Suspenso en educación sexual

La palabra 'Golfa' escrita en una pared hiere con todas sus letras la convivencia en un instituto donde ya llueve sobre mojado. Es un insulto anónimo y sin remitente pero todos piensan en Amanda, que sufre un terrible acoso virtual desde que terminó su relación con Fran. Y en la madre de él, que al enterarse de que le habían apartado de las clases hasta aclarar los hechos montó en cólera y la llamó precisamente «¡golfa!». La jueza encargada del caso propone un encuentro online con un sexólogo al que asistirán la expareja, la madre de él y... los espectadores que acudan mañana al Serantes Kultur Aretoa (20.30 horas).

El Festival de Teatro de Santurtzi nos acerca 'Golfa', una obra que se estrenó hace un año en Madrid y está logrando atraer al público joven. «Incluso vienen familias enteras», se felicita José Padilla, autor y director de este espectáculo trasmedia en el que el público puede participar mediante plataformas. El dramaturgo tinerfeño destaca por sus versiones de los clásicos -es el primer español que ha visto una obra suya en el Globe Theatre de Londres- y también por su acercamiento a los adolescentes, a los que dedicó 'La trilogía veloz'. Con la tercera parte, 'Dados', ganó un Max.

A menudo ofrecemos a estos espectadores «cosas que para ellos son infumables», asegura. Tendemos a mostrarnos condescendientes o a decirles lo que quieren oír. «Todos hemos pasado por la adolescencia, pero nos hemos olvidado de lo que nos movía en ese momento. Ellos no van a ir al teatro a que les aleccionen, hay que despertar su interés y darles un espacio de reflexión».

La dramaturgia se basa en experiencias reales y sobre todo en las sesiones de trabajo con Cristián Gallego, sexólogo y antropólogo de la Fundación Sexpol. «Para mí fue iluminador tenerle cerca, porque hay cosas que das por hechas y descubres que eres un completo ignorante». El autor se pregunta cómo en una sociedad hipersexualizada tenemos tan poca educación en la materia. «Tratar el sexo como un aspecto más del ser humano, sano y luminoso, es revolucionario, porque seguimos viéndolo como un tabú y un foco de sordidez».

Con este uso «acusador» de la sexualidad empieza a cavarse el túnel que conduce «al insulto, al acoso en las redes sociales. Hay una estigmatización de lo que ocurre en los institutos y, de un modo no tan obvio, en cualquier foro de adultos». Todo eso, y la actitud de los padres hacia la educación de sus hijos, sale a relucir en la sesión a la que estamos invitados junto a los actores Fran Cantos, Ninton Sánchez, Ana Varela y Mercedes Borges, que comparte con María Rivera el papel de Amanda. «¡A mí no me gustaba la mierda del porno, Fran!», estalla ella durante la terapia. «Lo que hacíamos no-me-gustaba. Punto».