40 años de revolución con la Barroca de Friburgo
Democráticos ·
Los músicos priorizan el diálogo entre sus miembros y no la jerarquía tradicionalEste año celebran cuatro décadas de trayectoria y harán parada lo mismo en España, Japón, Alemania, Bélgica y Austria que en Australia y Estados Unidos. ... Así trabaja la Orquesta Barroca de Friburgo, sin fronteras ni cortapisas. Tienen más de 130 grabaciones y su alianza con el coro belga Vox Luminis y solistas de la talla de la soprano Carolyn Sampson desata pasiones. Precisamente con esta última cantante saldrán a escena en la segunda y tercera jornada de Musika Música, con programas que incluyen piezas de Haendel, Purcell, Durante, Zelenka y Vivaldi. Con más de 30 premios internacionales, incluyendo tres Gramophone Awards y varios Diapason d'Or, tienen una reputación que les precede. Siempre cuelgan el cartel de 'no hay billetes'.
Fieles a su idiosincrasia de orquesta de cámara a la vieja usanza, en el 75% de sus conciertos prescinden del hombre o mujer que esgrime una batuta, porque les basta con la comunicación gestual entre ellos. Nunca han tenido un director titular, aunque trabajen gustosamente, de vez en cuando, con maestros invitados de la talla de René Jacobs, Simon Rattle y Philippe Herreweghe. No les cuesta adaptarse pero se sienten más a sus anchas cuando se dejan llevar por el impulso orgánico y conjunto. Están acostumbrados a ser autosuficientes, como las bandadas de pájaros que siguen un orden interno sin necesidad de imposiciones.
La Orquesta Barroca de Friburgo es un conjunto que asume el modelo típico del siglo XVIII y, según las necesidades de las partituras, oscila entre 15 y más de 50 integrantes. Tocan instrumentos originales de época o réplicas fidedignas, pero su repertorio no se limita al Barroco, porque han hecho incursiones en el Clasicismo y Romanticismo de la mano de la música de Mozart, Beethoven, Schubert, Weber y Mendelssohn. Crecen al compás que ellos mismo deciden. Nacieron como agrupación hace 40 años a instancias de los licenciados más avezados de la Universidad de Música de Friburgo, con el violinista Thomas Hengelbrock a la cabeza, y desde el principio han defendido la autogestión.
Frescura y vibrato
En sus inicios los músicos eligieron democráticamente a sus primeros líderes artísticos, los violinistas Gottfried von der Goltz y Petra Müllejans. Arrancaron con mucha ambición y deseos de cambio, dispuestos a darse a conocer dentro y fuera de Europa. Muy pronto decidieron que la mitad de sus conciertos debían ofrecerse en el extranjero y empezaron a grabar discos.
La frescura de sus interpretaciones, con un vibrato que se usa de forma expresiva y no sistemática, les ha hecho ganar muchos adeptos, también entre sus colegas. Mantienen una excelente relación con grupos como Les Arts Florissants y Akademie für Alte Musik Berlin, con ese espíritu colaborativo y cohesionador que les ha depararado tantos éxitos. En la actualidad los violinistas Gottfried von der Goltz y Cecilia Bernardini ejercen de directores artísticos de la Orquesta Barroca de Friburgo y mantienen viva la llama.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión