Borrar
En los márgenes de la Ría eclosionó la escena musical de los 80 que Moso retrata en 'Flores en la basura'. Ignacio Pérez

Roberto Moso: «Si la música en euskera hace 'sold out' es porque en los 80 plantamos la semilla»

Cantante de los legendarios Zarama, el de Santurtzi reedita 'Flores en la basura', una de las crónicas más vibrantes del Rock Radical Vasco

Martes, 9 de diciembre 2025, 00:04

Comenta

«Echo de menos la Ría con barcos. Sin barcos tiene algo inquietante, como vacío», se lamenta Roberto Moso (Santurtzi, 1960) mientras posa para la sesión de fotos de esta entrevista. Precisamente, 'Flores en la basura', el libro de 2003 que ahora reedita, es un intento exitoso de revivir y recordar los tiempos en los que el Gran Bilbao era un hervidero, no solo de embarcaciones, sino de actividad social, política y cultural. Y, sobre todo, de bullicio musical, con el propio Moso como testigo de primera línea al frente de los legendarios Zarama.

Esta completa crónica del Rock Radical Vasco, por la que desfilan otros grupos míticos como Eskorbuto, Hertzainak, Las Vulpes o Kortatu, se presenta en versión en euskera y en castellano este miércoles en la librería Elkar de la calle Iparragirre de Bilbao (19h), donde Moso estará junto a Roge Blasco, otro nombre referencial de los 80, y Amaia Santana, directora de Liburuak, editorial responsable de esta nueva edición.

La reedición de 'Flores en la basura' confirma que hay un gran interés por los 80 y todo lo que se hizo en esta década.

La nostalgia siempre funciona. Pero lo que sí se confirma es que el reflejo que en su día plasmé en este libro sigue vivo. Es ya la quinta edición en castellano y la segunda en euskera.

En sus páginas se muestra la efervescencia que reinaba en la época.

La palabra efervescencia es muy, muy adecuada, porque de alguna forma fue la espuma de algo que se agitaba en esos momentos. Veníamos de unos años donde nada de eso existía o existía de una forma muy escondida. Y ahora, curiosamente, sí podríamos decir que, en otro sentido, hay una gran efervescencia en lo que es la música en euskera. En aquel entonces, costaba mucho llenar un pabellón cantando en euskera y ahora es algo habitual.

La eclosión cultural de los 80 contrastaba con un contexto de crisis económica bestial.

Sí, era una coctelera la que se montó en Euskal Herria en los 80, que tenía unos elementos muy particulares y difíciles de repetir. Y eclosionó en un tipo concreto de letras, de literatura e incluso de teatro. En la música hubo un estallido muy interesante que, en contra de lo que a veces se dice, no fue solo de punk. También hubo rock duro, folk o propuestas más modernas. Por no hablar de otras como la de Duncan Dhu.

Y luego estaba la militancia política, con esa sopa de siglas de la Transición y el posterior desencanto en medio de un clima de violencia.

Hubo un cierto sarampión. No había habido nunca partidos políticos, no los habíamos conocido en nuestra infancia y adolescencia y, de repente, estaba esa sopa de siglas increíble, con mucha actividad. No sé si en todos los sitios era igual, pero en la Margen Izquierda todos conocíamos a gente que militaba en la ORT, el PT o incluso en grupúsculos cercanos a Albania. Había mucha variedad y, en cierto modo, me gustaba más eso que la cosa monolítica de que toda la izquierda la absorba un solo grupo. Había mucha variedad y debate.

¿Es demasiado tentador caer en la nostalgia de aquellos años?

Bueno, hay quien dice que la nostalgia es reaccionaria. Yo no creo que sea necesariamente así. Yo creo que más que la nostalgia está bien caer en eso que está tan de moda que es la memoria. Es importante no olvidar de dónde se viene. Hacer borrón y cuenta nueva solo lleva a desconocer la historia y eso te condena a repetirla. Y me da que en nuestra sociedad ahora mismo hay algo de eso, se están empezando a repetir cosas que, por desgracia, pensábamos que estaban superadas y no tengo tan claro que lo estén.

¿Qué legado ha dejado lo que se conoció como Rock Radical Vasco?

Hay cosas positivas. Yo creo que si ahora mismo hay un rock en euskera potente o una música en euskera potente que puede vender y hacer un sold out en sitios como Madrid o Barcelona, es gracias a que plantamos entonces aquella semilla. Sí, esa es la herencia más positiva, la que ha propiciado el actual momento tan musculoso de nuestra música. Y eso también puede ser extrapolable a otras áreas de la cultura.

Más allá de Zarama, el grupo que sobrevuela todo el libro es Eskorbuto, quizás los que más impronta dejaron, por su legado y su trágico fin.

Tuve con ellos una relación muy diferente, según las etapas. Tuve una amistad muy cercana con Josu. Y, bueno, como suele pasar en estos casos, la heroína te va separando, porque al final no hay más amistad que la heroína, ni siquiera ellos estaban unidos. Con el paso del tiempo, está claro que Eskorbuto son el símbolo más perfecto de lo que fueron esos años. La prueba es que Eskorbuto son abrazados de forma intensa por gente desde la izquierda abertzale a Vox. Ellos resumen perfectamente la esquizofrenia que se vivió en muchos aspectos a nivel social, y la resumen en una banda, en unas canciones. Y además eran un caso curiosísimo, porque eran gente que no tenían grandes conocimientos musicales ni poéticos, pero con su instinto y su talento consiguieron hacer algo que sigue penetrando hoy en día de una forma increíble.

Siguen presentes en todos lados.

Para empezar, en Latinoamérica son la hostia, la hostia. Y como ha trascendido que yo les puse el nombre, me he convertido con los años en una especie portavoz para mucha gente que me escribe, y a la que no siempre puedo atender como me gustaría. Y con Pako (Galán, el único superviviente) tengo una relación muy buena.

Zarama también jugó un papel muy importante: fue la primera banda en euskera de la Margen Izquierda.

Es verdad, es verdad. Conseguimos que mucha gente se diera cuenta de que el euskera sonaba bien, que molaba y que se podían contar cosas.

Abrieron muchas puertas.

Creo que sí. Y es una de las cosas de las que más orgulloso me siento. Si lo ves desde el punto de vista de hoy en día, puedes pensar que nos subimos al carro del euskera porque nos podía venir bien. Pero yo quiero recordar a la gente joven que al principio nadie lo veía bien. A los rockeros no les gustaba el rollo del euskera y a los euskaldunes el rock les parecía imperialista. Tuvimos muchas discusiones y malos rollos a cuenta de eso.

Vamos, que tenían casi todo en contra.

Podemos decir que nos movíamos en un terreno nada abonado.

Más nombres a repasar: Las Vulpes, probablemente la primera banda de mujeres del País Vasco.

¡Y te diría que de Europa también! Las admiraba mucho y me gustaría escribir su biografía algún día, fueron un fenómeno increíble. Como decía Johnny Thunders, fueron demasiado y demasiado pronto. Y yo he visto cosas que nunca creeríais, Las Vulpes actuando a las 12 de la mañana en la Universidad de Leioa y todos los estudiantes shockeados, les parecía como mal, les parecía agresivo que se atrevieran a tanto. Ahora están muy reivindicadas pero entonces ni las feministas les apoyaban, porque no les parecían representativas de las mujeres. Ellas mismas lo cuentan. Tuvieron que pasar muchos años para que las entendieran. Es que ellas no pretendían ni ser feministas ni nada por el estilo, solo querían hacer una banda de rock. Pero, claro, hacer una banda de rock y ser mujer en el año 81 mira las consecuencias que trajo.

Por ejemplo, que pasaran a la historia por aquel absurdo escándalo de la televisión.

Un súper escándalo. ¡Hasta Camilo José Cela y Rosa Montero escribieron sobre ello!

Se ha jubilado recientemente después de décadas ejerciendo el periodismo. ¿Cómo lo ve todo ahora desde la barrera?

Sigo interesado en todo y procuro seguir haciendo periodismo, porque la cabra tira al monte. Tengo dos blogs donde voy dejando mis opiniones y valoraciones. Y, sobre todo, ahora estoy a tope con Jan!, nuestro nuevo proyecto musical que estrenamos el mes pasado en olor de multitudes teloneando a Delirium Tremens en su despedida en Bilbao.

¿Hay disco a la vista?

Pues de momento tenemos grabación de disco, vamos a priorizar hacerla bien y luego iremos sacando canciones. Ahora todo funciona canción a canción, a modo de singles. Enseguida empezaremos a rodar.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Roberto Moso: «Si la música en euskera hace 'sold out' es porque en los 80 plantamos la semilla»

Roberto Moso: «Si la música en euskera hace 'sold out' es porque en los 80 plantamos la semilla»