«Respeto que los latinos votaran a Trump»
El ídolo mexicano mostrará mañana en el Bilbao Arena su herencia ranchera y su lado más pop tras ganar un Grammy
Josu Olarte
Martes, 10 de diciembre 2024, 00:53
Alejalejandro Fernández (Guadalajara, 1971) sabe lo que es desarrollar una carrera artística desde México con la carga y la responsabilidad que supone ser hijo del ... último rey del mariachi, Vicente Fernández, fallecido en diciembre de 2021, cuatro meses después de una caída accidental en un concierto.Fogueado desde niño con el 'Charro del Huentitán', estudió arquitectura y se orientó al cine, pero acabó emancipándose como cantante en 1992. Desde entonces se ha postulado como máximo exponente de la música regional mexicana en una carrera con un éxito comercial (30 millones de discos vendidos), paralelo a su apertura a la canción romántica, el bolero o el pop latino urbano, y colaboraciones con proyección global como Gloria Estefan, Beyoncé, Christina Aguilera, Marc Anthony, Bisbal, Sebastián Yatra o Maná.
Aún con la resaca emocional de la gira de homenaje a su padre 'De Rey a Rey', Alejandro Fernández, alias 'El Potrillo', encontró tiempo para responder desde Miami horas antes de recibir un nuevo Grammy Latino (el cuarto) tras interpretar el favorito paterno 'No se me rajó' en el mismo escenario en el que, hace un lustro, coincidieron por vez primera tres generaciones de la dinastía ranchera (Alejandro, su hijo mayor Alex, y el patriarca Vicente).
Después de que sus últimas giras no pasaran por escenarios vascos, Fernández recalará este miércoles en el Bilbao Arena (21.00 h, entradas desde 66 €), donde, engalanado de charro mexicano y con el respaldo de su mariachi con más de 20 músicos, interpretará clásicos del Rey padre ('Estos celos', 'Mi ranchito', Que te vaya bonito, La ley del monte), así como versiones de José Alfredo Jiménez, Juan Gabriel o Joan Sebastian. Apoyado en una 'impactante' producción audiovisual, El Potrillo combinará su genética más tradicional y fronteriza con muestras de su faceta más pop y rescates de su último trabajo, «Te llevo en la sangre», un reciclado de su herencia mariachi merecedor del Grammy al mejor álbum de música ranchera, 20 años después de lograrlo junto a su padre con el directo 'En vivo juntos por última vez, Vicente y Alejandro Fernández'.
– Viene de cantar ante más de 90,000 almas en los dos conciertos de homenaje a su padre que encadenó en octubre en la Monumental de Ciudad de México, el mayor coso taurino del mundo.
– El recibimiento que tuvimos con el show de homenaje a mi papá, Vicente Fernández, 'De Rey a Rey', fue espectacular. En un año hicimos cuatro conciertos 'sold out' en la Monumental, lo que es todo un hito. Desde hace mucho tiempo quería realizar este proyecto que grabamos con una gran producción audiovisual que verá la luz en febrero o marzo. De hecho, lo empecé a organizar con mi padre aún en vida. Se había alejado de los escenarios desde hace unos quince años, pero seguía produciendo y trabajando detrás. Quería tener un disco en directo definitivo con sus canciones. Mi papá me dejó incluso una carta con las canciones que entrarían y que mostraremos en el arte del disco. Pero con su accidente el proyecto se enfrió y no lo pudimos sacar en vida. Ahora por fin se pudo dar y la gente lo recibió maravillosamente.
– ¿Tendrá reflejo en su concierto de Bilbao? ¿Cómo será su show, combinará sus 'dos mundos', el más tradicional y ranchero, y el más orientado al pop latino?
– Exactamente. Me da mucho gusto poder estar en Bilbao con este espectáculo pensado para el público español, que tuvimos que posponer en 2020 por la pandemia. El show se moverá entre los dos mundos a los que aludí en un disco (Dos mundos: Evolución + Tradición, 2009). Combinaremos parte del repertorio de homenaje a mi padre, que grabamos, con las canciones pop a las que también he dedicado tiempo y esfuerzo con muy buena respuesta. Haremos rancheras que todos conocen junto con algunas de las que empecé y algunos temas norteños del último disco.
– Al igual que su padre hizo con usted, parece respaldar la carrera musical de sus hijos. ¿Qué siente al ver que la dinastía artística de los Fernández tiene continuidad? ¿Se ve reflejado en ellos?
– Me siento muy orgulloso de mis cinco hijos. Todos ellos tienen talento, están muy entregados a sus carreras y están muy preparados, con estudios en las mejores escuelas de música. Me veo especialmente reflejado en Alejandro y Camila ya que, como yo, también se dedicaron al género ranchero, del que son grandes profesionales y muy apasionados. Los tres más chiquitos (América, 27; Emiliano, 24; y Valentina, 22) están desarrollando proyectos más alternativos con un estilo más moderno que tiene que ver con su edad. En todo caso, las puertas de la música regional mexicana siempre las van a tener abiertas. Me llena de orgullo que Alejandro y Camila hayan triunfado haciendo el mismo repertorio que yo hacía con mi padre. En algunas ocasiones en las que he cantado con ellos no pude contener el llanto.
– A sus hijos más 'alternativos' les gustará ver a su padre en la cartelera de festivales indies latinos como el californiano La Onda, junto a artistas como Ximena Sariñana, Café Tacuba, Farruko o Mon Laferte.
– Sí, claro, pero como yo estuve también un tiempo en el terreno del pop, supongo que también me ubican ahí. Hay gente que me asocia al género ranchero y a la canción mexicana, pero yo no milito en ningún género. En la música estoy abierto a todo y ahora tengo en ese sentido algunos proyectos importantes. Si se llegara a dar la oportunidad de colaborar con cualquier artista de otro campo que pueda sumar a mi carrera, lo haría con gusto.
– De hecho, ya lo ha hecho profusamente con artistas españoles de la lírica, el flamenco o el pop.
– Por supuesto. Me gusta mucho la música española y he tenido el privilegio de trabajar con los más grandes, desde Plácido Domingo y Carreras, hasta Julio Iglesias, José Luis Perales, David Bisbal, Alejandro Sanz, Miguel Bosé, El Cigala, Raphael.
–¿En qué ha quedado su temprana faceta actoral? Llegó a encarnar a Emiliano Zapata en 'El sueño de un héroe', de Alfonso Arau. ¿Mantiene esa vocación?
– La actuación fue mi primera vocación; era lo que más me tiraba desde pequeño. Siempre acompañaba a mi padre cuando rodaba sus películas para ver lo que pasaba detrás de las cámaras. Como casualmente las filmaba en verano, podía acompañarlo. También me encantaba la fotografía, pero si entonces me hubieran preguntado, habría dicho que mi prioridad era el cine. Lo que pasó es que mi padre me dio la oportunidad de colaborar con él en una canción ('Amor de los dos') para un disco de homenaje a la música mexicana (México Voz y sentimiento, CBS, 1990), que estuvo en lo alto de las listas de popularidad. Después de eso, la compañía puso el foco en mí y me animaron a grabar mi primer disco original como solista. Funcionó muy bien y ya no pude parar. Yo estaba muy centrado en mis estudios universitarios de arquitectura, que llevaba con muy buenas calificaciones, pero los compromisos musicales eran tantos que ya no lo pude compaginar. Opté por centrarme en la música, pero pensando que, si la cosa no iba bien, siempre podría volver a la universidad para acabar mis estudios.
– ¿Le gustaría protagonizar una serie como su colega y rival Luis Miguel?
– Sería interesante, aunque habría que analizar bien el enfoque y los temas que trataría. De hecho, hace dos años salió una serie sobre mi padre, pero estaba limitada porque se centraba en sus últimos años. También se hizo otra serie antes, pero con un tono muy novelesco y poco centrado en la realidad. Por eso me gustaría contar mi historia y cómo viví yo la carrera de mi padre, mostrando también mi lado personal y lo que he hecho en la importante trayectoria que tengo en los negocios que he desarrollado, al margen de lo artístico. Creo que podría ser muy motivador para mucha gente. Soy una persona con iniciativa a la que le gusta asumir nuevos retos.
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«Mi primera vocación fue la interpretación, siempre acompañaba a mi padre cuando rodaba sus películas»
Políticas reformadoras
– ¿Cómo ve el México de Claudia Sheinbaum? Llama la atención que en el país, tristemente conocido por los feminicidios de Ciudad Juárez, dos mujeres optaran a la presidencia en las elecciones de junio.
–La señora presidenta tiene estudios en muchas disciplinas y está muy bien preparada para el cargo. Creo que, con esa fuerza que está teniendo el feminismo y el empoderamiento de las mujeres, va a desarrollar políticas reformadoras que hagan un México diferente. Pero hay que darle tiempo al tiempo porque apenas acaba de coger las riendas del país. Ojalá que pueda resolver los problemas más allá de las disputas políticas. Creo que la prioridad tiene que ser la seguridad de todos los ciudadanos. Al problema de la violencia que asola México hay que darle solución con urgencia.
– También se ha involucrado en iniciativas humanitarias y sociales. Junto a Fher Olvera, de Maná, apoyó campañas a favor de políticas de justicia y dignidad para los migrantes latinos en Estados Unidos, como 'We are home' o 'Vote for us'. ¿Cómo ha recibido el regreso de Donald Trump a la presidencia?
–Más allá de lo que se diga o de malinterpretaciones, nunca me he metido en política. Simplemente di mi punto de vista y cedí algunas canciones. Tan solo he salido alguna vez a decir que apoyo a los mexicanos y latinos de Estados Unidos. Lo que pasó es que una página web llamada 'Latinos juntos por Trump' usó la imagen de mi padre sin permiso, y les aclaré que ese permiso lo tenían que conceder mi madre y mi hermano. Mi propio padre nunca estuvo abiertamente a favor de ningún partido político. Mis intervenciones públicas fueron encaminadas a que la gente saliera a votar, para que después no se fueran a quejar.
–¿Y le decepcionó que muchos mexicanos y latinos le votaran por razones económicas?
– Si los que viven en Estados Unidos lo hicieron mayoritariamente por Trump, lo respeto. Ellos son los que residen allá y saben lo que más les conviene. Si muchos latinos le votaron es porque vieron en él cosas buenas o convenientes para ellos. No me han decepcionado. Como mexicano y latino siempre les apoyaré. Si se equivocan, me equivocaré con ellos. Hay que ser mexicano a toda costa.
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