Anne Carson, a tientas en el amanecer
Golpe a golpe. ·
Se publica en España 'Norma enrevesada', un conglomerado de contemplación, pensamiento, humor, amor y referencias culturalesCarlos Aganzo
Sábado, 17 de mayo 2025, 00:01
Derivo hacia el pasado, ¿es que hace veinte años no existió la pureza? Cerrar la puerta y pensar en algo, la luna, los bordillos, Etruria. ... El ser triunfa de cualquier modo». Eso escribe Anne Carson (Toronto, 1950), eterna candidata al Premio Nobel de Literatura, considerada por muchos como la escritora viva más relevante de la poesía anglosajona. Y lo escribe como colofón a sus meditaciones y notaciones poéticas consignadas en el volumen 'Norma enrevesada', publicado el año pasado en el Reino Unido y ahora en España y México, de la mano de la editorial Vaso Roto. El ser triunfante, la fe de palabra y de vida sobre el intrincado, el enmarañado, el enrevesado revoltillo de las lecturas, las reflexiones, las contemplaciones y los actos más sencillos de la vida cotidiana. Ley de la existencia poética del ser humano en su expresión más literaria.
En el año 2020, cuando Anne Carson se hizo acreedora del Premio Princesa de Asturias, el jurado destacó en ella su capacidad «para construir una poética innovadora a partir del mundo grecolatino», como centro fundamental de una obra que ha alcanzado «unas cotas de intensidad y solvencia intelectual que la sitúan entre los escritores más destacados del presente». Una obra como poeta, ensayista, traductora y profesora de literatura que en realidad no ha hecho otra cosa que perseverar en el que fue a sus diecisiete años, siendo adolescente, el verdadero descubrimiento literario de su vida: una edición bilingüe de los poemas de Safo que encontró en una librería, y que le llevó a pedir clases particulares de griego con su profesora del instituto. A ella «le debo mi carrera y mi felicidad», ha dicho de su maestra Anne Carson, quien tiempo después se doctoraría en la Universidad de Toronto con la tesis 'Odi et amo ergo sum' sobre la poetisa griega, publicada como libro en 1986. Afincada en Nueva York, hoy Carson es emérita de literatura clásica y comparada de la Universidad de Michigan, después de haber pasado, entre otras, por la Universidad McGill.
Anne Carson publicó su primer libro de poemas, 'Short Talks', quizás de manera algo tardía, a los 42 años. Sin embargo, a este primer título poético le siguieron enseguida otros, como 'Plainwater' y 'Glass Irony and God', como signo de su voluntad por abundar en la capacidad de poesía al mismo tiempo que producir emociones y provocar reflexiones. Su primer gran éxito, sin embargo, se produjo en 2001, cuando se convirtió en la primera mujer ganadora del premio T.S. Eliot con su libro 'La belleza del marido', que llevaba como subtítulo «un ensayo ficticio en 29 tangos», y que dejaba definitivamente establecido su estilo, a medio camino entre la reflexión filosófica y la exaltación lírica. Más tarde, en 2014, recibiría el premio de poesía Griffin, el más prestigioso en lengua inglesa de Canadá, por su libro 'Red Doc', en la mitad de una carrera jalonada por importantes reconocimientos en diferentes partes del mundo.
'Norma enrevesada', como ella misma escribe, es «una colección de escritos sobre diferentes temas: Joseph Conrad, Guantánamo, Flaubert, la nieve, la pobreza, el Diccionario de sinónimos Roget, mi padre, una noche de sábado en edad adulta». Fragmentos en apariencia inconexos, cada uno con su propia unidad, pero todos ellos «relacionados entre sí» en un complejo mundo de concomitancias. Un original conglomerado de contemplación, pensamiento, humor, amor y referencias culturales, que en la cuidada edición de Vaso Roto se complementa con una serie de ilustraciones, entre la letra y la plástica, que sirven para dar aún más luz al complejo mundo de significantes y significados que maneja en su poesía la escritora canadiense.
Pobreza relativa
Signos que se convierten en verso cuando dice: «Os prohibimos que en nombre de Dios pidáis pan. / Distinguimos la pobreza relativa (algunos dientes) de la absoluta (sin dientes) por algoritmo». O cuando escribe: «Qué decir de la totalidad. La totalidad debería ser más pequeña. Lo suficientemente pequeña como para decirnos algo al respecto. ¿Humanos? ¿Y si el tipo al que tienes colgado de los pulgares ya tiene una plaga lacerante de fruta de la aflicción invadiéndole el pecho? ¿Consideras que es su culpa?» O también cuando confiesa: «Estoy deseando que amanezca. Domingo por la mañana sobre la 3th Av. West, mi momento preferido. Ni un coche. Ramas desnudas. Amanecer verdoso y frío y en un tejado frente a mí las legendarias torres de agua de Nueva York, el gigantesco humo blanco que asciende como Milton hacia el cielo».
Ese modo absolutamente personal de entender la escritura y el conocimiento desde su carácter fragmentario, que constituye lo más genuino de la obra de Anne Carson, y que tiene en este libro una muestra perfecta. Un ejemplo mayor de esa capacidad de la poesía de no saber sabiendo o de adivinar el mundo, a través de palabras que tratan de expresar el alborotado flujo del pensamiento de los seres humanos. O dicho mejor con la propia expresión de Anne Carson: «Si supiera qué es la poesía no tendría necesidad de escribir. Es algo que busco a tientas en la oscuridad».
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