«Se desperdicia la importancia de la música para explicar las matemáticas»
Luca Fanelli hablará de las relaciones entre ambas disciplinas en el Aula de Cultura de EL CORREO
Las composiciones de Johan Sebastian Bach parecían poseer cierta simetría, como si fueran el fruto de relaciones geométricas. «El músico barroco está considerado uno de ... los principales exponentes de esa íntima relación entre música y matemáticas, y refleja esa raíz en sus piezas», señala Luca Fanelli. Según explica, dicha conexión no resulta excepcional, sino que fue la tónica durante buena parte de nuestra historia y cree que habría de restablecerse formalmente. «Deberían existir estudios paralelos entre una y otra», aboga y denuncia: «Se desperdicia la importancia de la música para explicar las matemáticas». Este profesor investigador de Ikerbasque abrirá un nuevo ciclo de encuentros del Aula de Cultura de EL CORREO con una charla en la que se abordarán los vínculos entre ambas materias. El acto, organizado por la Fundación Vocento y el Centro Vasco de Matemática Aplicada (BCAM), tendrá lugar hoy, a partir de las 19.30 horas, en el Salón El Carmen y cuenta con el apoyo de BBK.
El lenguaje musical está fundamentado en reglas matemáticas, según explica Fanelli. «Cada nota musical es una fracción», aduce y recuerda que la relación entre uno y otro se remonta a la Grecia clásica, a los tiempos de Pitágoras. Asimismo, indica que, durante la Edad Media, se trataba de los mismos estudios y, asimismo, menciona el caso de Leonardo da Vinci, que tocaba la viola organista, compuso varias obras y, paralelamente, se hallaba muy interesado por la geometría. «Se separaron durante la Revolución Industrial, cuando se estableció que el arte dejó de ser útil para ganar dinero», apunta.
Las ciencias y las humanidades se antojan hoy compartimentos estancos sin contacto alguno. «A los niños les hemos dicho que se trata de cosas distintas cuando lo cierto es que la música y las matemáticas responden a un pensamiento similar», lamenta este doctor en Matemáticas y Piano, y explica que se trata de un problema común a toda Europa del sur. «Habría que reconsiderar todo el ciclo educativo y establecer enseñanzas paralelas y, por ejemplo, utilizar la escala musical para hablar de cuestiones de cálculo a niños de 5 y 6 años».
A lo largo de su disertación Fanelli apoyará su tesis con la aportación de algunos ejemplos sonoros de esta fructífera relación. Además de Bach, el experto aporta los nombres de otras figuras de la composición como Wolfgang Amadeus Mozart, entusiasta de las matemáticas y autor del 'Juego de Dados Musical', Frédéric Chopin, que también recurría a estructuras simétricas, y Maurice Ravel, que se inspiró en los números para elaborar algunas de sus obras.
El vínculo entre la música y las matemáticas no es sencillo. «Porque este mundo no lo es todo es blanco y negro», aduce el conferenciante y aboga por una actitud abierta ante las nueva corrientes, la disonancia y las nuevas corrientes. A ese respecto, señala el caso de Antônio Carlos Jobim, principal artífice de la bossa nova. «No fue aceptado en su época y hoy está considerado uno de los grandes renovadores de la música del siglo XX».
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