Ray Collins' Hot-Club sueñan el swing en el cierre del IV Bilbao Blues Festival
La mini big band alemana vino reducida a septeto, pero ello no fue óbice para disfrutar de un show retro de estética impecable y música entre el rock and roll de Bill Haley y el swing de Ray Gelato
Por todo lo alto acabó este domingo el IV Bilbao Blues Festival, sin importar que la lluvia hiciera acto de presencia en algunos lapsos y ... sobrellevando con alegre resignación que los actuantes, los alemanes Ray Collins' Hot-Club, arribaran en septeto y no en el anunciado noneto, con lo cual nos perdimos dos instrumentos de viento extras. Trajeados y encorbatados (el jefe Ray Collins con pajarita e indumentaria de color más chillón para distinguirle en escena), peinados a cepillo y engominados, los tipos teutones se marcaron un concierto feliz y bailón de 21 temas en unos 82 minutos (ejem, se nos olvidó apuntar la hora exacta en que acabó por ir a comentar el show con la peña).
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Los siete magníficos en lo suyo, lo de preservar el sonido de las bandas de swing y ritmo y blues afroamericanas de los años 40-50 («algunos dicen que somos una banda de rockabilly debido a nuestros graciosos cortes de pelo, pero esta canción sí que tiene un punto rockabilly», aseguró el líder Collins al presentar 'Little house'), supieron insuflar mucho poderío rock-a-roller a su setlist, fueron dinámicos en escena, no pecaron de payasetes, y sus canciones de aroma retro y sin naftalina estuvieron todas bien resueltas.
Beneficiados por un sonido tan bueno que a veces daba la sensación de onírico, de ensueño, los clubbers de Collins rularon risueños ('Give it up'), rocanrolearon a lo Bill Haley & The Comets, sonaron como una Roomful Of Blues de talla menor ('High life', que la imaginamos cantada por Big Joe Turner), se inventaron un baile con potencial echado a perder por su propio título ('The shit', en el que se revolcaron por el suelo con sus trajes y todo), versionaron con mucha gracia a Andre Williams, a quien respaldaron como banda de acompañamiento en una gira lejana en el calendario ('Bacon fat', y un ¡viva Alemania! brotó de las primeras filas), se cascaron un par de instrumentales muy molones ('Get a move on it' en plan jump & jive melódico y dinámico, otro en plan Los Mambo Jambo que igual se titulaba 'Angry hop' o algo así), se alistaron al swing gótico ('Down in Hell'), facturaron boogie woogie ('Gina', 'Knock out boogie' para despedirse), coincidieron con MFC Chicken ('Chicken 4.2'), cruzaron a Elvis con Woody Allen ('Bye bye Paris'), se tornaron zíngaro-billies ('Young & Wild'), y a menudo también nos evocaron a los primeros Ray Gelato Giants (un Gelato que estará de lunes a sábado, seis días seguidos, actuando en el VI Festival de Jazz de Santander).
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