Janet Jackson, una vida en ocho canciones

Como sus hermanos, incluido Michael, Janet Jackson hizo sus primeros pinitos bajo la dirección de su padre, Koe Jackson, y unos parámetros musicales estrictos basados en el funk y la música disco de los 60. Su último éxito, editado este pasado agosto con el rey del reggaetton Daddy Yankee, cierra de momento un círculo biográfico que revela la capacidad de la artista para encontrar el camino del éxito en cada momento sin olvidar nunca del todo sus raíces. He aquí algunas de las canciones que marcan su evolución

Factoría Jacksons en estado puro. El álbum de debut de la jovencísima Janet estuvo marcado por el pop, el funky, las líneas de bajo y los metales que eran marca de la casa de todos los éxitos de sus hermanos mayores. La artista tenía 16 años y su carrera estaba bajo el control absoluto de su padre, Joe Jackson, lanzado ya a colocar a la familia en el estrellato mediante una fórmula que no por repetida dejaba de ser fresca y canónica dentro de la música popular americana. El título del álbum, 'Janet Jackson', dejaba bien claro que había nacido una nueva estrella... Jackson.

Que Janet Jackson realizara este trabajo dos años después de que su hermano Michael revolucionara el mundo de los videoclips con 'Thriller', donde introducía por primera vez un relato como parte de la canción, no parece casualidad. La artista también juega con un largo prólogo en el que ejerce de adolescente rebelde con sus padres, en un mensaje que puede entenderse –a poco que uno sea malicioso– como una declaración de su propio rechazo al control paterno. De hecho, en este disco Janet formaliza su ruptura con su progenitor y graba con los productores Jimmy Harris y Terry Lewis. Su interpretación no deja de recordar los pasos de baile del 'rey del pop'.

De niña a mujer. La joven del clan Jackson nominada a los Grammy como embajadora del pop, el rap, el funk o el r&b se hace adulta y sorprende con esta pedazo canción que oscila del hard rock al heavy y el punk. El temazo es suyo y en él desvelaría la influencia juvenil que tuvo de bandas como Def Leppard y Deep Purple. El vídeo fue grabado durante una gira de 1990 e incluye un homenaje al movimiento de los panteras negras. Atención al solo de guitarra y la contundencia sónica. Años más tarde haría la clásica versión extendida con una remezcla tan singular como echarle kas de naranja al gazpacho.

Llegaría el momento en que los caminos de Michael y de Janet se encontrarían. En esta versión de 'Sctream' para el disco 'HIStory', el 'rey del pop' no solo muestra que lleva el ritmo en la sangre y la melodía en la garganta, sino su olfato para desarrollar un nuevo concepto audiovisual y su aplicación a la industria musical. El videoclip va de naves espaciales, desprende iconografía punk cool a raudales y cabe pensar que fue grabado en blanco y negro, o que perdió el color de tanto pasarlo por la MTV. En el clip Janet es Janet y Michael se parece a Janet.

Si cambias a Janet Jackson por Whitney Houston, saldría esta balada clásica y típica del quehacer de los artists que en la década de los 90 miraban más hacia el Oscar que hacia el Grammy. Hay que tener en cuenta el factor ambiental: estamos en 1993 y 'Again' formaba parte de la banda sonora de 'Poetic Justice', el estreno de la pequeña de los Jackson en el cine, donde debutaba en el papel de una joven que realiza una especie de viaje de reencuentro con un tipo bastante singular después del asesinato de su novio. Con todos los clichés del momento, para escuchar esta canción es imprescindible conocer el dato de que el año antes 'El guardaespaldas' arrasó en los cines de todo el mundo.

La antítesis de 'Again'. Este pedazo de balada es una de las canciones más sofisticadas surgidas de la discografía de Janet Jackson y una de las más lisérgicas y elegantes de la historia de los vídeos musicales. Grabada en 2005 y publicada meses más tarde en el singular álbum '20 Y.O.', Janet canta a duo con el rapero Nelly. En la producción se nota la mano del DJ Jermaine Dupri, productor entre otros de Jay-Z, Mariah Carey y Aretha Franklin, y de Jimmy Harris y Terry Lewis, sus guías musicales de cabecera. Como dato, el vídeo costó un millón de dólares y Janet escaló rápidamente en las listas de éxitos del r&b. Lástima que todavía se viera lastrada por el 'pechogate', escándalo ocurrido un año antes mientras actuaba con Justin Timberlake en el descanso de la Super Bowl. Que Janet mostrara accidentalmente un seno a millones de espectadores no gustó mucho a la MTV, que coproducía el espectáculo con un entrañable sentido de lo políticamente correcto y familiar.

El tema se incluye dentro del álbum 'Unbreakable', de 2015, y cuenta con la colaboración de J. Cole. El disco en sí mismo es un ejercicio de madurez, tanto en lo personal como en lo musical, donde Janet juega con el r&b, el dance, el soul y ciertas experimentaciones sonoras. El repertorio abre también su corazón. Reflexiona sobre comportamientos como el amor, los celos, el odio o la violencia y finalmente rinde un sentido homenaje a su hermano Michael Jackson, fallecido en 2009.

Lo más calentito de la Jackson nos devuelve a la artista extrovertida capaz de adaptarse a todos los tiempos y estilos. El agosto pasado editó esta combinación de dance, afrobeat y reggaetton donde comparte micrófono con Daddy Yankee. Todos los cliches del latineo transversal, capaz de triunfar en Ibiza y en un polígono industrial, se dan cita en esta canción por más que la pequeña de los Jackson se esfuerza en dejar algo del sello de la saga familiar, al menos, con su voz. La cosa también va de africanista, aunque sampleada, con la autenticidad de una telenovela. De momento, la cosa funciona: ya es número uno en la lista Billboard dedicada al dance club y el vídeo ha sido visitado más de 45 millones de veces.