Con Joel García se vuelve a llenar el Guggenheim
El cuarteto vasco-navarro pilotado por el guitarrista vizcaíno participó en la quinta edición del ciclo 'Art & Music'
El miércoles tuvo lugar la cuarta de las ocho sesiones, todas el mismo día de la semana (excepto el de Aste Nagusia), que dan forma a la quinta edición del ciclo estival 'Art & Music' del Museo Guggenheim en la terraza del bar, un ciclo calificado de 'kilómetro 0', o sea nutrido por músicos vascos. Los conciertos se atienden sentados en mesas, ¡como en un club!, con la entrada se incluyen un par de consumiciones (dos cañas o vinos, y si se prefiere una copa), y esta semana se volvió a agotar el aforo de 150 espectadores (en la cola coincidimos con dos señoras, amigas del museo, que no pudieron entrar porque ya estaba todo lleno y les recomendaron adquirir las entradas por adelanto en la web del Guggen).
Este miércoles actuó el Joel García Quartet, con la siguiente alineación: Joel García a la guitarra (de Sopelana, aunque ha vivido casi una década en Barcelona), Nico Andino a la trompeta (de Vitoria, la semana pasada nos cruzamos cien veces con él y con su hermano el saxofonista Leolo en el 47º festival de jazz de su ciudad), Mikel Urretagoiena a la batería (de Ordizia) y Jorge Sánchez al contrabajo (de Pamplona). Hum..., un cuarteto vasco-navarro que cubre las cuatro provincias.
Como siempre se dividió la tarde en dos pases en dos horas: el primero de 6 piezas en 53 minutos, y tras un descanso de 24, un segundo pase algo mejor que el primero de 44 minutos para 5 temas, repetido uno, el 'Evening song' del guitarrista danés Jakob Bro, «que me apasiona», confesó el líder Joel, aunque el más aplaudido este miércoles fue el trompetista Nico Andino, con la cara congestionada al soplar, los carrillos hinchados y la melena recogida en una coleta, y vestido como un skater, según Óscar Cine, que añadió: «me encanta, toca la trompeta apuntando hacia arriba, como Chet Baker, un chuleta».
La tarde cursó relajada, y sonaron dos temas del baterista Paul Motian (la improvisación de solo cinco minutos de 'Psalm' en el primer pase, y el poco misterioso calipso 'Mandeville' en el segundo), baladas que fueron lo mejor de la selección y mostraron a Andino destacando por fraseo elegante, tempo al dente y sensibilidad verídica ('Touch her soft lips and part' en la versión de Peter Erskine, «grabada por una banda de ensueño» dijo Joel, y para abrir el segundo set la cima de la cita: el standard 'I fall in love too easily'), el 'Mahjong' de Wayne Shorter, un segundo tema del guitarrista danés Jakob Bro ('Copenhague', con trompeta narcótica y guitarra entre la psicodelia y el post-rock, todo en gradación emocional para otro de los mejores momentos del lote), el blues 'Au privave' que hacía Charlie Parker, y más standards como 'Stella by starlight' y 'Like someone in love'.
Y acabó el segundo pase, y dijo Joel García: «gracias por venir..., y nada, que os vaya a todos genial, y encantado». Un tipo nada engreído, ya ven.