Saludos finales de su hermano El Aspirino, Ostalinda, el director García Espina, y Juan Manuel Moreno. Óscar Cubillo

La gitana Ostalinda Suárez inaugura la temporada de otoño de la Banda Municipal de Barakaldo

La flautista extremeña de currículo pionero e internacional estrenó mundialmente la obra 'Lo que nunca dije', compuesta por su padre, el director de orquesta Paco Suárez, en un Teatro Barakaldo lleno

Sábado, 1 de noviembre 2025, 09:05

Este viernes, en el marco del octavo de los diez conciertos que dan forma al 29º ciclo Viernes Flamencos del Teatro Barakaldo, la flautista gitana ... extremeña Ostalinda Suárez estrenó mundialmente la obra 'Lo que nunca dije', que a su vez ha sido la primera cita de las cuatro que conforman el ciclo llamado 'Vientos de otoño', el cual propone sendos conciertos de la Banda Municipal de Música de Barakaldo. Los otros tres son uno de bandas sonoras (28 de noviembre, para celebrar Santa Cecilia, la patrona de los músicos), uno teatralizado y titulado 'Rossini en su salsa' (12 de diciembre), y el concierto de año nuevo, 'Un día en Viena', con composiciones de los Strauss (siempre el 4 de enero, que esta vez cae en domingo).

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Y este viernes triunfó Ostalinda Suárez (Zafra, Badajoz, 1980), en cuyo currículo brilla que es la primera gitana licenciada en flauta travesera de Europa, que es profesora y directora de la Escuela de Música de Zafra, y que además es solista de la European Romani Symphonic Orchestra (la orquesta sinfónica gitana europea). Aparte, este octubre recién terminado ha sido elegida la Personalidad del Año 2025 en Zafra.

Ostalinda y la Banda de Barakaldo, dirigida por Alberto García Espina, llenaron el Teatro Barakaldo (se agotaron las invitaciones fácilmente conseguibles y se ocuparon las butacas) para el estreno mundial de 'Lo que nunca dije', una obra compuesta y arreglada por el director de orquesta también gitano y extremeño Paco Suárez, a la sazón padre de la flautista Ostalinda y del percusionista y pianista (¡y también director de orquesta!) Pakito Suárez, alias 'El Aspirina', que actuó en Barakaldo, así como el tocaor y cantaor Juan Manuel Moreno, los dos escuderos habituales de la flautista.

El plantel interpretando 'Pequeña soleá'.. O. C.

El encuentro duró 82 minutos para 9 temas (en el bis se repitió el primero, 'Pequeña soleá', con más entusiasmo y expansión), y si desean pueden añadir siete minutos de presentación del ciclo 'Vientos de otoño' y la petición de la maestra de ceremonias de que quitáramos el sonido a los móviles, y ya puestos, que en estos 'tiempos de toses' (buf, la de expectoraciones que hubo el martes en el Arriaga en la función de Rozalén / Chavela Vargas) los caramelos estuvieran ya sacados de sus envoltorios y las juanolas en la mano.

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Ostalinda se parapetó tras las partituras (un señor de la primera fila protestó porque le tapaba la visión el atril y ella le prometió un solo delante de él), usó dos vestidos, y en dos piezas hizo mutis: en sendos solos de sus dos escuderos flamencos. El primer solo ('El nombre de mis padres' según el programa) fue al piano demasiado afudo, lo ejecutó su hermano, El Aspirino, llegó a la tercera, no tuvo ningún sentido y enfrió todo lo prometido, y el segundo solo ('Fantasía de fandangos') fue del tocaor Juan Manuel Moreno, muy ovacionado. El tercer solo fue el prometido, el flautista (bautizado 'Flautasía flamenca'), se basó en 'El bolero de Ravel' y tuvo soplidos a lo Jorge Pardo.

El resto del reper fue de la banda con los tres flamencos. Arrancaron prometedores con 'Pequeña soleá', con la españolidad del pasodoble y la espectacularidad de las bandas sonoras de romanos, y de seguido la orquestación a lo Burt Bacharach y el exotismo impregnaron 'La Paz (soleá)' (estuvo muy bien, pero se notaba que no acababa de cuajar la unión entre la banda y los tres flamencos). Quizá la cima compositiva de la cita fue 'Bailando solo (farruca)', que comenzó zarzuelesca antes de asentarse en el universo procesionario de la Semana Santa (¡y ofreció un final rusófilo'), la gente aplaudió mucho el televisivo, algo transicional y por momentos a lo Morricone 'Camarón Suite (homenaje a Camarón)', pues reconoció varios pasajes ('La leyenda del tiempo', 'Soy gitano', y vengo a tu casamiento), y acabaron con más maneras televisivas transicionales en 'Acaná (tangos flamencos)', antes de conceder el solicitado bis repitiendo la primera, esa 'Pequeña soleá' ahora más rotunda y con Ostalinda más segura, pues algún músico presente en la sala coligió que al principio estuvo nerviosa. Bueno, Ostalinda no pareció ostensiblemente nerviosa.

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