La Quincena Musical se rinde ante la pianista china Yuja Wang

Lo fundamental es que Wang (Pekín, 1987) cautivó al público del Kursaal con su calidad artística el domingo y ayer lunes en sus conciertos con la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo, dirigidos por Gustavo Gimeno. Venían de actuar en un templo sinfónico, el Concertgebouw de Ámsterdam, y hoy repiten en Santander para abrir su festival internacional. El programa de hoy en la capital cántabra se abre con el Concierto Românesc de Ligeti y se completa con la Sinfonía nº 8 de Dvorak. «Todos los grandes directores quieren trabajar con ella, porque es excelente. La Filarmónica de Berlín ya la espera para repetir», destaca Alfaya.

Y lo accesorio, pero no menos llamativo, fueron en el Kursaal sus tacones, sus vestidos, su retraso a la hora de salir a escena, el hacerse rogar para sus bises. Tampoco es habitual en una solista de clásica que cuente en su Instagram su seducción por La Concha, por donde paseó antes de actuar. Y la sitúa más cerca de las estrellas de cine el hecho de que ayer por la mañana diera la espantada y no se presentara a la rueda de prensa en la que estaba anunciada junto al director Gustavo Gimeno y el propio Alfaya. La pianista había celebrado la noche anterior su éxito: cenó en el Urepel con los otros artistas y responsables de la organización y luegó disfrutó de Donostia 'by night'. Y no fue a la rueda de prensa porque debía estar descansada a las 19.30 horas en su segunda cita con el público. La pianista que fue niña prodigio y creció bajo los focos dice ahora que «cuando era mucho más joven la música era mi vida, pero, cuanto mayor me hago, más veo que la música y la vida interactúan. Hay que vivir».

Gustavo Gimeno se mostró satisfecho con su regreso a la Quincena tras su visita de 2017. «Posee una sensibilidad extrema», dijo de la pianista china. Por lo general, el repertorio de Mozart suele ser considerado de una gran exigencia para la mayoría de pianistas, pese a que no tiene tanto contenido. «Hay muchas maneras de interpretar esas pocas notas. Eso es lo difícil -admitió Gimeno-, pero con Yuja siempre cada concierto tiene algo diferente y llevamos más de treinta juntos».

Para Alfaya, los dos conciertos del Kursaal han sido «algo fuera de serie». Además, se trataba de «una propuesta que se llevaba cocinando desde hace tiempo y a la que le teníamos muchas ganas». Ante la pregunta de cómo ha vivido su vuelta a San Sebastián, el director valenciano dijo que este es un lugar que ya le es familiar y en el que el público es siempre muy caluroso. «No suelo oír los aplausos al terminar un concierto, pues sigo demasiado absorbido aún por la música, pero ayer (por el domingo) los escuché con claridad».