Pasión y disciplina al ritmo de Abba

Llegar hasta aquí ya es un logro. «Solo la primera fase de selección duró dos semanas y cada día nos probaban en todas las facetas: cantar, bailar y actuar», recuerdan. Es la primera gran producción en la que participan y llevan años preparándose para aprovechar esta oportunidad. Paule empezó «con danza clásica, canto y violonchelo» antes de formarse en la contemporánea, y estudió Arte Dramático en Sevilla. Andoni se curtió en danzas urbanas, «luego pasé a jazz y contemporánea. En 2018 entré en el programa de televisión 'Fama, a bailar' y al año siguiente empecé a estudiar canto e interpretación», explica.

De niños participaban en grupos de baile vizcaínos que compitieron en alguna ocasión, pero solo se conocían de vista. Llevan años afincados en Madrid, donde se mueven los hilos de la industria que ilumina los teatros de la Gran Vía. La maquinaria funcionaba a pleno rendimiento, en un continuo crescendo, hasta que el coronavirus la paró en seco e impuso año y medio de pausa, porque estas producciones resultan inviables sin amplios aforos. Paule y Andoni no se quedaron quietos. Ella cursó un máster de cine y él participó en 'Cruz de navajas', un espectáculo basado en las canciones de Mecano «con medidas de seguridad y mucho control. Se notaba el miedo en la gente, pero lo fue perdiendo, y había ganas de consumir teatro».

Ahora están inmersos en los ensayos, que les mantienen ocupados cada día de nueve de la mañana a cuatro de la tarde. Ambos forman parte del elenco y Paule también es «alternante de Ali y Lisa y cover de Sophie», una de las protagonistas. La historia de la joven que en vísperas de su boda está decidida a averiguar quién es su padre y duda entre tres candidatos se ha contado desde 1999 en diez idiomas a 65 millones de espectadores de todo el mundo, además de la versión cinematográfica. Aun así, el espectáculo de SOM Produce busca sorprender con una puesta en escena «totalmente nueva» y un mayor protagonismo de la danza.

Este es el mundo que mejor conocen Paule y Andoni, el terreno que pisan desde niños, aunque a los dos les atrae el desafío que supone cantar, bailar e interpretar, ponerlo todo en el escenario cada día al servicio de una historia. «Puedo hacer todo lo que más me gusta en el mundo a la vez», dice Paule. «El teatro musical nos hace vibrar, nos da vida. Es muy vocacional». Una mezcla de pasión y disciplina que engancha.

«Cuando estás trabajando en una producción, tu vida se resume en el cuidado mental, físico y vocal para darlo todo en los ensayos y en escena. Con algo tan sencillo como ir a cenar, tienes que estar pensando: la música está muy alta y no puedo gritar», cuenta la joven. Se entregan 100% a su instrumento, «que eres tú mismo», y obtienen como recompensa «ver cómo la gente disfruta y se emociona», apostilla Andoni. Los dos crecieron escuchando las canciones de Abba que ponían sus padres. A él le emociona 'Chiquitita', «porque mi madre me la ponía mucho de pequeño», y ella elige 'Super Trouper', «que es una manera entrañable de decir: no puedo más pero aquí estoy».