Tranquilísima gala de despedida del 40º Getxo Folk
Juantxo Zeberio dirigió un concierto de aniversario que unió a músicos veteranos como Leturia, Juan Mari Beltrán o Maddi Oihenart con emergentes como Verde Prato y Olaia Inziarte en el poco poblado Muxikebarri
El domingo terminó el 40º Festival Internacional de Folk de Getxo con el quinto y último concierto de abono, un show especial de celebración del redondo aniversario festivalero pilotado por el pianista guipuzcoano Juantxo Zeberio que sólo atrajo a 207 espectadores, una sorpresa explicable a posteriori por la errónea comunicación o publicidad de la propuesta, pues casi nadie sabía quién iba a actuar en semejante encuentro de folkloristas euskaldunes de ayer y de hoy.
Antes hagamos balance de este 40º Getxo Folk, que no ha tenido ni un concierto malo entre los 13 programados, cinco de pago en el Muxikebarri y ocho en la calle con entrada libre. No fueron malos tampoco los bolos de Buika, a pesar de la charlatanería de ella, ni de Alfredo Rodríguez & Richard Bona, empero las ínfulas humorísticas de éste. Milladoiro descollaron como los más folkies del cartel de abono, el buenísimo concierto de Yamandú Costa & António Zambujo se pudo encajar en el festival de jazz, y correcta sin más resultó la gala de despedida. Ninguna de los cinco citas de abono agotó el aforo, y la que más se acercó fue Buika, otra que podría presentarse en el festival de jazz.
Muy bien artísticamente, ¡y con muy buen sonido!, resultaron las romerías de la playa de Ereaga, en realidad montadas sobre el duro asfalto del parking y pensadas para la juventud, aunque poca juventud atrajo la romería tecnocrática del asturiano Rodrigo Cuevas el viernes, que congregó a muchísimo más público que la romería borroka de Esne Beltza el sábado, donde se estuvo muy cómodo, con holgura hasta para bailar, y donde la chavalería sí era mayoría.
Y los seis conciertos gratuitos de la plaza de la Estación de Las Arenas tampoco defraudaron, destacando entre los tres mañaneros el de la albaceteña Karmento y entre los tres vespertinos el de la blues-roquera extremeña Susan Santos, lo cual nos lleva a plantear si artistas contratados como Buika, Susan o Richard Bona hacen folk. El premio a la pureza del folk se lo tendrían que dar este 2024 a los gallegos de Milladoiro, que nos visitaron en su 45º aniversario.
Una gala televisiva
El domingo, en la gala de clausura y de conmemoración del 40º Getxo Folk, muy televisiva ella (fue filmada por numerosas cámaras, incluyendo una grúa, hubo mucha luz sobre el patio de butacas, lo mejor del repertorio fue el bis con el alegre popurrí que podría ser emitido en Navidad por la ETB…) y que insistimos nos sorprendió por su escasa asistencia (pocos representantes vizcaínos hubo entre los 21 actuantes que se subieron a escena, contando los siete músicos de arriba del andamio: tres vientos y cuatro cuerdas), sonaron 19 temas (contando la pieza caricaturesca del actor bilbaíno Patxo Telleria) en 110 minutos en los que se intentó vincular el folk euskaldun de ayer con el de hoy, según el verso del poeta y txalapartari guipuzcoano Artze que reza: «Bebo de la vieja fuente, bebo agua nueva, agua siempre nueva, de la vieja fuente de siempre».
Y en verdad quedaron claras dos cosas: que el folk vasco de ayer tenía mayor personalidad e importancia social, y que los actuantes veteranos dejaron más honda impronta en el Muxikebarri, a saber, la vocalista Maddi Oihenart, el txalapartari Juan Mari Beltrán, y el risueño Leturia acompañando al trikitilari y líder de Korrontzi Agus Barandiaran, que cosecharon las mayores ovaciones por sonar los más puristas o fieles a la tradición.
Quedó un poco escueta la propuesta (¿a quién más se podría haber llamado?, ¿a Anne Etchegoyen, Mikel Urdangarin, Erramun Martikorena, Ruper Ordorika…?, siguen saliendo mayoría de nombres guipuzcoanos y franceses), y cursó con formalidad y demasiada tranquilidad (tranquilísima, que diría C. Tangana). Las melodías serenas de la vascofrancesa Maddi Oihenart (a Burt Bacharach nos evocó en 'Ikusiko dira berriz', una letra de Itxaro Borda) tuvieron más entraña que las aportadas por las jóvenes: la guipuzcoana Verde Prato (su mejor intervención fue cuando a solas usó el loop en 'Maite, nauzu zeharkatu') y la navarra Olaia Inziarte (que pareció más pop que folk y su mejor intervención fue la primera, 'Denak begira daudelarik', con acompañamiento minimal muy Michael Nyman).
Además Juan Mari Beltrán con humildad dejó su magisterio txalapartari, hubo un baile metafórico y modernista de Noemi Viana vestida de rojo, se oyó la voz enlatada de Mikel Laboa (contra lo esperable este domingo no sonó el 'Txoria, txori'), y lo más aplaudido fueron los números trikitilaris tradicionalistas y eminentemente folklóricos (los más potentes fueron 'Sardos K' de Korrontzi y el homenaje a Kepa Junkera versionando su 'Huriondo') y el popurrí del bis arrancado con el 'Furra furra' de Oskorri. Y también les quedó bien el creciente 'Lili bat' de Laboa / Sarrionaindia con las tres voces femeninas alternándose y creando un ambiente muy Nick Cave.