Bardem siempre lo tuvo claro
Premios Donostia ·
El actor más premiado e internacional de nuestro cine recogerá su galardón el año que viene
Corría el año 2001 y Javier Bardem ya tenía las cosas perfectamente claras. El primer actor español en ser nominado a un Oscar sabía que ... no tenía muchas oportunidades frente a rivales como el Tom Hanks de 'Náufrago' o Russell Crowe en 'Gladiator', quien finalmente se lo llevó. Su estremecedora composición del poeta cubano Reinaldo Arenas en 'Antes que anochezca', de Julian Schnabel, había sacudido Hollywood y se tradujo en ofertas que el actor, que por entonces tenía 31 años, desechó sin importarle el prestigio del director o la taquilla. ¿'Minority Report' de Spielberg? No le convenció hacer de malo que persigue a Tom Cruise por los tejados. ¿'Instinto básico 2'? No, gracias.
Veintidós años después, el hijo de Pilar Bardem ya no tiene prisa por el Oscar: lo obtuvo en 2007 por 'No es país para viejos', de los hermanos Coen, donde daba vida a uno de los psicópatas más memorables de la historia del cine. Había que verle en 1993, cuando presentó 'Huevos de oro' en San Sebastián. Este periodista le recuerda pegando la hebra a una azafata en la puerta del hotel María Cristina, mientras una valla publicitaria del filme de Bigas Luna le mostraba de fondo agarrándose sus atributos. Tenía 24 años.
Seis Goyas, un Globo de Oro y un Bafta después, Javier Bardem es la imagen del Zinemaldia en esta edición, además de recibir un Premio Donostia que recogerá el año que viene por culpa de la huelga de actores en Hollywood. Es el sexto intérprete español merecedor de este honor tras Fernando Fernán Gómez, Paco Rabal, Antonio Banderas, Carmen Maura y su esposa y madre de sus dos hijos, Penélope Cruz.
En el Océano Antártico
A los 54 años, Javier Bardem ya no tiene que demostrar nada. 'El buen patrón' nos recordó que, pese a sus incursiones estadounidenses, el actor sigue viviendo en España, atento a una realidad social y laboral que Fernando León satiriza con humor negro. El reverso tenebroso de 'Los lunes al sol' dibujaba una España en la que ya no existen sindicatos ni conciencia de clase. Bardem entendió que no debía encarnar a un villano plano, sino a un empresario paternalista, putero y demodé, que le proporcionó su sexto Goya.
El Bardem del siglo XXI alterna superproducciones como 'Dune' con películas para toda la familia que pueden ver sus hijos, como 'La sirenita' y 'Lilo, mi amigo el cocodrilo'. Puede ser Pablo Escobar, el Capitán Salazar en 'Piratas del Caribe' y villano de James Bond en 'Skyfall'. Puede ponerse al servicio del iraní Asghar Farhadi en 'Todos lo saben' y de Woody Allen en 'Vicky Cristina Barcelona'. Puede brillar en la alfombra roja o perderse en el desierto o en el Océano Antártico por una buena causa.
Cuenta Javier Bardem que, gracias a Julian Schnabel, conoció hace años en un restaurante de Nueva York a su actor más idolatrado, Al Pacino. Antes de sentarse a la mesa, fue al baño y se hizo una foto en el espejo: quería recordar la cara que tenía justo antes de conocer a Al Pacino.
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