¿Disolución de la arquitectura?
La planificación del territorio con un enfoque estrictamente económico se olvida de los criterios de armonía y belleza
Javier Cenicacelaya
Sábado, 7 de septiembre 2024, 00:07
Hace más de medio siglo el crítico e historiador de la arquitectura Manfredo Tafuri se refería al devenir de la arquitectura en las décadas finales ... del siglo 20, y en el futuro subsiguiente. Vaticinaba que la arquitectura acabaría «disuelta» en el urbanismo, y éste a su vez terminaría embebido en lo que se ha dado en llamar la planificación del territorio.
Publicidad
La arquitectura como disciplina ha tenido un amplio recorrido en el tiempo, siglos de hecho; y lo mismo puede decirse del urbanismo, entendido como la configuración formal de las ciudades.
La planificación del territorio, sin embargo, no conlleva una figuración formal como lo hacen tanto la arquitectura, como aun en grado menor, el urbanismo. La planificación del territorio es fundamentalmente una visión estratégica de cómo se ha de desarrollar una importante extensión del territorio; es decir cómo, por ejemplo, han de ser las infraestructuras (de comunicación, ferroviarias, aeroportuarias, etc.), o la ubicación de determinados servicios a amplios ámbitos, como los hospitales, campus universitarios, cuarteles, etc.. La planificación del territorio es en última instancia una planificación estratégica, lo que en el mundo anglosajón se diría 'strategic planning', con revisiones periódicas para analizar la viabilidad económica y financiera de lo que se propone. Es en suma, una cuestión relacionada muy directamente con la economía, una planificación económica.
El tiempo parece haber dado la razón al profesor italiano. Hoy asistimos a una desintegración de muchas disciplinas, en aras de una creciente especialización. La arquitectura no ha escapado a este fenómeno. Ya se habla de la necesidad de desgajar el urbanismo de la enseñanza de la arquitectura, y concentrarlo en una escuela de urbanismo; y por otra parte, el proceso de desintegración alcanza al urbanismo ya disuelto en la planificación del territorio. La desintegración está justificada para profundizar en determinadas áreas del conocimiento. En lo que concierne a la arquitectura, supuestamente para profundizar en el urbanismo.
Ante esto me parece oportuno señalar que separar arquitectura y urbanismo debilita indefectiblemente a la ciudad; porque la ciudad para ser armónica y bella, conlleva atender tanto a la arquitectura como al urbanismo, o si se quiere, el urbanismo necesita tener presente a la arquitectura.
Publicidad
Considero que la fragmentación ya se ha dado. Sólo el movimiento del 'New Urbanism' ha planteado la necesidad de prever la arquitectura de un determinado urbanismo. Esto explica el éxito de este movimiento en los Estados Unidos, donde nació. Y si bien este movimiento no deja de ser residual y en determinados aspectos controvertido, ha puesto en evidencia los resultados de esa desvinculación de arquitectura y ciudad. La ciudad americana, esencialmente suburbana, está lejos, muy lejos, de la calidad de la ciudad europea; y ello sucede desde las tesis de uno de los padres de esa república: Thomas Jefferson (1743-1826) que fue vicepresidente del segundo presidente, John Adams, al que sucedió como tercer presidente desde 1801 a 1809.
Jefferson sostenía la tesis de que toda república de hombres libres debía de suministrar una parcela de tierra a cada ciudadano para construir su casa. De ahí viene la desmesurada extensión superficial de la ciudades norteamericanas, es decir el 'sprawl'.
Publicidad
Después de la Segunda Guerra Mundial el presidente Franklin D. Roosevelt potenció la construcción de infraestructuras a fin de acelerar la economía, era la política del 'New Deal'. Robert Moses fue el responsable de que numerosos barrios y comunidades quedaran partidos por el paso de amplias autopistas, destruyendo la urbanidad de esas comunidades. Jane Jacobs dió la voz de alarma ante esa vasta operación de planificación del territorio, publicando en 1961 su famoso libro 'The Death and Life of Great American Cities', que paralizó los planes de Moses y atrajo la atención de los arquitectos. Ese fue un importante episodio que evidenció cómo la planificación del territorio no es urbanismo, sino planificación económica, ignorando a la arquitectura. Y en esas estamos.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión