Un tenor en la cúspide

Crítica musical ·

Jueves, 1 de abril 2021, 00:21

Cuando escuchamos una voz interesante, a veces nos precipitamos a encumbrarla hasta que una luz brillante nos vuelve a recordar que hay más, mucho más ... arte, para llegar al auténtico estrellato. El tenor polaco Piotr Beczala es una de esas pocas luces que nos indican dónde se halla la cúspide del canto. Brilla en el repertorio verista gracias a un timbre vocal que ha madurado de manera natural desde que lo escuchamos en 'La Traviata' hace ya quince años. Hoy día es una voz corpórea, con un centro hermoso y un atrevimiento en el registro agudo que asombra por su seguridad y su luminoso squillo. A la belleza de su voz le acompaña un fraseo modélico y un envidiable fiato.

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Si al cantar las napolitanas de Francesco Tosti nos dio la impresión de que escuchábamos la pasión de un gran especialista nativo, la interpretación del aria de Jontek de la ópera 'Halka' del también polaco Stanislaw Moniuszko fue el aldabonazo de lo que vendría a continuación. Al sentimiento y a la generosa entrega que puso en la citada aria seguiría la exuberante versión de 'Recóndita armonía' de la 'Tosca' de Puccini y sobre todo ese maravilloso 'Addio alla vita' del final de la misma ópera con el que nos hizo poner en pie. Piotr Beczala nos recuerda lo que supone una voz de primera magnitud, lo que es el arte canoro. Camillo Radicke, el pianista, fue un baluarte admirable administrando los silencios y extrayendo las emociones de un cantante que no necesita de excesiva publicidad porque ya es un grande.

Recital de canto

  • Solistas: Piotr Beczala (T), Camillo Radicke (Piano).

  • Obras de Donaudy, Stanislaw Moniuszko, Puccini... Filarmónica, 30-III-21.

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