La apoteosis de ‘Norma’ y la complejidad de ‘Salomé’

Desfile de estrellas

Los aficionados a la música clásica se mueven por el contenido de los programas sí, pero también, y mucho, por los intérpretes. Y en ese contexto, la Sociedad Filarmónica no tiene rival. A lo largo de los 31 conciertos de los que se compone su temporada hay un verdadero desfile de estrellas. La enumeración de las mismas permite prescindir de todo adjetivo: Leif Ove Andsnes, Yuja Wang, Rafal Blechacz, Boris Giltburg y Nelson Goerner, entre los pianistas; Isabelle Faust, Julia Fischer y Akiko Suwanai, violinistas; Sol Gabetta y Truls Mork, violonchelistas; y ya en el capítulo de los grupos, el Cuarteto Jerusalem, la Kremerata Baltica, el ensemble Matheus, la Orquesta de Cámara de Europa, el Collegium Vocale Gent, la Mahler Chamber Orchestra y la Accademia Bizantina. No son los únicos, por supuesto. Otros solistas y grupos, jóvenes y emergentes, completan la lista, empezando por Juan Pérez Floristán (abre el ciclo el próximo día 10), que ha sido en 19 ediciones el segundo español en ganar el Concurso Internacional de Piano de Santander.

A partir de ahí, la programación descubre un amplio abanico de autores y estilos, con el flamenco sobre el escenario de la calle Marqués del Puerto justo en el concierto anterior a Navidad. Cañizares, que tocó con Paco de Lucía y tiene excelentes grabaciones de las obras de Falla y Granados, estará acompañado de su grupo en un programa con obras de su autoría junto a otras del creador de las ‘Noches en los jardines de España’.

La selección de sonatas de Bach a cargo de Isabelle Faust; el recital de lieder de Dorothea Röschmann; el programa con obras de la vanguardia clásica del Cuarteto Ebène reforzado como sexteto para una obra de Dutilleux y la maravillosa ‘Noche transfigurada’ de Schoenberg; ‘L’incoronazione de Poppea’ de Monteverdi con el Matheus; la selección de piezas de cámara de Dvorák en dos sesiones con el Jerusalem; el agotador programa compuesto por los ‘Doce estudios trascendentales’ de Liszt y los ‘Étude-tableaux’ de Rachmaninov, con Giltburg; el inolvidable Trío Nº 2 de Schubert con el Hamlet; y el ‘Cancionero Italiano’ de Wolf con Anna Lucia Richter, Georg Nigle y Gerard Wyss son algunas de las propuestas más atractivas o novedosas.

Ciclos en el Arriaga

La programación musical del Teatro Arriaga no se articula en temporadas, pero eso no significa que sus propuestas no tengan un sentido. Ahí están, por ejemplo, los dos espectáculos con Madrigales de Monteverdi, a finales de este año, colofón a un esfuerzo notable por el centenario del compositor. Un ciclo de música francesa con cuatro recitales de piano o voz y piano, de febrero a mayo de 2018, y una Pasión según san Juan escenificada –programada para los días de Semana Santa, por supuesto– son citas ineludibles. Y el 27 de enero, anótenlo, recital de Joaquín Achúcarro con obras de Debussy y Ravel y más una pequeña pieza del propio Arriaga, en el 212 aniversario de su nacimiento.