Coti venciendo a la tormenta relampagueante en el Dale Candela Fest
Iván Ferreiro, el otro cabeza de cartel, suspendió su concierto por la meteorología, pero el argentino supo mantener al público con paraguas delante de él, coreando éxitos como 'Lento', 'Antes que salga el sol' o 'Nada fue un error'
Al final la lluvia obligó a suspender el concierto del gallego Iván Ferreiro este sábado noche en el 4º Dale Candela Fest, prevista a las ... 23.15 h (y también se anuló la de los vizcaínos Akatz a la 1 de la madrugada), pero el argentino Coti, el otro cabeza de cartel de la jornada, sí pudo llevar a buen puerto su concierto de las 21.30 h, de 12 canciones en 75 minutos exactos, aunque llovió durante gran parte de él, a ojo en las primeras cinco canciones y en la última, en las que la gente se mantuvo tapándose con paraguas y Coti pidió que los ondearan manteniendo la fe, la esperanza: «gracias por el aguante, gracias por estar aquí», dijo antes de la tercera, «mierda de lluvia…», espetó antes de la cuarta, «qué grande el aguante vasco, esto se está poniendo lindo», pronosticó antes de la quinta… Ahí resistimos, en primera fila, con paraguas, chubasquero, cámara en bandolera y tomando notas en papel, en condiciones tan precarias que no se entiende en el folio en qué justo momento Coti auguró «va a parar, va a parar…» la lluvia.
Justo antes del concierto de Coti (Roberto Fidel Ernesto Sorokin Esparza, Rosario, Santa Fe, 52 años; ah, el año pasado tocó con la BOS en las fiestas de Bilbao, en Abandoibarra, ¿recuerdan?), la organización del festival cargó contra la clase política por no haber cumplido sus promesas del año pasado para con los enfermos de ELA, por los que pelea la asociación Dale Candela, y denunció que «te dan facilidades para una muerte digna, pero no para una vida digna». Y Coti durante el concierto, entre distintos loas a la vasquidad («todos los argentinos tenemos algo de vasco, siempre hay algún apellido en nuestro ADN», o en las presentaciones de sus músicos lo de «el bajista es Txarly Solano, ¡de Getxo!», destacó sobre el 50 % del dúo Mäbu, formado con su esposa, la hija de Sergio y Estíbaliz), señaló que «donde no llegan los políticos, estamos los artistas y la gente», se sumó a lo de «Palestina libre» y se indignó por Gaza «y los 18.500 niños muertos ante nuestros ojos» (ah, el apellido de Coti, Sorokin, es judío de proveniencia rusa), y al reaparecer en el bis regaló un sombrero a Jaime Lafita, enfermo de ELA y catalizador de Dale Candela, a quien sacó a escena para que le acompañara en la canción 'Color esperanza', un momento muy emotivo y sincero).
En septeto (hasta cuatro guitarras había, entre ellas la del hijo de Coti, Iván Sorokin), tras diez horas de carretera desde Jaén, donde tocaron la víspera, Coti y los suyos soportaron el perjuicio de la tormenta con una decisión inusual: su concierto comenzó bajo una lluvia cerrada y con el cielo del Abra resplandeciente por los relámpagos constantes. El líder no se desanimó, y presentó muchas de las canciones, caso de esa 'Andar conmigo' que compuso con Julieta Venegas (y que esa noche borrascosa interpretaron con un deje americana a lo Jayhawks), de la calamariana 'El embrujo' («del grupo Los Palmeras, los Rolling Stones de la cumbia santafesina», como los presentó), 'Luz de día' (un pop-rock con piano muy stoniano también), o '50 horas' (un pop calamariano «dedicado a todas las mujeres presentes, de todas las edades, ¿eh?»).
Lo de mantener a casi todo el público delante del escenario bajo esa tormenta insistente y mlesta pero afortunadamente pasajera fue mérito de Coti. Y la segunda parte de su memorable show creció con las canciones más afamadas y coreadas sobre todo por la mayoría de chicas de la mojada campa del puerto viejo de Algorta. En 'Días' Coti recitó a lo Bob Dylan, en '¿Dónde están corazón?' se contoneó con reggae («bueno, ¿un poco de reggae o qué?, para los que tenían ganas de fumar un poquito», como la presentó Coti), y el epílogo pleno de hits como el pop virginal compartido con Julita Venegas 'Lento' («un alegato de la lentitud, contra los tiempos rápidos», explicó), 'Antes que salga el sol', lleno de luz y de coros de las chicas, y en el bis el citado 'Color esperanza', con rap incluido, y a modo de adiós 'Nada fue un error', con muchos más coros de las mujeres presentes en la campa, canción última en la que volvieron a abrirse masivamente los paraguas porque volvió el chaparrón.
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