FS Standards Quartet llenan otra vez la terraza del Guggenheim
El cuarteto liderado por el contrabajista Fran Serrano amenizó la segunda de las ocho sesiones del ciclo 'Art & Music', que agotará su aforo todos los miércoles de este verano
Desde el principio está asentado el ciclo estival 'Art & Music' del Museo Guggenheim, que plantea los miércoles conciertos de jazz de profesionales locales en la terraza del bar, ¡con un par de consumiciones incluidas en el precio de la entrada! Para este estío se han programado ocho sesiones durante los miércoles de julio y agosto, exceptuando la cita de Semana Grande porque el ruido de las pruebas de sonido de los conciertos festivos de Abandoibarra invadiría el recinto.
En esta quinta edición del 'Art & Music' (iniciativa que se puso en marcha durante la pandemia para paliar las paralización de la agenda melómana) se van a llenar las ocho citas, aforadas para 150 personas cada miércoles. Hay espectadores habituales del ciclo que ya han comprado la entrada para todas propuestas del programa. El pasado miércoles, primero del verano, se superó el aforo, llegando a entrar 165 personas y añadiendo la organización mesas extras. Ayer miércoles se volvió a llenar la terraza del Guggenheim, aunque faltaron 6 que ya habían adquirido su entrada. Hasta en los conciertos de Taylor Swift hay quien teniendo entrada al final no va, porque se le olvida la fecha, o porque justo está en otro lado del mundo, o porque se ha puesto malo.
Y con la terraza llena actuó ayer el FS Standards Quartet liderado y nominado por el contrabajista Fran Serrano, un alavés al que hemos visto en numerosísimas ocasiones en concierto con distintas formaciones (la semana pasada con Irati Bilbao en el Getxo Jazz, y de momento no con su nuevo grupo, ajeno al jazz, La Regadera, algo así como La Pegatina de Miranda de Ebro). A Fran le escoltaron otros pluriempleados del jazz y demás estilos: Andoni Aizpuru al saxo alto muy determinante (le vimos la semana pasada haciendo ragtime con los Crazy Jazzers en el Piper's de Algorta), Richie Salvador al piano Nord, y Aritza Castro a la batería, que sonó muy alta, no sólo porque a este baracaldés (toca también en la Banda Municipal de su pueblo) le guste darle duro. Y calculó Óscar Cine mientras degustaba una hamburguesa kilómetro 0 de la carta del bistró: «A los cuatro los he visto un montón de veces. Al que menos, unas cinco veces, al pianolas». Jo, y al que más últimamente a Aritza: con Ibai García, con Miguel Salvador...
El FS, puntualísimo, exacto, dio dos pases en 123 minutos, contando el intermedio de 22. Cinco piezas sonaron en cada pase, y estuvo un poco mejor el segundo, gracias al elemento diferencial de un dúo saxo-contrabajo (basado en el blues 'Things ain't what they used to be') y al tema cenital de la decena escogida ('I'll close my eyes', con fenomenal saxo alto de Aizpuru y el segundo solo baterista de Aritza).
El repertorio lo presentó Fran Serrano, quien deseó al acabar el primer tema, 'There is no greater love': «Tocaremos más clásicos del jazz, esperamos que estéis a gusto y que disfrutéis igual que nosotros». Los músicos tocaron bastante para ellos mismos (más durante el primer pase, con numerosos momentos solistas evidentes), la batería sonó demasiado alta, Andoni Aizpuru protagonizó la mayoría de lo más ovacionado y pintón (el frenesí del solo en 'This I dig of you', la cadencia de la balada 'Darn that dream'...), al tecladista Richie Salvador a menudo le opacaban sus compañeros (aunque se dejó notar con sentido acid en 'Beatrice' y con aire bluesie en 'All blues' de Miles Davis), y la pieza más bonita del primer pase fue la paseante y feliz 'Remenber'.