'Negra Cucaracha Terrorfolk: «Llevamos máscaras antigás por seguridad sanitaria»

Estábamos como siempre pensando en las musarañas cuando recibimos este mensaje vía e-mail: «¡Hola! ¿Cómo va todo? Soy Joel, exmiembro de Moonshine Wagon y Dead Bronco. Me apetece mucho presentaros el nuevo proyecto de música roñas en el que ando metido y con el que vamos a salir a tope de esta aburrida cuarentena. Se llama 'Negra Cucaracha Terrorfolk' y es un dúo de horrorpunk y folk americano a banjo y cigarbox, estilo 'one man band' (hombre orquesta). Yo la batería y el banjo al mismo tiempo, y cantamos con máscaras de gas con micrófonos incorporados, todo de fabricación casera. Es como mezclar a Reverend Beat-Man con NoFX y Slim Cessna, je, je…».

Pues Joel y su amigo de toda la vida Luis Carlos, ambos vitorianos, han lanzado un álbum simpático también titulado Negra Cucaracha Terrorfolk, publicado en Spotify el pasado viernes 14 de agosto. Sus canciones sombrías nos evocan a 'Wovenhand', 'Slim Cessna's Auto Club', 'Hank 3', a 'Bob Log III' (éste yanqui lleva casco, éstos alaveses máscaras antigás), a los vallisoletanos 'Arizona Baby' en las canciones más tristes y a los andaluces 'Guadalupe Plata' en el único corte en castellano, 'El niño rata', el mejor del lote, como conviene en la apreciación el banjista, baterista, vocalista y vocero cucaracha Joel en la siguiente entrevista.

- Negra Cucaracha Terrorfolk. ¡Vaya nombrecito! ¡Y encima largo!

- Sí, un poco largo sí que es, pero bueno, al final la peña siempre acaba por acortar el nombre y acabaremos siendo Las Cucarachas a secas. O seremos unas simples siglas: los NCT, ja, ja...

- Ya, como NCC, Nuevo Catecismo Católico.

- Aunque tenemos algo bueno: el nombre es en castellano y al menos a los de aquí no les costará pronunciarlo.

- ¿Y lo del Terrorfolk es la etiqueta musical?

- Sí, lo del Terrorfolk es la etiqueta, el estilo de música que hacemos y que nos hemos sacado de la chistera. Digamos que es una mezcla entre el folk americano y el horrorpunk. Mezclamos bases de banjo de los Apalaches, como las que usaban Roscoe Holcomb o Dock Boggs, con letras que hablan sobre historias de terror como las que escriben Misfits o Los Carniceros del Norte. Y además la guitarra tira de melodías y transiciones que se apoyan bastante en el post-punk.

- Pero el heavy metal os influye también, ¿verdad?

- Ja, ja… Supongo que sí, que algo del heavy nos ha quedado dentro desde que éramos pequeños. Aunque me entra la risa al confesarlo, hubo una época en la que yo llevaba camisetas de leopardo y el pelo cardado, ja, ja… Siempre habrá un pequeño lugar en Negra Cucaracha para un buen riff estilo Mötley Crüe.

- Lo del heavy, más bien lo del metal, se os nota en la forma de cantar algunas, en plan grindcore. Oye, Joel, ¿por qué usáis máscaras antigás? ¿Para que no os reconozcan por la calle o por miedo al virus chino?

- Usamos máscaras de gas por tres razones. La primera, por pura performance, por dar fuerza a la puesta en escena. La segunda porque es mucho más fácil cantar y tocar la batería si llevas un micrófono pegado a la boca todo el rato que si debes estar atento al pie de micro. Y la tercera por seguridad sanitaria, para no contagiar ni ser contagiados. Ante todo seguridad, ja, ja…

- Pues nos has pillado con la tercera razón. Igual el lehendakari os da una medalla ¿Lo habéis pasado mal durante el encierro domiciliario gubernamental o sois tan insociables que ni os habéis enterado del mal llamado 'confinamiento'?

- El confinamiento nos ha venido de perlas, de verdad. Siempre hemos estado detrás de este proyecto musical y la cuarentena nos dio el tiempo necesario para afrontarlo y la pauta para para usar máscaras de gas. En otras circunstancias quizá no hubiéramos llevado a cabo el proyecto nunca, así que ha sido positivo en cierta manera.

- Muchas de vuestras canciones tienen un aire crepuscular. ¿Cómo lo habéis absorbido? ¿Por las películas del oeste, gracias a la música…?

- Ese aire crepuscular se debe a que toda la música que escucho lo tiene. Aunque toque el banjo, soy fan de Nick Cave, Bauhaus y Parálisis Permanente. Supongo que somos lo que comemos.

-¿Y vuestras letras contienen enseñanzas morales o en ellas ganan los malos?

- La verdad es que nuestras letras no esconden ninguna enseñanza moral. Simplemente hablamos de historias de terror, por ejemplo de un gusano que se te mete por el oído y mueres, de descripciones de mundos postapocalípticos, de un cadáver que va describiendo cómo desea que le hagan su autopsia, o sobre rezar a Satán cuando todo va mal, ja, ja... No somos satanistas, es solo por hacer la gracia.

- Ah, menos mal, que ya habíamos sacado el amuleto vudú. ¿Por qué cantáis en inglés? Vuestra mejor canción, o la más directa, es la única en castellano, 'El niño rata', tipo Guadalupe Plata en punk.

- Cantamos en inglés porque es como llevo escribiendo canciones desde hace años y como me siento más a gusto. 'El niño rata' la hemos hecho en castellano para ver cómo funcionaría y la verdad es la que más me agrada. Para el siguiente disco me gustaría cantar más en castellano y en euskera, y dejar un poco más de lado el inglés.

- Jo, jo, jo… ¿Tenéis mercado fuera de España? ¿Vuestro público domina la lengua de Faulkner y de Poe?

Yo creo que este estilo de música tiene mercado en el mundo underground fuera de España. Encajaría muy bien en festivales como el Muddy Roots (festival de country marginal de Tennessee y con extensión en Bélgica) o, viniéndome arribísima, hasta en el escenario más roñas del Wacken (megafestival alemán de heavy metal), ja, ja, ja...

- Ya te decía que esa forma de cantar a veces es muy grindcore, muy metalera, y también os puede llevar al festival Roadburn holandés.

Estaría bien. Las nuestras no son letras complicadas de entender. Y aunque aquí a la gente le cueste más pillar el inglés, podrá cantar nuestros temas en los 'concis'.

- Joel, tú has visitado USA con los Moonshine Wagon. ¿Cómo es el paisanaje?

- Sí, estuve de gira el verano pasado con Moonshine Wagon por los States. La peña de allí está entregada en los conciertos y, aunque parezca mentira, les flipa que gente no americana se meta en sus raíces y den media vuelta a lo suyo. Lo disfrutan.

- Has tocado en Moonshine Wagon y en Dead Bronco, pero ya no estás con ellos.

- He tocado en Moonshine Wagon y en Dead Bronco y a día de hoy he podido montar este nuevo proyecto gracias a todo ese aprendizaje que he tenido con ellos.

- ¿Por qué no sigues? ¿Eres un tipo conflictivo?

- De conflictos nada, la verdad. Ya no toco con Moonshine, pero no hemos perdido el contacto y me apoyan en este proyecto al cien por cien. Después de todo lo que hemos vivido estos años juntos siempre van a ser mis hermanos. Lo mismo con Matt Horan y el equipo de Dead Bronco, pues hicimos un gran disco como 'Driven By Frustration' y aprendí muchísimo. Estoy contento de haber formado parte de esas bandas.

- ¿Y quién es tu socio en Negra Cucaracha Terrorfolk? ¡Casi digo Negra Calavera, como el grupo punk-rock de Bilbao!

- Mi nuevo compañero de fatigas es Luis Carlos Orduz, amigo mío desde tiempos ancestrales. Su trayectoria se resume en pequeñas bandas locales y jam sessions con otros amigos, pero es un guitarrista con un toque personal y un saber hacer increíble. Siempre hemos estado juntos en la primera fila del escenario Trashville del Azkena Rock Festival. Supongo que por eso llevamos el rollete de 'one man band' (hombre orquesta). Cada vez que mirábamos a ese escenario nos motivábamos para montar un grupo roñas como los que veíamos allí. Espero que algún día Las Cucarachas podamos tocar en el Trashville.

- En vuestro caso sería lógico actuar en el gran festival roquero de Vitoria, sí. ¿Habrá edición física de vuestro debut homónimo?

-Sí, de hecho ahora mismo se halla en el horno. De momento hemos sacado unos simples CDs, pero lo publicaremos en formato vinilo lo antes posible. Y, bueno, también tenemos camisetas y parches que hemos fabricado de manera casera y con mucho amor. Esperamos ver pronto por las calles a los miembros de la 'cucaracha crew', elegantes con nuestras prendas 'do it yourself'.