El juez da la razón a la EO al considerar que no tenía una relación laboral con Treviño
El juzgado de lo social se ha declarado incompetente pra valorar su despido, porque sostiene que el vínculo de los directores de alto nivel con las orquestas es de naturaleza mercantil
La relación entre la Euskadiko Orkestra (EO) y su última batuta titular, Robert Treviño, terminó ante un juez el pasado mes de marzo (dos meses ... después de que se le rescindiera el contrato con efecto inmediato) y todo apunta a que el proceso judicial va para largo. El Juzgado de lo Social N° 4 de Gipuzkoa se ha declarado incompetente, alegando que la relación contractual de los directores de orquesta de alto nivel es mercantil y no laboral, por lo que da la razón a la defensa de la EO.
Es decir, en la medida en que los profesionales de la batuta como Robert Treviño tienen una estructura empresarial propia, los conflictos entre partes deben solucionarse en el ámbito mercantil y no laboral. El magistrado no se ha pronunciado sobre el fondo del asunto y tampoco autoriza los más de 500.000 euros que exigía Treviño como indemnización por un presunto despido improcedente. El maestro texano tiene derecho a recurrir ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Tiene un plazo de cinco días, así que a estas alturas tendría que haberlo hecho ya porque la sentencia está fechada el 8 de octubre.
Su máximo valedor
La EO es una entidad con sede en San Sebastián que depende del Departamento de Cultura del Gobierno vasco y Treviño tomó las riendas en 2016. Su máximo valedor era el gerente de la orquesta, Oriol Roch, al que se despidió el mismo día que a Treviño, aunque sin efecto inmediato. A Roch se le permitió continuar en el cargo hasta la llegada de su sucesor.
El extitular de la EO tiene cuatro agencias que lo representan en los cuatro continentes y entre 2018 y 2024 ofreció nada menos que 125 conciertos al frente de agrupaciones que no eran la Euskadiko Orkestra. Durante ese mismo periodo se puso al frente de la formación vasca exactamente 101 veces. El maestro estadounidense dispone asimismo de una organización empresarial propia que le permite una facturación independiente con su código fiscal y carga de IVA y también una negociación autónoma de honorarios con las discográficas. Si la relación con la EO no fuese mercantil «no podría desarrollar su actividad en el modo en el que lo hace, coordinado actuaciones en lugares muy alejados geográficamente, pero muy cercanos en el tiempo», afirma el juez.
En la demanda contra la Euskadiko Orkestra, exigía la declaración de nulidad del despido efectuado el 27 de enero (o en su defecto la improcedencia), sino también una indemnización de 558.400 euros (o subsidiariamente 488.600 euros) por vulneración de derechos fundamentales. Como ya adelantó EL CORREO el mes pasado, que dio en exclusiva la noticia de la demanda de Rober Treviño contra la EO, era un secreto a voces el malestar entre la mayoría de los músicos, que se quejaban de acoso laboral y un ambiente de tensión y sometimiento impropio de una empresa del siglo XXI.
En la propia sentencia se recogen testimonios que confirman el ejercicio de «un estilo de dirección autoritario, que generaba numerosos incidentes con músicos y personal administrativo, especialmente con personas vulnerables (mayores y mujeres)». Asimismo se revela en el dictamen firmado por Ricardo Bandrés Ermua, titular del Juzgado de lo Social N° 4 de Gipuzkoa, que la empresa Gizagune realizó un estudio sobre la situación laboral, con medio centenar de entrevistas y un cuestionario respondido por más del 80% del personal. El resultado del sondeo reafirmaba el estado de ansiedad «y falta de respeto» en que se trabajaba en la Euskadiko Orkestra.
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