The Southern River Band, sinceramente agradecidos en el Kafe Antzokia
El cuarteto australiano de rock rocoso y cromado llenó la sala superior, el Antxiki, de aficionados que no dejaron de manifestar su admiración ante lo vivido e inmediatamente gozado | Los antípodas desean regresar en febrero de 2026
The Southern River Band es un cuarteto australiano surgido en 2013 en Thornlie, un suburbio de la apartada de todo ciudad de Perth. Con su ... cuarto álbum, 'D.I.Y.' (do it yourself, hazlo tú mismo), ha comenzado a ser conocida. Mayormente gracias al boca a boca. Y este martes llenó el Antxiki, la sala superior del Kafe Antzokia, con 160 aficionados (había más jóvenes que en el Azkena Rock Festival, algunos guiris, mogollón de fotógrafos...). Varios espectadores comentaron cómo habían conocido al grupo.
Al fotero Dena Flows se los recomendó uno sin saber que iban a tocar en Bilbao, al Dandi de Indautxu le mandó un conocido un vídeo y también al poco se enteró de que iban a actuar en el Kafe Antzokia y compró al instante la entrada, y al que suscribe el amigo Pato desde su exilio en Reinosa le comunicó hace más de un mes que The Southern River Band, que le molaban mucho, iban a tocar este martes en Bilbao y que vendría para la ocasión. Y la sala se llenó de gente bien informada, y el grupo dijo que en febrero de 2026 iban a intentar volver. Y seguro que entonces suscitan el interés de mucho más público.
Pues en el Antxiki dieron un bolazo de 67 minutos para 12 canciones, las mismas y en el mismo orden que el miércoles pasado en el Club 100 de Londres. Al acabar el show, la gente compartió sus impresiones: «Qué tralla, tío» (Patxi), «crema» (Pato), «¡mejor que Springsteen!» (el Dandi, que le vio el sábado en San Sebastián desde un palco con canapés y barra libre), «pues hemos acertado al venir» (alguien que pasaba por ahí), «ha estado muy bien, hard rock setentero a lo AC/DC, Status Quo, Thin Lizzy… Y agradezco que haya sido corto, porque todavía arrastro las secuelas del Azkena Rock Festival» (Tsustas) o «han tenido muchos momentos muy Status Quo» (Raúl El Guapo, al que no le faltaba razón, pues en cinco de las doce canciones apuntamos el nombre de los reyes ingleses del boogie rock).

The Southern River Band repasaron casi todo su disco último, 'D.I.Y.', siete de sus ocho cortes (sólo se dejaron en el tintero 'Do you miss me when I'm gone'). Y su conciertazo aunó electricidad, vigor juvenil, riffs acedecescos, estribillos directos y pegajosos, melodías cuidadas, dos guitarras afiladas y solistas… Su repertorio y estilo fueron más variados que, por ejemplo, los de Airbourne, y cada canción de los de Perth combinaba varios recursos, por ejemplo riffs demoledores suavizados mediante melodías cuidadas. Pero lo que oíamos era rock, a veces cuasi heavy metal, y el público también manifestaba sus imresiones durante el show: «Qué sudada», «rock and roll sin aditivos, sin bobadas» (bueno, esas partes melódicas en estribillos que parecían americanos sí pueden ser tomados como aditivos), «'mi gusta'» (chilló uno de los guiris en español) e «incredible» (dijo otro de los guiris en bajito).
Sonando así de directos, de adhesivos, de eléctricos, de rocosos y de inmediatos, pasándose de vez en cuando una botella de Jack Daniels, The Southern River Band, que gastan un bautismo demasiado largo y que sugiere a una banda de rock sudista, lo que no son (son una banda de hard rock melódico de alto octanaje), abrieron fuego 'acedecescos' y aeróbicos ('Busted Up', muy Airbourne en la tarde de tormenta), no tuvieron complejos para barnizarse con glam a lo Redd Kross o Cheap Trick ('Don't Take It To Heart'), fusilaron a Status Quo ('Watch Yourself (You're Gonna Hurt Somebody)'), colaron estribillos de cadencia comercial como los de Jet ('Second Best'), una de las cimas también tuvo gran deuda con Airbourne ('Cigarettes (Ain't Helping Me None)'), y la voz de Callum Kramer, el líder mostachudo, melenudo y con torso desnudo de bípedo lampiño, fue descaradamente aguda y useña ('Fuck You, Pay Me').
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Además, La Banda del Río del Sur supo sonar como unos Blue Öyster Cult de tres generaciones posteriores ('Vice City III'), se despidió en falso con la cima de la cita 'Stan Qualen' (jopé, parece un guiño a Status Quo desde el título; fue la mejor canción del bolo y es la más escuchada suya en Spotify), y tras decir de verdad el líder «desde el fondo de mi corazón, gracias por haber venido, ¡una noche de martes!», el bis doble se abrió con el hard rock de 'Chimney' (su segunda canción más escuchada en Spotify, con una larga intro de guitarras rampantes) y se cerró con 'Vice City II' y sus dos guitarras doblándose en plan Hellacopters, Kiss y Thin Lizzy.
Ah, antes de la última, sinceramente agradecido el cantante dijo que nos quería, alguien del público le chilló «¡sois rock and roll!», y respondió el Callum Kramer: «El rock and roll no está muerto, bro».
Si vuelven en febrero de 2026... ¡ojalá podamos repetir!
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