
Churchill y sus discursos
Luces y sombras. ·
Un estudio analiza el pensamiento político de un hombre de acción y gran comunicador: brillante, osado y oportunistaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Luces y sombras. ·
Un estudio analiza el pensamiento político de un hombre de acción y gran comunicador: brillante, osado y oportunistaWinston Churchill ocupa un lugar relevante en la historia del siglo XX, tanto por el papel que le tocó jugar como por la gran aportación ... teórica de su pensamiento. Hombre de acción a la par que lúcido en sus ideas, personaje notable e imagen de la política de otra época, orador brillante que no rehuía los enfrentamientos ideológicos y defensor de la democracia liberal (libertades ciudadanas) frente a las autocracias, sus discursos son un claro ejemplo de todo ello y un legado de gran valor histórico. Numerosos libros, congresos, películas, series de televisión, etc. definen su figura, su forma de actuar, la ironía de sus comentarios y de sus frases ingeniosas y, también, la seriedad de sus ideas.
Biografías sobre este gran orador, fabricante de historia y bebedor empedernido se han publicado muchas. Sin embargo, existen menos estudios sobre la evolución del pensamiento político que emana de sus palabras, frases y discursos. Y este es el caso del libro que han publicado este año Salvador Rus Rufino, Eduardo Fernández García y Emilio Ramos Calzón, 'Winston Churchill. Ideas y acción política en sus discursos'.
Las dos partes en que se estructura la obra (Churchill en la cultura política inglesa en su sesquicentenario y Discursos sobre la acción política) no aspiran a completar la biografía del inglés más importante de su tiempo, sino que definen con acierto cómo evolucionó su ideario a lo largo de su trayectoria vital. Un esbozo ideológico vigoroso y trascendental acompañado de un florilegio de sus más importantes discursos, los que determinan con mayor claridad su credo político y filosófico.
Winston Churchill fue un eximio y consumado comunicador, atrevido, decidido, osado y oportunista, al que los riesgos le hacían crecerse. Escribió siempre sus propios discursos, al igual que hizo con las excelentes crónicas periodísticas (en defensa de los valores humanos más elevados) que recogieron sus 'Memorias de la Segunda Guerra Mundial' y que le sirvieron para conseguir el Premio Nobel de Literatura en 1953. Desde muy joven fue un pensador independiente y su capacidad para tomar decisiones audaces y aprender de los reveses y equivocaciones lo convirtieron en un líder histórico en vida y después de ella. Como incluye este libro en su portada, «Nunca te canses, nunca te desesperes» («jamás vaciles, jamás te fatigues, jamás desesperes») fue uno de sus lemas al que es inevitable añadir el que dice «Nunca me preocupa la acción, sino la inacción». Ambos sustentan la columna vertebral de su pensamiento y de su vida política, y se manifiestan en las tres pautas que seguía para tomar decisiones: tener siempre muy claro y a la vista la esencia de la cuestión a resolver, compensar y nivelar los dos lados de cualquier decisión y tener la capacidad de cambiar de opinión cuando nueva información así lo exigiera. Se movía como pez en el agua en la toma de decisiones utilizando un lenguaje directo, irónico en muchas ocasiones (correspondencia con Roosevelt) y franco que muchos consideraban insoportable.
La hiperactividad caracterizó toda su trayectoria vital y así se manifiesta en la travesía de revoluciones y guerras; en el salto del partido conservador al liberal y de este al primero; en su recorrido temprano por el mundo, de la India a Sudáfrica y de Cuba a Sudán; en sus horas bajas del período de entreguerras, que dedicó a estudiar y escribir, y en su lucha contra la depresión.
Los discursos de este libro reflejan meridianamente su faceta de conservador cercano a lo reaccionario, autoritario, insolidario y obstinado, aunque se enfrentara a lo largo de su trayectoria política a tres fuerzas totalitarias: fascismo, nazismo y comunismo. Trayectoria con muchas luces, pero también con sombras como las que manifiestan no pocos autores tildándolo de «antisemita», «responsable del desastre de Galípoli», «racista fanático de la violencia», «imperialista», etc. Las sombras pueden entreverse en los textos de los citados discursos, pero debemos partir de la consideración de que aquel mundo no era este y de que no es extraña la presencia de claroscuros en el lienzo de su vida. Tras la lectura del libro, que cada cual deduzca si las sombras se imponen a la luz.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.