones y museos, soñábamos con paisajes lejanos y civilizaciones antiguas cuyos vestigios contemplaríamos algún día. Había algo magnético en las portadas y en el olor de los libros recién comprados, en las carátulas de los discos, en los títulos memorables, en los nombres de las ciudades remotas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Entonces

Entonces