La proeza de grabar 'Maitena' con más de 90 personas en tiempos de pandemia

De esta manera se está sacando adelante el registro en CD de ‘Maitena’, del vascofrancés Charles Colin, con la Coral y la Sinfónica de Bilbao (BOS). No hay coronavirus que pueda con el empeño de la Sociedad Coral por rescatar el legado lírico en euskera de principios del siglo XX. Sin olvidar la experiencia y talento de Francisco Moya, productor y máximo responsable del sello discográfico IBS Classical, que tiene sede en Granada y prestigio internacional. «¡Silencio, que estamos grabando!», vocifera al percibir rumor de pasos y cuchicheos. No se le ve, está en una habitación aparte, pero se presiente su control. Es un peso pesado en el gremio, muy respetado por los músicos, al que no se le escapa ni una semifusa a destiempo.

El director de orquesta Iker Sánchez (Irún, 1976), en un brevísimo receso de la grabación, reconoce que «gracias a Paco Moya me siento absolutamente tranquilo, es un profesional que hace posible lo imposible». En cuatro días tienen previsto terminar las sesiones y, a juzgar con lo que él ya ha tenido oportunidad de escuchar, hechas todas las mezclas y reajustes, «el resultado me parece magnífico, no se nota que se ha hecho en circunstancias tan complicadas». Es una grabación que hace justicia a la música de Colin, tan limpia y sencilla, con guiños a la música popular de Euskadi y sabor francés.

El libreto de ‘Maitena’ tiene el sello de Etienne Decrept, hombre de teatro y gran conocedor de la lengua vasca, que deseaba reflejar fielmente «el talante del pueblo». La historia se ambienta en una aldea de Laburdi, donde vive la protagonista, una joven sometida a la autoridad del padre, que le impide casarse con el hombre que ama y no le deja más alternativa que huir. Los enamorados se marchan a Argentina. Allí se casan, pero la felicidad dura poco. Maitena queda viuda. Regresa empobrecida, se reconcilia con el progenitor y acaba contrayendo matrimonio con el pretendiente favorito del padre. La fe y el temor a Dios también tienen un papel fundamental en la trama.

«Lo que más me atrae del personaje es su fuerza y su evolución. Te da mucho juego como intérprete. Es muy inocente al principio, luego se fuga, enviuda, se vuelve a enfrentar al padre... Los estados de ánimo son muy distintos. Eso me gusta», explica entre pausa y pausa la soprano Miren Urbieta Vega (San Sebastián, 1983), poco antes de retomar la grabación, llenarse los pulmones de aire y soltar una frase remarcando cada sílaba: «Amodio bat badut berriki sortua / Bear litaken baño beinau choratua!» (Tengo un amor recién nacido. ¡Me trae turbada más de lo necesario!).

Mientras tanto, Mikeldi Atxalandabaso aguarda su momento, con la partitura en la mano y detrás del director de orquesta. En esta ocasión no tiene un papel demasiado largo pero bastará para dejar claro que es un tenor bilbaíno con clase. El euskera de Iparralde sonará con empaque en esta grabación de ‘Maitena’. Un disco para coleccionar.