Dantzerti reunirá en Bilbao a las escuelas de teatro españolas en su décimo aniversario
El centro de arte dramático y danza organizará en mayo el festival EsadFest, que traerá a 300 profesores y alumnos
El director Fernando Bernués recuerda que hace cuarente años los teatreros vascos actuaban en frontones. Ahora disfrutan de una red estable de locales para sus ... representaciones y de una Escuela Superior de Arte Dramático y Danza dependiente del Departamento de Educación del Gobierno Vasco, en la que se forman actores y bailarines. La asignatura pendiente es preparar el resto de oficios: dramaturgos, directores de escena...
Diez años lleva ya en funcionamiento Dantzerti, que ayer arrancó el curso con un acto protocolario en el Teatro Campos con la colaboración de la Fundación SGAE. Acudieron alumnos, profesores y representantes institucionales como Leixuri Arrizabalaga, diputada foral de Euskera, Cultura y Deporte, y Gonzalo Olabarria, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao. Una charla entre la actriz Aitziber Garmendia, la dramaturga Itxaso Larrinaga y el propio Bernués dio pistas a los estudiantes del presente y futuro de unas profesiones vocacionales y necesarias, pero siempre en la cuerda floja.
La escuela, que comparte locales con el Conservatorio de música en Sarriko aunque pronto anunciará nueva sede, celebrará en 2026 su aniversario con el Encuentro de Escuelas Superiores de Arte Dramático de toda España, conocido como EsadFest. 200 alumnos y 100 profesores vendrán a principios del próximo mes de mayo a Bilbao. Habrá espectáculos de danza y teatro, cursos de formación y fiestas nocturnas en Bilborock, adelanta Unai Izquierdo, director adjunto de un centro que ofrece 30 plazas al año, 15 de danza y 15 de arte dramático. De su éxito da fe el hecho de que los diez actores graduados en la última promoción están trabajando a nivel profesional.
Fernando Bernués fue el primer director invitado cuando Dantzerti echaba a andar. El cofundador de la compañía Tanttaka, figura clave en la revitalización de la escena teatral en euskera y castellano, no olvida los años en los que la profesión soñaba con una escuela oficial de artes escénicas en Euskadi. «No teníamos hábito, pero sí la alegría de hacer cosas», recuerda.
Hoy toca celebrar la red de teatros y la existencia de Dantzerti, aunque el sector sufra «el momento convulso de la oferta, con presupuestos municipales cada vez más raquíticos y tensiones económicas en las compañias». Bernués lamenta, eso sí, «la falta de un centro dramático nacional en Euskadi, algo inaudito». «Es una herida importantísima que nos impide competir en determinadas ligas y abordar producciones complejas y ciertos discursos», asegura el director y productor de la exitosa 'Del color de la leche', que siente envidia del Teatro Nacional de Catalunya, con una compañía joven que nutre las salas de nuevos espectadores.
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La protagonista de 'Del color de la leche', Aitziber Garmendia, reconoció ante los alumnos que los miedos e inseguridades nunca desaparecen. A los 15 años ya tenía claro que lo suyo era actuar. Llamaba todos los días a un taller de artes escénicas en San Sebastián hasta que le permitieron matricularse. Se licenció en Derecho, pero su madre sabía que no iba a ser lo suyo. «Hice prácticas en una notaría. Imitaba a los clientes en cuanto salían por la puerta», recuerda la actriz, que a los 42 años enlaza teatro en Euskadi y series como 'Machos Alfa' y 'Muertos S.L.'.
«La suerte es un factor importante en esta carrera, al igual que la dedicación y la disciplina», alecciona. «Me gusta recordar la ilusión de los inicios, eso me hacer ver que soy una privilegiada y me coloca en mi sitio». ¿Qué les diría a los chavales que empiezan? «Que disfruten, porque te vas a hacer mayor echando hostias. Y recuerda lo que deseabas con 20 años, porque eso te va a mantener firme en el camino».
Itxaso Larrinaga, que en su distopía 'Los prescindibles' reflexiona sobre el significado de la memoria histórica en cualquier tipo de sociedad, se muestra pragmática. «Como todo está fatal, por lo menos estudia algo que te haga feliz. Yo os aseguro que pago las facturas con el teatro», contó la autora bilbaína, que animó a los futuros actores y bailarines a contar con «una red de amistades que a mí me ha salvado muchas veces». También aconsejó no poner buena cara ante situaciones de abuso o violencia en la sala de ensayos. Bernués apuntó: «Nos os dejéis maltratar, eso de que el dolor es el motor de la creación es mentira».
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