El pintor que cayó en desgracia

El ciclo actualmente en marcha forma parte de las actividades previstas con ocasión de la exposición 'Luis Paret en Bilbao. Arte sacro y profano', organizada por el Bellas Artes y el Museo de Arte Sacro. El homenajeado forma parte de aquellos creadores que gozan de gran número de obras en la pinacoteca nacional porque sus fondos provienen de las Colecciones Reales, pero «es muy distinto de los demás, como Goya lo fue de sus coetáneos», apuntó la especialista durante su intervención.

El interés radica, en su opinión, en la existencia de «aspectos increíbles» de su obra. «Si hubiera nacido en Francia, estaría considerado uno de los pequeños maestros», indicó y se refirió a su bagaje en torno al mundo clásico y al aprendizaje con pintores franceses que influyeronen sus escenas de la vida callejera interpretadas desde cánones muy aristocráticos.

La conferencia abordó las dichas y desdichas de la fortuna aplicadas a la vida del autor. Entre otras imágenes, Mena destacó un retrato en miniatura en el que aparece muy joven, sonriente ante lo que se antoja un futuro brillante. «Hay que recordar que entró a formarse en la Real Academia de San Fernando con tan sólo diez años», apuntó. El éxito parecía aguardarlo. Su amistad con el infante Don Luis, hijo de Felipe V, le proporcionó una estancia becada en Italia. Durante el periodo de auge también trabajó para el propio Carlos III y los príncipes de Asturias. «Manifestó su maestría en el tratamiento de las masas, no fue Goya el primero», destacó en su charla.

La rueda de la fortuna, sin embargo, dio una brusca vuelta que arruinó sus expectativas. La acusación de haber sido alcahuete del infante provocó su caída en desgracia y el exilio en Puerto Rico y, posteriormente, su domiciliación en Bilbao, ciudad a la que llegó por la obligación de permanecer a más de 40 leguas de la Corte y donde permaneció entre 1779 y 1789. 'La Circunspección de Diógenes', una de sus obras más celebradas, ejemplifica esta época de marginación. El trabajo meticuloso en los detalles revela al artista ambicioso que demanda su entrada como miembro de la Real Academia de San Fernando como una vía para la rehabilitación social. Su solicitud llegó al mismo tiempo que la de Goya, el maestro que ha protagonizado artísticamente esa etapa crucial. El genio de Fuendetodos fue aprobado por unanimidad, mientras que Paret por mayoría de votos.

El 'Autorretrato en el estudio', otra obra esencial, también da cuenta de su compleja personalidad, en la que destacan sus inquietudes filosóficas. Paret falleció con tan sólo 53 años. «Goya le sobrevivió treinta años», añadió Mena. «No conoció el mundo nuevo y sus convulsiones, la invasión francesa, y no podemos imaginar cómo habría reaccionado».