«Voy a necesitar meses de terapia para estabilizarme, porque esto es una locura»
Hoy a las 10 han salido a la venta las entradas para la segunda fecha de 'Mitoaroa III' en San Mamés, tras haber vendido todo el estadio en tres horas
Sin recuperarse aún del agotamiento que han supuesto las tres citas del espectáculo integral 'Mitoaroa II' en la plaza de Illumbe en San Sebastián, Pello ... Reparaz (Arbizu, Navarra, 1990), líder de Zetak, lidiaba ayer con la presión de haberse marcado tres hitos en uno: ser el primer proyecto íntegramente en euskera que llena un gran estadio como San Mamés, vender las más de 40.000 localidades en tiempo récord (tres horas), y poner en marcha una segunda fecha en el mismo sitio. Después de colgar el 'sold out' del 20 de junio de 2026, hoy a las 10 empieza a vender entradas para la segunda cita, el 19.
Publicidad
Noticia relacionada
«Pagamos 100 euros por un show de fuera, no de aquí»
- ¿Cómo le está sentando tanto éxito?
- No sé cómo responder. No hemos empezado a digerir lo de Illumbe, y acabamos de anunciar un estadio como quien anuncia un concierto más de una gira. Y es como una vida que parece de otro. No eres capaz de digerir lo que está sucediendo, y necesitaré un tiempo, no hablo de días ni de semanas, para entender todo esto. Porque no son solo los tres shows, sino los 9 meses de trabajo intenso, de enclaustramiento... Dejándonos la vida en este proyecto, y justo al terminar nos encontramos con que, de nuevo, estamos en la palestra por lo de San Mamés. No he podido descansar, y creo que un día de estos ya dormiré y me despertaré un par de días después.
- Las interpretaciones fueron intensas, con lágrimas reales. Creo que pide que los golpes que le dan sean de verdad para situarse mejor dentro del show...
- Tengo un dolor en las piernas y en el culo... Es real, porque no he conseguido ser tan buen actor y eso me ayuda a que mis reacciones sean reales. Al final, rodearte de buenos profesionales ayuda mucho. Yo también me emocioné y algunas de mis reacciones eran muy genuinas. Yo me quedaba mirando a Yune Nogueiras a medio metro de uno de sus discursos en los que se ponía a llorar y yo no podía evitar hacerlo también.
Publicidad
- ¿Qué 'feedback' ha recibido?
- Tengo el móvil saturado, se me juntan los mensajes de felicitación por lo de Illumbe con los de San Mamés, las redes sociales están colapsadas. Soy incapaz de leerlos todos y de responderlos mucho menos. Sé que hay muchísima gente hablando de esto, en los medios de comunicación y en la calle.
- ¿Lo de Bilbao ha supuesto mucha presión?
- Los riesgos que hemos tomado no han sido pocos en Illumbe, y ahora llega lo de San Mamés, porque anunciar un estadio es una cosa muy, muy importante. Te estás metiendo en un berenjenal que no sabes cómo te puede salir, es una jugada muy arriesgada, y al final todo eso se traduce en presión. Te metes en la cama y tienes comidas de tarro. Voy a necesitar meses de aislarme y de terapia para poder estabilizarme emocionalmente, porque esto es una locura.
Publicidad
- Aunque hay que esperar a ver la venta de hoy, todo apunta a que lo de San Mamés es una jugada maestra para presentar la última parte de la trilogía.
- Hoy mismo hemos tomado la decisión de no utilizar esa palabra en nuestros comunicados.
- Luego habrá más...
- No sabemos si habrá más, pero lo de trilogía es algo con lo que ya no estoy de acuerdo.
A vueltas con los cascos
- El primer espectáculo de 'Mitoaroa' en Pamplona se desarrollaba en el presente. El segundo era una precuela en el pasado. Y en San Mamés la acción sucederá en un futuro distópico centrado en la novela '1984' de Orwell. ¿Pinta feo el porvenir, no?
Publicidad
- Sí, porque la realidad es la que es. Al final 'Mitoaroa' no deja de ser una obra de ficción que puede viajar en el tiempo, pero la temática es muy actual siempre. Y no hay más que mirar alrededor y ver cómo está el mundo para constatar que el futuro pinta feo.
- ¿Hay que ver las otras partes para entender la tercera?
- No hace falta, pero aprovecho para invitar a la gente a que las vea, porque ambas han sido retransmitidas por un servicio público, ETB2, y están disponibles en la plataforma Primeran.
Publicidad
- En San Sebastián ha necesitado 150 artistas y 350 técnicos. ¿Qué fue lo más complicado?
- En el apartado técnico, la decisión de que el concierto se escuchara a través de cascos. Sabíamos que una buena parte no iba a estar de acuerdo, pero de eso trata Zetak, de animar a la gente a salir de la zona de confort, a probar experiencias nuevas. Ha salido bien, pero podría haber sido... bueno, de hecho ha generado controversia. Pero demostramos una vez más que somos un proyecto que necesita el riesgo.
- ¿Habrá cascos en Bilbao?
- ... No. Estaba reflexionando sobre si quiero dar esa información que no me habían preguntado hasta ahora y creo que sí es algo que la gente querrá saber. No sorprenderíamos si volviéramos a plantear lo mismo.
Noticia Patrocinada
- ¿Y lo más complejo en cuanto a su amplio rol?
- La narrativa, al haber escrito yo los textos, también los de los actores. Es mi primera vez, porque he escrito canciones, es a lo que me he dedicado siempre, pero esto ha sido totalmente nuevo para mí. Y, bueno, siendo crítico conmigo mismo, creo que hubo un personaje en Illumbe, el cura, que no se acabó de entender bien en la cita del viernes; hicimos ciertas modificaciones para el sábado y creo que se entendió.
- ¿Tenía clara esta historia global desde un principio o la cosa ha ido avanzando en el tiempo?
- Eso es. Tengo la sensación de que estamos descubriendo 'Mitoaroa' junto con la gente. No a la vez, pero casi. Es una obra que está muy viva. Recuerdo que un mes y medio antes de la primera entrega sentí que necesitaba un recurso más y se me ocurrió la idea de meter un actor. En la segunda, ha habido una participación de actores importante gracias a aquella elección. Entonces poco a poco se va descubriendo qué forma puede llegar a tomar 'Mitoaroa'.
Publicidad
- En Donostia abundó la crítica social y política: el genocidio de Gaza, la destrucción de la naturaleza, críticas al consumismo, al capitalismo, a las incoherencias personales... ¿Cuáles son las suyas?
- Hubo mucha carga de autocrítica allí, creo que queda claro; los actores articulan discursos lapidarios contra mi personaje, pero también contra mi persona, y son discursos que yo mismo he escrito. Tengo muchas incoherencias, por ejemplo, una cosa que rechazo ha sido la elección del CEO de Spotify de invertir en drones militares, en armas. Y Spotify es un lugar en el que estamos un montón de artistas pese a que creo que la gran mayoría no estamos de acuerdo con esa decisión. Y para nada hay una intención de justificarme, ni en esta entrevista ni en la obra en sí. Para ser coherente totalmente tendría que quedarme en casa sentadico, pero vas poniendo las cosas en la balanza. Prometemos a la gente que somos jóvenes de aquí, con muchísimas ganas, ilusión, con una alta capacidad crítica y con una costumbre terrible de debatir.
Publicidad
- ¿Cuál es su sitio de creación?
- Es indispensable para mí vivir en Arbizu, escribir en Arbizu, viajar, por supuesto, conocer y leer mucho. Pero trabajo en mi pueblo de mil habitantes en el norte de Navarra, donde tengo un pequeño estudio no de grabación, sino de producción, de creación y composición. Es lo que más me inspira hoy en día y en lo que centro mi obra. Es una forma muy rural de componer y escribir. En un mundo cada vez más globalizado, algo tan único, tan especial y tan pequeño, que parece que no puede ser universal, pues lo es. Y una vez más, con esto de San Mamés lo estamos demostrando.
- No parece procrastinador...
Publicidad
- Tengo una capacidad de trabajo enorme y de meter muchísimas horas. Y entonces uno tiene muchísimas oportunidades de dar con algo que de alguna manera hace un clic. Y se descubre un nuevo camino.
- ¿Zetak se ha convertido en un enorme proyecto personal?
- Sí, y los músicos que vienen a los conciertos a tocar son una parte más de un maremagnum, de la estructura ya enorme a día de hoy que es Zetak, una empresa.
Nueva canción y envidias
- En diciembre tiene pensado estrenar una canción que cataloga como «muy especial». ¿Puede adelantar algo?
- Es una canción que siempre he querido hacer y me recuerdo, además, con 13, 14 años, pensando en ella. Por fin voy a poder hacerla, estoy muy motivado. La estoy escribiendo ahora.
- Con todo estos éxitos que lleva tiempo cosechando, ¿nota ya las envidias?
- No suelo invertir tiempo en esto, aunque no es cosa de ahora, llevo dedicándome a la música muchos años y, no sé, yo no lo llamo envidia, porque al final el ser humano es así y lo asumo. Pero en la primera etapa de mi vida se empezaron a proyectar diferentes sensaciones sobre mí, llamémoslo así, y lo pasé bastante mal porque con 26 años era incapaz de entender por qué si hago lo que hago con todo el amor, por qué de repente hay gente que cree que... Evidentemente esto se magnifica ahora, claro está, pero empezó hace mucho. Y bueno, convivo con ello, lo llevo bien, he hecho muchas terapias y estoy en un punto maravilloso. No quiero imaginarme qué tiene que ser que te llegue este éxito masivo con 17 o 18 años. Estoy contento de que mi carrera ha sido paso a paso, con muchísimas hostias para entender todo, y me ha dado tiempo a llegar fortalecido a este punto en el que de repente todo implosiona. Entendiendo la psicología del ser humano y no justificando, pero siendo capaz de hacer un análisis de lo que me pasa en cada momento sin volverme loco.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión