«Un escáner para radiografías de ratones me ayudó a copiar las partituras»
El músico bilbaíno ofrece hoy en la Filarmónica al frente de su grupo y cinco cantantes el oratorio 'Il Giardino di Rose', de Alessandro Scarlatti
Josetxu Obregón (Bilbao, 1979) tiene dos años de Ingeniería Informática y se le daba bastante bien la programación. Pero al final se dejó llevar por ... la música, sin perder la pasión por los mensajes cifrados, las claves y las contraseñas. Le encanta complicarse la vida. Es violonchelista y un investigador de primera línea, con debilidad por los documentos antiguos y la interpretación con criterios historicistas. Toca un Sebastian Klotz de 1740 y lidera La Ritirata, un grupo especializado en música barroca que toma su nombre del último movimiento de 'Musica notturna delle strade di Madrid', un quinteto de Boccherini que se hizo muy popular gracias a la banda sonora de 'Master and Commander'. La película, con Russell Crowe en el papel de capitán, da cabida al fuego y la destrucción, pero también a la poesía y la humanidad.
Josetxu Obregón también tiene que superar muchos escollos, al timón de un conjunto que ha atracado en más de 30 países con cientos de conciertos, lo mismo en Alemania, Argelia y China que en Ecuador, Israel y Hungría. Es un aventurero que hasta ahora no había recalado nunca en la temporada de la Sociedad Filarmónica. «Eso sí, conozco la sala porque tocamos allí en los tiempos del covid, cuando acogió el festival de Bilbao Arte Sacro. Cuenta con una acústica magnífica y me hace mucha ilusión volver para tocar como parte de la programación», avanza en conversación telefónica desde su casa de Las Rozas, en Madrid. Se nota que está tomando carrerilla porque no viene con una obra cualquiera. Esta tarde, a las 19.30 horas, interpretará 'Il Giardino di Rose', de Alessandro Scarlatti (1660-1725), para conmemorar los 300 años de la muerte del compositor de Palermo.
- Usted acaba de grabar esta obra y se trata de una primicia mundial. ¿Fue fácil conseguir las partituras?
- No. Se encuentran en la Biblioteca Diocesana de la ciudad alemana de Münster, que no tiene nada digitalizado.
- ¿Cómo enviaron el material?
- Nos mandaron una copia en microfilm.
- No verían nada.
- Nada de nada. Los microfilms son como negativos con las partituras muy pequeñitas. Y a eso se sumaba otro problema: las bibliotecas importantes de España tienen lectores de microfilm, pero solo los utilizan para fondos propios y si vas a sitios específicos para que te lo conviertan en digital, te sale carísimo.
'Il giardino di rose'
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La Ritirata. Integrada en esta ocasión por 15 instrumentistas (viento, cuerdas y continuo).
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Cantantes. Núria Rial, Alicia Amo, Luciana Mancini, Víctor Sordo y José Coca Loza.
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Director. Josetxu Obregón.
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Dónde y cuándo. Sociedad Filarmónica, hoy a las 19.30 horas.
- ¿Pidieron un préstamo?
- Por suerte, tengo una tía que trabajaba en un laboratorio que tenía un escáner para radiografías de ratones. Me ahorré los costes porque lo escaneé todo ahí. Así trasladé la música de Scarlatti a otro formato.
- Me imagino que el aparato tendría buena resolución.
- Bestial.
- La investigación es una caja de sorpresas y desvelos.
- ¡No se imagina cuánto! Pero cuando el resultado merece la pena, la alegría es inmensa.
- Hablemos entonces de la música del oratorio 'Il Giardino di Rose'.
- Es una de sus mejores obras. Tiene arias maravillosas, de muchísima calidad, pero yo creo que lo que más llama la atención es el conjunto. Ocurre lo mismo con 'Orfeo', de Monteverdi, con momentos muy bonitos, de los que se hacen recopilaciones, pero al escuchar la ópera de principio a final se valora en su justa medida toda su fuerza dramática.
- Tiene un libreto muy alegórico y la música es tremendamente sensorial.
-Mucho. Todo se reduce a la contraposición entre un jardín de florecillas y el viento Bóreas, el villano de la historia, pero al final triunfa lo que tiene que triunfar. La historia es sencilla y dinámica, pero con escritura orquestal. Hay flauta, oboe, trompetas, toda la cuerda, continuo, cantantes... ¡Somos un montón!
- ¿Cuánto músicos de La Ritirata se necesitan?
- En la Sociedad Filarmónica seremos veinte, es decir, catorce instrumentistas, cinco solistas vocales y yo como director. También tocaré el chelo en un aria muy bonita con la primera soprano, Núria Rial.
- No renuncia al chelo.
- Claro que no. Me encanta dirigir, pero yo soy violonchelista y si en la pieza orquestal hay un momento para el chelo, lo hago.
Creatividad y libertad
- Usted se involucra al máximo. Hasta se anima a tocar las castañuelas.
- Pero no en el oratorio de Scarlatti que tocaremos en Bilbao. Eso me tocó hacerlo en el quinteto 'Fandango' de Boccherini, que grabamos hace un par de años.
- ¿No podía hacerlo otro?
- No, no. En la partitura el compositor dejó muy claro que el chelista debía tocar las castañuelas. Y si lo decía Boccherini, no le vamos a llevar la contraria.
- En La Ritirata se lanzan sin miedo, con usted a la cabeza.
- Así llevo mucho tiempo... Antes incluso de marcharme para ampliar mis estudios, ya tocaba como autodidacta con un chelo al que había puesto cuerdas de tripa. Luego, en Holanda, me encontré con un ambiente increíble en el conservatorio. Eran muy diferentes entre sí los departamentos de barroco y moderno. En este último estaban obsesionados con los concursos, la afinación y tal, mientras que en el primero lo que les apasionaba era descubrir cosas nuevas y experimentar.
- Le motivaba la creatividad.
- Creatividad y libertad. No me interesaba repetir el mismo pasaje para hacer 12 notas con la máxima perfección de articulación y de afinación, sino profundizar en un mundo donde había mucho que descubrir, investigar y crear. Eso me cautivó.
- ¿Cómo ve el futuro?
- Cada vez hay más y mejores músicos que se dedican a esto. Se ha normalizado la práctica de instrumentos antiguos y eso es súperpositivo. Estamos en un momento muy bueno. En todos los grupos punteros de música antigua, hay españoles. El nivel es muy alto.
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