Tempestad en familia

La madre es Anne (extremada y brillante Aitana Sánchez-Gijón), en estado de ansiedad porque se siente estafada a cambio de lo mucho que se sacrificó (sería otro tema de la pieza: el patriarcado, los roles). Es la visión desde una mente trastornada por las ausencias del adorado hijo Nicolás (Álex Villazán), y del marido Pedro (creíble Juan Carlos Vellido) con excusas de trabajo pero absorbido en devaneos amorosos, y por fin la Elisa novia de Nicolás y una de las amantes de Pedro (una versátil Júlia Roch encarna la novia y a más personajes). El texto abandona el realismo, no es lineal sino en fragmentos salidos de la mente rota de la madre, lo que fue y lo que pudo ser, en desarrollos consecutivos pero diferentes, una vorágine de vivencias que ella cree agraciar con fármacos y alcohol.

El escenario de Alessio Meloni es un muro monocromo, rasgado de arriba a abajo por una grieta luminosa, el cortocircuito de la locura, el rayo silencioso, una rama seca y de efecto. Y de efecto son hasta los oscuros cronometrados de la luz de Pedro Yagüe. La dirección tiene la impronta del peruano Carlos Fisher, que destacó con Vicky Luengo en el monólogo 'Prima facie'.

Con interés.