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Domingo, 19 de diciembre 2021, 08:20
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En febrero de 2018 los baracaldeses Porco Bravo se disolvieron temporalmente dando un gran concierto en la Fever en memoria de su difunto componente Pulpo y con el aforo agotado: 1.500 almas. Y este sábado, tres años largos después, una pandemia por medio y con nuevo álbum editado, 'Somos', Manu El Gallego y los suyos regresaron a la Ciudad de Hierro para actuar, esta vez sin bengalas en el culo, grapas en el pecho ni llamaradas en el escenario, ante más de 600 seguidores (menos de los esperados, como dijo atribuyéndolo al covid el propio Manu. «Vienen malos tiempos para la música», profetizó).
Porco Bravo dieron un espectacular, energético, interactuado conciertazo de 22 piezas en 88 minutos contados desde que salieron a escena después de sonar el 'Boys are back in town' de Thin Lizzy hasta que se largaron después de sacarse la foto final, con Manu El Gallego enseñando el culo. Un Manu, el más listo de la panda, que apoyado en la máquina de punk rock de alta energía y vocación tribal/coral alimentada por sus cuatro secuaces, fue el centro de las miradas: hizo surf reptando sobre las cabezas y los brazos del público en numerosas ocasiones, saltó un par de veces desde la batería (cayendo mal sobre todo en la primera), convidó a whisky americano a la jauría (piara llaman ellos a sus fans, pero también son jauría) sin que nadie lamiera el gollete de la botella, al final sacó la tabla de surf y se dio una vuelta por la sala Santana 27 como si fuera un general romano victorioso, mostró una cabeza de jabalí y una pancartita en recuerdo de Iñigo Cabacas, sacó la lengua vicioso y puso poses sexuales, ondeó la bandera en memoria de Pulpo, y siempre espoleó a la peña ganada desde el primer momento, una peña compuesta en su parte delantera por viejunos y chavalillas, punkis con crestas y miembros de la Turbojugend (reconocibles por sus parches idólatras del grupo Turbonegro, la gran influencia de Porco Bravo), sujetos que fumaron y peña venida de allende: Burgos, Cantabria, Asturias, León, La Rioja, Navarra, Gipuzkoa…, como enumeró en las salutaciones postreras el cantante.
El concierto fue demoledor y tribal de principio a fin, ora punk, ora high energy, ora grande rock, aunque algunas veces se replegó para dosificar fuerzas (hum, unos tres tramos remitieron a El Drogas, y no es un elogio; por ejemplo 'De cristal'). Lo del sábado noche en la Fever fue una liturgia pagana, una experiencia incluso arriesgada en las primeras filas debido al pogo (el baile en que se empujan los unos a los otros), una batalla en la que las explosiones sónicas se sucedían una tras otra («ayer estuve viendo a La Polla, eso fue la guerra», comentó a nuestras espaldas un espectador anónimo).
Tribales como epígonos de Turbonegro los porcos dieron el pistoletazo de salida con 'Al despertar' (el primer corte de su cuarto y último álbum, 'Somos', el cual coreó casi todo el mundo), la Turbovibración ampulosa y coral se percibió en 'Condenados' y 'Nunca pasa nada', glam cavernícola pareció 'Se quema', en la punk 'Mienten' los porcos señalaron a los políticos (por cierto, el concierto lo subvencionaba el Gobierno vasco, concretamente el Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura), un himno puro fue 'Brindaremos juntos' (los kamikazes y balas perdidas), guiños a los Ramones se adosaron a 'Corre' (chico de la calle…), Porco Bravo fusilaron a los Motörhead del as de espadas en el homenaje a su líder 'Lemmy', el rock and roll otra vez kamikaze a lo Zeke propulsó a 'No sé', a Turbonegro adoraron en 'El cazador', versionaron justo después el 'Come on' de The Hives, en 'Eléctrica actitud' fue cuando Manu El Gallego voló con la tabla de surf por toda la sala, la penúltima canción fue la muy high energy 'La piara' y, sin dar bis porque «nosotros no hemos dado un bis en la puta vida», se despidieron con 'Fuimos, somos y seremos', el corte que cierra el último disco, 'Somos'. Se acabó todo y chuleó El Gallego: «Hora y media de rock and roll y no habéis sacado el móvil». Y añadió: «Nos vemos en el merchandising», o sea donde vendieron camisetas y discos y tal («el que compre una camiseta folla», había animado El Gallego antes de la sexta canción).
Más o menos así fue el quinto concierto de una gira con de momento estas fechas anunciadas: 26 de noviembre en León (Babylon, agotado), 27 Valladolid (Las Dagas), 10 de diciembre Zamora (La Cueva del Jazz), 11 Cangas (Sala Son), 18 Bilbao (Santana 27), 29 Logroño (Fundición), 7 de enero Soria (El Cielo Gira), 8 Barcelona (Estraperlo), 26 de febrero Madrid (Copérnico) y 4 de marzo Valencia (16 Toneladas).
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