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Bach. Desconocido
La mirada

El arte de la fuga

Luis Manuel Ruiz

Sábado, 14 de junio 2025, 00:00

Nadie comprende por qué mi padre, el viejo Bach, maestro de capilla del príncipe de Anhalt-Cöthen, Cantor de Santo Tomás, invirtió sus últimos años ... en esas partituras extrañas que acaban de aparecer en los legajos, pentagramas y más pentagramas de melodías descoyuntadas que casi ni son melodías, notas ametralladas por la línea de si y la línea de la y enfrentadas a tantas otras de las líneas más bajas como en un cruce de disparos, combinaciones abstractas de sonidos que no fueron concebidos para ningún instrumento, sino que hablan directamente al órgano de la música que todos guardamos en nuestra cabeza. Corales, fugas, variaciones, partitas y cánones, todos de su puño y letra, en una caligrafía elástica y flexible como para echar a volar de golpe. Veo que algunos de ustedes se miran entre sí y dudan: un canon es la repetición al infinito de una voz que asciende o desciende o se extravía, perseguida por una segunda voz, o más, que intentan darle caza; en la fuga esas voces sólo avanzan en línea recta, en ángulo recto, en medio de una geometría rígida de interrogaciones y respuestas.

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