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Pabellón de la Expo. Erigidido en Barcelona, reconstruido por Oriol Bohigas.
De Barcelona a los mundos de Pedro Almodóvar
100 años

De Barcelona a los mundos de Pedro Almodóvar

Llegó a España con la Exposición Universal de 1929 y su influencia alcanza incluso a las películas del cineasta manchego

itxaso elorduy

Viernes, 29 de marzo 2019

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La creación pluridisciplinar propuesta por la Bauhaus se plasma a la prefección en el Pabellón de Alemania de la Exposición Universal de Barcelona, en 1929, obra de por Mies van der Rohe y Lilly Reich. Construido con vidrio, acero y distintos tipos de mármol, el Pabellón se concibió para albergar la recepción oficial presidida por el rey Alfonso XIII junto a las autoridades alemanas. Para la ocasión, también diseñaron la silla Barcelona, utilizada como asiento real durante la visita del monarca. Y poco después, el diván Barcelona, siguiendo la misma línea de la silla, y la otomana y la mesa, para el departamento del arquitecto Philip Johnson. El Pabellón se reconstruyó, por iniciativa de Oriol Bohigas, para ser reinaugurado en 1986 en su emplazamiento original.

«El edificio principal de la Bauhaus, diseñado por Gropius, se asemeja al bilbaíno Grupo Escolar Luis Briñas, de estilo racionalista, diseñado por Pedro Ispizua en 1933», explica la arquitecta Miren Rivas, responsable del primer apartamento certificado bajo la categoría Passivhaus en España. «Nacidos ambos en Alemania, la Bauhaus fue pionera en diseño de vanguardia, en creatividad y experimentación con materiales, y el también experimental concepto Passivhaus es pionero en eficiencia energética». El estilo racionalista estaba caracterizado por la ausencia de decoración, la libertad compositiva y una gran fuerza expresiva y fue un digno sucesor de la escuela alemana. Otros ejemplos destacables de este movimiento en Bilbao son los edificios Aurora y La Equitativa, de Manuel I. Galíndez; el Garaje San Mamés, de Sáinz Aguirre; o el conocido como 'edificio del tigre', de Pedro Ispizua.

El sanatorio para tratar a los tuberculosos de Leza, en Laguardia, o el Club Náutico de San Sebastián, son ejemplos del racionalismo arquitectónico en el País Vasco, mientras que El rincón de Goya, en Aragón, la Colonia el Viso y el hipódromo de la Zarzuela, en Madrid y la Casa del Niño, en Las Palmas de Gran Canaria, son construcciones que destaca Docomomo, la asociación encargada de la documentación y conservación de la arquitectura y el urbanismo del movimiento moderno.

José Luis Sert encabezó un grupo que quería transformar el Raval

Pero hay bastante más. «José Luis Sert establece una amistad muy fuerte con Gropius», explica Carolina B. García Estévez, directora junto a Laura Martínez de Guereñu del Congreso internacional 'Bauhaus in and out. Perspectivas desde España'. Este congreso, que se celebrará en Madrid los próximos 10 y 11 de octubre, está centrado en la herencia que la escuela centroeuropea dejó en España. «La Bauhaus era un crisol y lo bonito es el rastro legado en buques insignia del movimiento». La Bauhaus española, con José Luis Sert a la cabeza, decidió transformar el Raval de Barcelona en una ciudad que sanara. «El dispensario para los tuberculosos es un 'mini Le Corbusier' y la Casa Bloc, también en Barcelona, es el tótem de la vivienda obrera», explica la experta. Van der Rohe pasó por España, camino a Chicago. «Los lucernarios del edificio de la fundación en Berlín, diseñado por Gropius, están inspirados en el tragaluz que hizo Sert a Miró en su estudio de Palma de Mallorca y que terminó en la Fundación Miró de Barcelona. Sert y Gropius se retroalimentan, es bonito el viaje que ambos realizan».

Casa Bloc. Aspecto parcial de esta casa situada en Barcelona.
Casa Bloc. Aspecto parcial de esta casa situada en Barcelona.

Otros ámbitos

La Bauhaus ha penetrado en todos los ámbitos de la creación, más allá de la consabida herencia arquitectónica. En el caso del cine, el director Pedro Almodóvar se ha fijado en los colores primarios que utilizaban algunos profesores de la escuela como Piet Mondrian, en el vestuario y el mobiliario de su última película 'Dolor y Gloria', inspirados en sus míticos lienzos de abstracción geométrica. Colores puros, elementales del universo, con los que Mondrian y Almodóvar exploran el conocimiento esencial, lo real y absoluto del arte, un conocimiento más profundo que el proporcionado por los medios empíricos. «Todo en la actualidad es Bauhaus, enciendes la tele y ves a Pedro Sánchez recibiendo a sus invitados en Moncloa con su lámpara Bauhaus». Hay una vuelta a la artesanía, al trabajo manual, porque estamos inmersos en una crisis de valores, algo que los bauhasianos también perseguían en el contexto en el que vivían, el momento más terrible de la historia de Alemania, recién perdida la Primera Guerra Mundial. «La creación catártica es un salvoconducto, un refugio en los tiempos de crisis», concluye García Estévez.

La herencia filosófica bauhasiana produce un arte sano y libre de prejuicios, que revolucionó el comienzo del s.XX y, un siglo después, ha evolucionado convirtiendo piezas antaño rompedoras, en obras clásicas del diseño contemporáneo.

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