El Festival Sónica arranca en Castro con un gran concierto de Vetusta Morla en el que parte del público ignoró las medidas covid
El directo del sexteto madrileño tuvo lugar apenas unas horas después de que se decretara el toque de queda en 53 municipios cántabros
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Sábado, 17 de julio 2021, 08:17
El incivismo de una parte importante del público empañó un soberbio concierto de Vetusta Morla en el arranque del Festival Sónica en Castro Urdiales, que contó con una relevante afluencia de vascos. Durante la parte final del concierto, un importante número de personas optó por levantarse de sus asientos para bailar durante las canciones más animadas del repertorio. Una gran parte, sin llevar la mascarilla correctamente ni respetar la distancia de seguridad. El cantante pidió en dos ocasiones que permanecieran sentados para evitar que la situación se descontrolase, en un momento en el que la quinta ola ha obligado a Cantabria a imponer el toque de queda en 53 municipios para frenar la escalada de contagios.
La velada empezó tranquila gracias a 'Los días raros', el tema con el que Vetusta Morla abrió y cerró su concierto. La banda quiso así hacer un guiño a este antiguo tema que cobró un nuevo significado durante el confinamiento. De hecho, Pucho quiso dedicar su intervención a quienes trabajan en producción para hacer posible que conciertos como este salgan adelante. «Si fuera por ellos, ya estaríamos todos vacunados», apuntó en referencia a su efectividad.
El concierto fue una nueva oportunidad para que Vetusta Morla se reivindicara como el buque insignia del indie rock en español. Divertidos con 'Palmeras en La Mancha', dulces con el clásico 'Copenhague' y muy delicados con '23 de junio', el tema de la noche de San Juan que sirvió para demostrar «que se puede bailar sentado». «Así trabajamos los músculos costales. Esto es como hacer hipopresivos», bromeaba Pucho tras animar al público a mover los brazos al ritmo de la melodía.
El punto de inflexión llegó con 'Valiente', cuando una parte importante del público hizo caso omiso de la normativa sanitaria y se comportó como en un concierto previo al coronavirus. Ya había caído la noche y el directo había llegado a la traca final. Desde el escenario se esforzaron por parar este comportamiento. «Mejor aplaude y sentémonos», cantó Pucho, que no dudó en modificar la letra del tema para recordar a los asistentes que debían permanecer en sus asientos. Desafortunadamente, una buena parte de ellos se había quitado la mascarilla escudados en su consumición y fue necesaria la intervención del personal de seguridad.
El parón para el bis ayudó a calmar los ánimos. «Me voy a sentar, como vosotros», remarcó el volcalista justo antes de entonar la intimista 'Los buenos' con la única compañía de Guillermo Galván a la guitarra. Al final de la canción aprovechó para felicitar al «otro Pucho de España. «Hoy es el cumple de C. Tangana». Tiempo atrás, el vocalista se había acordado de Raffaella Carrá en 'La vieja escuela'.
La recta final contó con 'La Deriva', esa canción que recuerda que «siempre hay esperanza». «En unos tiempos que estamos todos a la gresca y han resurgido odios que todos creíamos ya superados, creo que aún hay esperanza. Somos mucho más que todo eso; hemos tejido comunidades lo suficientemente fuertes como para hacerle frente», deseó Pucho, tras recordar que «siempre que vienen mal dadas, la música es la salvación».
